miércoles, 28 de septiembre de 2022

FRITZ LANG: Una vida marcada por el expresionismo



[Friedrich Christian Anton nacido en Viena el 5 de diciembre de 1890-Fallecido el 2 de agosto de 1976 en Beverly Hills, EE.UU. de infarto a la edad de 85 años] 

 

Sus progenitores, el arquitecto Anton Lang y Paula Schelesinger, hebrea, enraízan sus origenes en Moravia, Polonia. Su madre, convertida al catolicismo cuando el pequeño Friedrich contaba 10 años, influye decisivamente en la educación religiosa de su hijo, ascendiente éste que se vería repetidamente reflejador en su futura carrera como director cinematográfico. En la Technical University  de Viena se inicia en estudios de ingeniería, aunque acaba persuadiendo a sus padres de que su verdadera vocación se halla encaminada hacia el Arte. En 1910, con 20 años, abandonará Viena, convencido de que tan sólo el anhelo por conocer el mundo podrá conceder a sus ambiciones artísticas el mejor de los ímpetus compensadores. Recorre la mayor parte de Europa, y una parte de África y Asia, hasta que en 1913 decide radicarse en París para estudiar pintura.  
 

El estallido de la I Guerra Mundial resulta determinante para su regreso a Viena. Se incorpora al servicio militar y  en el frente ruso y rumano es herido tres veces. Ingresado en un hospital durante 1916 para recuperarse de sus heridas y de los traumáticos horrores (shell shock) vividos en los campos de batalla, su andamiaje ideológico, a lo largo de su convalecencia, empezará a versar sobre la posibilidad de memorizar y escribir sobre todo cuanto ha vivido; testimonios reforzadores de cuantas tendencias "expresionistas" habrá de volcar en su futura carrera como director cinematográfico. Licenciado en 1918 con el rango de teniente se estrena como actor en Viena por un corto tiempo antes de ser contratado como escritor en la German and European Film Industries (1920 a 1930), productora de Erich Pommer, que formaría parte del movimiento "Expresionista Alemán" durante los años del cine mudo, como jefe de producción en Decla-Bioscop, y a partir de 1924 hasta 1926 en Ufa.
 



                                        Erich Pommer

Pommer, que abrió las puertas definitivamente a Lang como director cinematográfico, produjo muchas de las películas más conocidas de la Weimar Republic: "Das Cabinet des Dr. Caligari" (The Cabinet of Dr. Caligari") de Robert Wienne, 1920, "Dr. Mabuse, the Gambler" de Fritz Lang, 1922, "Die Nibelung" de Fritz Lang, 1924.
"Michael"  de Carl Teodor Dreyer, 1924, "Der Letzte Mann" ("La última risa") de F.W. Murnau,1924.
"Varieté" de E. A. Dupont, 1925, "Tartüff" de F.W. Murnau, 1926.
 
"Manon Lescaut" Arthur Robison, 1926, "Faust" F.W. Murnau, 1926,
                          
"Metrópolis" obra maestra de Fritz Lang, 1927. 

Y "The Blue Angel" ("El ángel azul") de Joseph von Sternberg, 1930, con el gran descubrimiento de Marlene Dietrich, y coprotagonizada por Emil Jannings.


Con la llegada del movimiento Nazi, Ufa rescindiría su contrato con Pommer, que en París crearía, de acuerdo con la "Fox Norteamericana", la "Fox Europa", donde produjo "On a volé un homme", 1933, dirigida por Max Ophüls, y "Liliom", 1934, de nuevo con Fritz Lang como director.
En 1936 intervino en las producciones "Fire over England", 193, Vivien Leigh, Laurence Olivier, Flora Robson, James Mason, Leslie Banks, Raymond Massey, Tamara Desni y Morton Selten.


Y "Farewell Again", 1937, de los estudios London Films de Alexander Korda. Tras su etapa en Hollywood, en estudios como la "Paramount", "MGM" y " RKO", volvería a Alemania en 1946. En 1951 crearía la productora Intercontinental Film GmbH. Conseguiría el Golden Globe Award for Best Foreign Film 1955 con "Kinder, Mütter und  ein General". [Había nacido el 20 de julio, 1889 en Hildesheilm, Alemania -Su fallecimiento tuvo lugar en  Los Ángeles, EE.UU., el 8 de mayo de 1966, a la edad de 76 años]
 
 

                  GERMAN EXPRESSIONISTIC MOVEMENT


 


Por medio de su contrato con Erich Pommer, primero en Ufa y luego en Nero-Film, Fritz Lang se integra de inmediato en el "Expressionistic Movement", ya en alza durante la década de los 20. Pommer le dio su primera oportunidad como director en "The Müde Tod" ("Destiny"), 1921, una historia que se estructuraba con tres historias ("Arabian Nights" en Persia, un romance en la Venecia del Renacimiento, y una aventura situada en China), y que, merced a sus magníficos efectos especiales, se encuadraba ya perfectamente en el citado "Expressionistic Movement". En 1920 conoce a la actriz y escritora Thea von Harbou, con la que contrae matrimonio. A partir de entonces, en el período de 1921 a 1933, Thea interviene como coguionista de su marido en "Dr. Mabuse, der Spieler", "Die Nibelungen", y la imprescindible y futurista  "Metropolis".
 

 
En 1931 rueda su primer film sonoro "M", una inquietante historia de un asesino de niñas (Peter Lorre en su primer papel protagonista como el serial-killer Hans Beckert) que es cazado precisamente por el hampa de Berlín, que se encargará de juzgarlo en un oculto almacén. Cuando los enfurecidos apresadores están a punto de matarlo, llega la policía arrestando a Beckert y al resto de los hampones. Cinco jueces se prepararán para emitir un veredicto sobre Beckert. Pero antes de que se anuncie la sentencia, el plano del film ofrece a tres de las madres de las niñas asesinadas llorando. Una de ellas, la madre de la pequeña Elsie Bechmann (la única víctima que aparece en la película), exclama "Ninguna sentencia nos devolverá a los niños muertos. Hay que vigilar más de cerca a los niños". Y tras el fundido en negro de la pantalla añade con marcada amargura: "Todos".

 

En 1932 filmará "Das testament des Dr. Mabuse". Tras la subida al poder de Adolf Hitler en enero de 1933, el nuevo régimen Nazi prohibe la exhibición  del film en las salas alemanas por considerarlo una incitación al desorden público. Lang, en efecto, no había dudado en poner frases usadas por los Nazis en boca de la protagonista. Thea von Harbou no duda en simpatizar con el nuevo Régimen Político que impone Hitler y se une a la NSDAP ("Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán") en 1932. El divorcio, ya inevitable, se produciría en 1933. Lang era consciente de que las  leyes de Nuremberg no tardarían en identificarlo como judío a pesar de que su madre hubiera sido una católica romana convertida, y que él fue criado como tal. Joseph Goebbels, "Ministro de Propaganda Nazi", no dudó en convocar a Lang en sus oficinas para informarle de que su film "Das Testament des Dr. Mabuse" seguiría prohibida en Alemania, pese a haberse sentido muy impresionado por la película y por su talento como director del mismo, especialmente en "Metropolis". Durante aquella visita Goebbels le informó que había decidido nombrarle Jefe de Estudio de Cine Alemán en UFA. Lang no se mostró favorablemente dispuesto a aceptar el cargo. Según declararía, Goebbels le invitó a responder escuetamente y sin perífrasis. Lang sabía que su negativa a aceptar la oferta del entronizado Ministro Nazi no tardaría en hacer estallar la tormenta. Ya había decidido marcharse de Alemania, y antes de que los obstáculos que se opusiesen a su huida se cernieran ante él, abandonó subrepticiamente el país aquella misma noche.










Radicado en París, aquel año de 1934, dirigió "Liliom" del autor Ferenc Molnár, protagonizada por Charles Boyer y Madeleine Ozeray. Esta fue la única película de Lang en francés. Adolf Hitler, su ceño dictatorial y el encumbramiento de su amenazador contingente bélico traían en jaque la política europea. Lang había expresado sin reservas que el nuevo régimen alemán acabaría por desencadenar una segunda contienda en el continente, quizás mucho más terrorífica que la primera. Y profundamente convencido de ello, no dudaría en emigrar a Estados Unidos en 1936.




La eficacia narrativa de Fritz Lang, su lenguaje visual expresionista de una prioridad estética que supo repudiar los efectismos formales hasta entonces en plena efervescencia en la cinematografía norteamericana, le abrirían de inmediato las puertas de Hollywood. Contratado por el gran Estudio MGM, dirigiría su primera película estadounidense "Fury" ("Furia"),  en 1936, un drama estremecedor, protagonizado por Spencer Tracy, Sylvia Sidney, Walter Abel, Bruce Cabot, y Edward Ellis, en el cual un hombre injustamente encarcelado por un delito que no ha cometido, se ve escarnecido por una masa enfebrecida que pide su linchamiento, y entre imágenes truculentas de odio y ferocidad, acaba prendiendo fuego a la prisión donde se supone que el presidiario perecerá entre las llamas. La película ofrendaba una nueva dimensión imaginativa, insólita y subjetivista de la venganza, de la justicia y del castigo. Las imágenes que ofrecería Lang del desquiciamiento diabólico de los rostros entre la multitud poseen, aún hoy, ese clima asfixiante, terriblemente peligroso, cruel y sanguinario a que nos puede abocar todo fanatismo enceguecido. 
 


Tras "Fury", dirige otro magnífico drama policíaco del hombre condenado, pese a ser inocente, en 1937, "You Only Live Once" ("Sólo se vive una vez"), de nuevo con Silvia Sdney, Henry Fonda, Barton MacLane, y Jean Dixon.


En 1939, Fritz Lang decide naturalizarse como ciudadano de los Estados Unidos. Su filmografía norteamericana se movería casi exclusivamente a través de las sinuosidades del cine policíaco, que convertiría así en su género predilecto. En el penetrante estudio que Lang ofrendaría sobre todo tipo de colectividades, ya fueran enclavadas en los temas criminales de mayor actualidad en la Norteamérica que lo acogió, o durante el exterminio físico que significó para el siglo XX la II Guerra Mundial, prevalecerá siempre el gran drama del hombre acosado que debe enfrentarse a la corrupción, la injusticia y el asesinato. El rigor de sus exposiciones, en consecuencia, no alcanzará tan sólo a la moral, sino a la social (en especial en su apartado criminalista) y política (entroncada sobre todo en el belicismo y la barbarie Nazi).
 

Ante las lacras y los errores de una sociedad por la que se mueven personajes que viven sometidos a las transformaciones considerables y negativas de aquel tan cacareado y modélico "way of life" norteamericano, Fritz Lang no dudará en presentarnos el modelo de su postura hostil capaz de convertir al hombre en su propio monstruo, y cuyos elementos más sádicos formarán los resortes estilísticos del nuevo expresionismo de su cine hollywoodense, bautizado como "noir".  Bástenos recordar la brutal secuencia sin concesiones de una de sus más famosas películas negras: "The Big Heat" ("Los sobornados"), 1953, con Glenn Ford, Gloria Grahame, Lee Marvin, Alexander Scourby, Jeanette Nolan y Jocelyn Brando;  en la que Marvin lanza café hirviendo sobre el rostro de la inigualable y extraordinaria Grahame, acto de sevicia que la víctima, parapetada en la oscuridad, repetirá en la cara del asombrado gangster, con un patético acento de vindicativa veracidad, potenciando la negrura agobiante y estremecedora que dará cima a la película.
 
En 1944, alcanza un gran éxito con "The Woman in the Window" ("La mujer del cuadro"), con Edward G. Robinson, Joan Bennett, Raymond Massey, Edmund Breon, y Dan Duryea. Seguiría "Scarlet Street" ("Perversidad"), de nuevo con Edward G. Robinson, Joan Bennett, y Dan Duryea.


Dirigió varios westerns como "The Return of Frank James" ("El regreso de Frank James"), 1940, con Henry Fonda, Gene Tierney, Jackie Cooper y John Carradine; "Western Union" ("Espíritu de conquista"), 1941, -de una mala novela de Zane Grey- con Robert Young, Randolph Scott, Dean Jagger, Virginia Gilmore, y John Carradine.


Y "Rancho Notorius" ("Encubridora"), 1952, con la diva Marlene Dietrich, Arthur Kennedy, Mel Ferrer, Gloria Henry, y William Frawley.  

Sus acerbas críticas a la ferocidad del Nazismo también hallaron un eco extraordinario en el thriller prebélico "Man Hunt" ("El hombre atrapado"), 1941, con Walter Pidgeon, Joan Bennet, George Sanders, Roddy McDowall y John Carradine; y "Hangmen Also Die!" ("Los verdugos también mueren"), 1943, con Brian Donlevy, Walter Brennan, Anna Lee, Gene Lockhart, y Dennis O'Keefe.





A su paso por Hollywood del actor francés Jean Gabin, Lang lo dirigió en el melodrama "Moontide" ("Marea de luna"), 1942, acompañado por la extraordinaria Ida Lupino, coprotagonizada por Thomas Mitchell y Claude Rains. No obstante, no acabó la filmación de la película y fue reemplazado por Archie Mayo.
Una nueva muestra de cine negro y espionaje fue también "Ministry of Fear" ("El ministerio del miedo"), 1944, Ray Milland y Marjorie Reynolds, y "Secret Beyond the Door" ("Secreto tras la puerta"), 1948, con Joan Bennet, Michael Redgrave, Anne Revere, y Barbara O'Neil.


En 1946, vuelve a thriller de espionaje con "Cloak and Dagger" ("Clandestino y caballero"), con Gary Cooper, Robert Alda, Lili Palmer, Vladimir Sokoloff, J. Edward Bromberg, y Marjorie Hoshelle.
La orientación cinematográfica norteamericana durante la segunda parte de la década de los 50, al enfrentarse al desafío que propuso la televisión, va desplazando a los grandes maestros de anteguerra. Los años de posguerra no fueron, en consecuencia, muy afortunados para los veteranos artífices de Hollywood. Y es que la creación en los Studios de la Meca del Cine empieza a interesarse más por el negocio de producción. Y una de las constantes más patentes de los films que se producen en dicha década girará casi siempre en torno al comportamiento atrabiliario de sus hombres y mujeres, indefectiblemente abocados al fracaso. No obstante, Fritz Lang ofrece todavía títulos interesantes de cine negro como "House by the River" ("La casa del río" con Louis Hayward, Lee Bowman, Jane Wyatt, Dorothy Patrick, y Ann Shoemaker, y "The Blue Gadenia" ("Gardenia Azul"), 1953, con Anne Baxter, Richard Conte, Ann Sothern, y Raymond Burr.


En 1950, efectuó una incursión en el cine bélico enclavado en las batallas del Pacífico con "American Guerrilla in the Philippines" ("Guerrilleros en Filipinas") con Tyrone Power, Micheline Presle, Tom Ewell, Robert Patten, y Tommy Cook.



Lang ofreció todavía dos espléndidos melodramas como serían "Clash by Night" ("Encuentro en la noche"), 1952, con Barbara Stanwyck, Paul Douglas, Robert Ryan, una espléndida y juvenil Marilyn Monroe, Keith Andes y J. Carrol Naish. 




Y  "Human Desire" ("Deseos humanos"), 1954, según la novela de Émile Zola, de nuevo con la extraordinaria Gloria Grahame, Glenn Ford, Broderick Crawford, Edgar Buchanan,  y Peggy Maley.


Y siguiendo la linea aventurera del gran escritor inglés Robert Louis Stevenson, Lang adapta para MGM extraordinariamente en formato Cinemascope y Technicolor la novela de John Meade Falkner "Moonfleet" ("Los contrabandistas de Moonfleet"), 1955, con Stewart Granger, George Sanders, Joan Greenwood, Viveca Lindfors, y el magnífico actor infantil Jon Whiteley, a la que se añade una espléndida banda sonora de Miklós Rózsa.





Pero también por tanto el estilo visual de Fritz Lang acabará simplificándose, sucumbiendo, con mayor o menor fortuna,  como sucedería con casi todos los grandes realizadores, a esa nueva cosmovisión pesimista propuesta por la mayoría de los films de mediados de los 50. Las últimas películas de Lang en Hollywood, dos thrillers, "While the City Sleeps" ("Mientras Nueva York  duerme"), con un reparto espectacular Dana Andrews, Ida Lupino, Rhonda Fleming, George Sanders, Vincent Price, John Drew Barrymore, Thomas Mitchell Howard Duff, Sally Forrest, James Craig, Mae Marsh, Robert Warwick y Ralph Peters, y "Beyond a Reasonable Doubt" ("Más allá de la duda"), con con Dana Andrews, Joan Fontaine, Sidney Blackmer, Arthur Franz, y Philip Bourneuf, ambas realizadas en 1956, adolecen ya de un estilo frío y funcional, que ofrecen todos los síntomas de una progresiva decadencia.



El reto y respuesta de Fritz Lang al expresionismo cinematográfico en Hollywood, y al que, junto con su primer mentor Erich Pommer, ambos se habían integrado en su extraordinaria etapa alemana de anteguerra bebiendo en las fuentes (como muchos historiadores indican) del famoso film mudo de Paul Wegener y del danés Stellan Rye "Der Student von Prag", 1913, con Wegener, Grete Berger, Lyda Salmonova y John Gottowt, había, en efecto, consolidado su fructífera carrera durante la década de los 40 y la mitad de los 50 en la gran Meca del cine estadounidense.



En consecuencia la deuda con el cine alemán de sus numerosos films "noir" es enorme, ya que las atmósferas cerradas y opresivas, las obsesivas incertidumbres sobre el funcionamiento de la justicia, y sus cuidadosos estudios sobre las conductas del hombre en la sociedad de su tiempo y el estricto realismo del desvalimiento al que por lo general se ve sometido, enriquecieron y abrieron nuevos horizontes a la cinematografía americana. Pero la carrera de Fritz Lang estaba destinada a tropezar ya sistemáticamente con los nuevos productores, los censores, críticos y ligas puritanas, que habrían de limitar las posibilidades expresivas de tantos directores y actores cinematográficos, así como intelectuales y políticos de gran renombre, abatidos por la absurda y coercitiva coherencia doctrinal que impuso sobre la moral social de Estados Unidos el clima perquisitivo y antidemocrático del tristemente famoso "Comité de Actividades Antiamericanas".
Decidido a abandonar el país que lo acogiera dos décadas anteriores, Fritz Lang vuelve, finalmente, a la nueva República Federal Alemana, para rodar a petición del productor Artur Brauner una nueva versión de "Das Indische Grabmal" con su secuela "Der Tiger von Eschnapur" ("La tumba India" y "El tigre de Esnapur") cuyo guión escribiera Lang junto a su esposa Thea von Arbau en la realización alemana de 1921, dirigida por Joe May, dotadas de un viejo exotismo caduco que había propiciado la ayuda económica de la "República de Weimar". Fueron sus protagonistas  Debra Paget, Paul Hubschmid, Walther Reyer, Claus Holm, y Valery Inkijinoff .





El intento de un envejecido Fritz Lang, que había abandonado su próspero refugio californiano, para reemprender una ya imposible nueva carrera en la cinematografía alemana con lo que se denominó "un retorno nostálgico a los orígenes de aquellos viejos seriales exóticos realizados en su juventud" (y al que volvió de nuevo en 1960 con una tercera versión "Journey to the Lost City", con los mismos actores Debra Paget y Paul Hubschmid)  no se vieron recompensados por el éxito. Dichos films quedaron como piezas aisladas dentro de su filmografía que demostraban, no obstante, una desesperada voluntad de supervivencia de una cinematografía como la alemana de posguerra que se mostraba francamente enferma. Fritz Lang, como detectando la amenaza del resurgimiento neonazi, trataría de renacer literalmente de sus cenizas, resucitando su potencial expresionista a  uno de sus más viejos e inquietantes conocidos en "Die 1000 Tausend Augen des Dr. Mabuse" ("Los crímenes del Dr. Mabuse), también en 1960, con Dawn Addams, Peter van Eyck y Gert Fröbe, su última película con un reparto totalmente inadecuado, que no hallaría ninguna repercusión (pese a ser defendida por la prestigiosa revista "Cahiers du Cinéma") en la nueva Europa, y que revelaba hasta qué punto el nuevo cine alemán era un cine desarraigado, carente ya de personalidad u originalidad.
Tras su regreso a California, acometido por una incipiente ceguera, Fritz Lang moriría el 2 de agosto de 1976 en Beverly Hills, siendo inhumado en el cementerio "Forest Lawn" de Los Ángeles. La complejidad personalísima de Fritz Lang, sus indiscutibles e inolvidables meditaciones sobre los grandes temas de la culpa y el destino emergen de forma ejemplar y escalofriante en las 22 películas americanas que dirigió entre 1936-1956.