Sin duda alguna, según comentaron los críticos de la época, fue "Gone With The Wind" ("Lo que el viento se llevó") de David O'Selznick de 1939, [tras superar a su predecesor film del silent movie dirigido por David Wark Griffith "The Birth of a Nation· ("El nacimiento de una nación") en 1915]. el mayor monumento que el cine americano levantó a la Guerra de Secesión. Dotada de un
lenguaje visual tan suntuoso y brillante que logró alcanzar como ningún
otro film de la década de los 30 ni de las siguientes, tan superlativa
cúspide del desenfreno figurativo con que siempre se alimentó el
melodrama. Además, llevar a la pantalla la novela río de Margaret Mitchell, premiada con el Pulitzer, se erigió en consecuencia directa de traslaciones masivas de best-selllers
y de éxitos teatrales a la pantalla grande Y sin duda consiguió
convertirse en el mayor éxito comercial del cine sonoro americano, cuyas
recaudaciones internacionales fueron extraordinarias, superando también a "The Birth of a Nation". "Lo que el viento se llevó" logró de igual forma demostrar que el espíritu de la guerra de Secesión,
decididamente, no había muerto en la conciencia del pueblo americano.
Contó con los planos más vivos, reales, coherentes y más cuidadosamente
logrados en lo que al estudio de los protagonistas se refería,
revalorizando la inmensa importancia del actor y de la actriz {en este caso con el majestuoso descubrimiento de la actriz británica Vivien Leigh, que se convirtió en la Scarlett O'Hara soñada por Margaret Mitchell y por todos los públicos que posteriormente la adoraron}, y
concediendo una consecuencia más lógica y atrayente del realismo
psicológico adecuado al arte de las imágenes por medio, en aquel momento, del recién llegado elemento sonoro, aunque
teñido, quizás por primera vez, de un "individualismo pesimista" entre la gran galería de personajes cuyas "vidas inventadas" desfilaron por la pantalla,
dado que el consabido happy end, al igual que en la novela, fue por suerte desestimado por el productor y el director acreditado Victor Fleming, convirtiéndose así en uno de los elementos
más inesperados del film. Y, por supuesto, el majestuoso melodrama de Selznick contribuyó también sugestivamente a difundir el recién llegado procedimiento del Technicolor.





Cuando
Scarlett vuelve de Atlanta, tras el encuentro con Kennedy y el
engaño de que le ha hecho objeto, ha contraído matrimonio en secreto con él a
fin de hacerse con los 300 dólares para pagar la contribución de Tara. Suellen
se muestra desesperada por haberle arrebatado a su pretendiente y expreso
todo su encono y odio hacia Scarlett y Tara cuando Melanie trata
de consolarla y hacerle comprender que lo ha hecho por salvar la plantación: "Melanie, ¿no ves lo que ha hecho? ¡Se ha
casado con mi Sr. Kennedy! ¡Es mi novio y se casa con él!" "Lo hizo para
salvar Tara" "¡Odio Tara! ¡Odio a
Escarlata! ¡Es lo único que odio más que a Tara!"



(Ashley) "Es culpa mía. Tendría que haber robado para
conseguirte el dinero" (Scarlett) "No
te dejaría hacer una cosa así. Ahora está hecho"




"Sí, ahora está hecho. No me dejas hacer nada
deshonesto, y tú te casas por dinero con un hombre al que no amas. No tendrás
que preocuparte más de mi impotencia" "¿Qué dices?" "Me
voy a Nueva York. Tengo trabajo en un banco" "No puedes hacer eso. Contaba contigo para
empezar un negocio de madera" "No sé nada sobre el negocio de la madera"







"Scarlett contrata presos para que trabajen en el aserradero, pese a la oposición de su marido, Frank y de Ashley. No obstante, aparte de dominar a Kennedy, convence forzadamente a Ashley. El capataz de los preso, un tal Gallegher, es un hombre vulgar y autoritario, y ofrece los servicios
más baratos siempre y cuando nadie interfiera en su manera de organizar a
los presos contratados. "Aquí tiene su mano de obra, Sra Kennedy", explica el desagradable individuo. "Lo mejor de las cárceles de Georgia" Scarlett exclama no demasiado convencida: "Están flacos y débiles Gallegher" "¡Alto! Es lo mejor que hay. Si le da vía libre a Johnnie Gallegher conseguirá lo que quiera" "Bien, usted será el capataz. Dirija el aserradero y entrégueme madera cuando la pida" "Gallegher es su hombre, señorita, pero recuerde, sin preguntas ni interferencias" "Trato hecho. Comience por la mañana" "¡Vamos, moveos!" "Esto no está bien y lo sabes", se queja Kennedy. "Ser mujer de negocios no es bueno"



"Bien, bien. Buenas noches, Ashley. ¡Dios mío! Qué carácter" "No quiero interferir", comenta Ashley. "... pero yo contrataría negros en lugar de presos. Nos iría mejor""Se lo que dicen de mí. Me da igual. Me haré amiga de los politicastros y les venceré. Y tú estarás conmigo"
"Bien, córrelo un poco hacia ese lado". Scarlett se anuncia. "Buenas tardes, sra. Kennedy" "Buenas" "El negocio está creciendo" "Desde luego"



"¿Sabe que el Dr. Meade la vio vendiendo madera a los yanquis personalmente?" Y no acaba ahí" (India Wilkes) "Es horrible lo que le hace a mi hermano" (Tía Pittypat) "Incluso conduce su propio carruaje"


"Cuando Scarlett despierta tras el desvanecimiento que le ha producido el ataque cuando se dirigía hacia el aserradero, pone en marcha el carruaje y sale huyendo. Pero uno de sus antiguos esclavos, Big Sam, ha acabado con los asaltantes, y se acerca a su antigua ama para decirle que ya está a salvo. "¡Espere!", grita Big Sam. "¡Srta. Escarlata, espere! ¡Soy Sam!" "¿Big Sam?", lo reconoce Scarlett. "¿Está herida, señorita? ¿La hirieron? No llore. Big Sam la sacará de aquí en un segundo"

"No me importa. Te mereces lo que te ha pasado. Debería haber sido peor", responde India Wilkes, presa del odio que siente por Scarlett. "India, calla", intercede Melanie. "Déjala. Si siempre me ha odiado. Desde que le quité a tu hermano Charles, aunque no lo admita. Por conseguir un marido, sería capaz de salir desnuda a la calle" (doblaje castellano) "¡Te odio!", repite India. "Has ensuciado el buen nombre de la gente decente. Y ahora has puesto en peligro las vidas de nuestros hombres" "Mejor no decir nada más, o alguna de nosotras podría hablar demasiado", aconseja la sra. Meade. "¿Que está pasando aquí que yo no sepa?, pregunta con inquietud Scarlett. De pronto Mammy emite un sonido de miedo al oír pasos en el exterior de la casa. "Viene alguien. Y no es el Sr. Ashley" "Me pasa la pistola, sra Meade", solicita Melania asustada.
"Melanie
no atiende las capciosas advertencias de su cuñada India, confía
plenamente en Rhett Butler, que ya salvó su vida durante la huida de
Atlanta: "La vieja plantación de Sullivan. En la bodega" "Haré lo que pueda", promete Rhett a Melanie. "¿Qué pasa? Si no me lo decís voy a volverme loca", pregunta Scarlett desesperada. "Pensamos que sería mejor. Los hombres fueron a limpiar el bosque donde te atacaron", aclara Melanie. "Es lo que hacen ahora los caballeros del Sur para protegernos" (doblaje castellano) "Y si les capturan, les colgarán. Y será por tu culpa", exclama presa del rencor India Wilkes. "Una palabra más y te echaré de esta casa, India" (doblaje castellano), indica Melanie, enfrentándose a India y en defensa de Scarlett. "Escarlata hizo lo que debía. Y nuestros hombres hacen lo que creen que deben hacer"· "Frank" "Y Ashley", Scarlett pronuncia los nombres apesadumbrada. "Oh, no es posible" De nuevo se oyen ruidos de pasos y ahora de caballos en el exterior. "Caballos, srta Melly. Aquí vienen" , comenta asustada Mammy. "Estamos cosiendo. Abra la puerta, Mammy"



... pero aparte de eso, no recuerdo nada. El gran... "No recuerdo nada". "Se
vuelven a oír voces en el exterior, esta vez entre risas. Las
mujeres se asoman al ventanal para comprobar a qué se debe semejante
jolgorio. "¡Melly, están borrachos!", exclama Scarlett sin comprender tal actitud. "Déjame a mí, Escarlata. Y por favor, no digas nada", exclama Melanie. "¡Estúpida!", se enfrenta de nuevo India con Scarlett. "¡Silencio!", suena desde fuera la que parece ser la voz de Rhett Butler.






"Se quemaron muchas chabolas. Murieron dos hombres. Y los rebeldes no pueden tomarse la justicia por la mano", los incrimina el capitán yanqui. Butler lanza una carcajada. "¿De qué te ríes?", se extraña el soldado. "No es la noche adecuada para esto. Estos dos han estado conmigo esta noche" "¿Contigo, Rhett?", se extraña el yanqui. "¿Dónde?" "No quiero decirlo delante de las damas" "Mejor que lo hagas", insiste el soldado.

































































































































































































































































































































































































