[Edward Montgomery Clift, nacido en Omaha, Nebraska, EE.UU. el 17 de octubre de 1920-Fallecido en New York, EE.UU., el 23 de julio de 1966 de infarto agudo de miocardio a la edad de 45 años]
MITO, AMBIGUO, FASCINANTE
Y
AUTODESTRUCTIVO





Empezó
a actuar en los escenarios de Broadway a la edad de 12 años, dando así
comienzo a una brillante carrera como actor teatral infantil. Tras
frecuentar el Actor's Studio neoyorkino, la Meca del Cine le abrió sus
puertas hacia finales de la década de los 40 y a partir de los 50,
convirtiéndolo en uno de los actores más internacionalmente admirados de
Hollywood. No obstante, desde su más temprana edad se mostró como un
joven solitario, demasiado dependiente del excesivo y anulador amor
maternal del que nunca logró liberarse por completo. Su madre le
sobrevivió falleciendo en 1988. Fue extremadamente sensible y distante
en lo que respectaba a su mundo de amistades con otras estrellas famosas
(a excepción de sus misteriosos encuentros con otro mito masculino como
fue Marlon Brando)
Y
su no menos confusa, imprecisa y larga amistad con otro actor de menor
talla como Kevin McCarthy, y muy especialmente con la majestuosa beldad
femenina que fue Elizabeth Taylor, que llegó a amarle con la mayor de
las fijaciones que pueda arrastrar ese trasiego doloroso del amor no
correspondido, dado que la ambigüedad sexual de Clift se mantuvo
completamente desvalida hasta su temprana muerte.
El inesperado fallecimiento por accidente en carretera del nuevo mito en ciernes James Dean lo sumió en una profunda depresión. Su juventud siguió, no obstante, mostrando su lado más gélido hacia toda aceptación que dimanara de esa sutilidad físicamente urgente -oséase sexual- del erotismo con el sexo opuesto. Pese a ser adorado por millones de fans, respetado por cuantos compañeros compartieron con él sus interpretaciones de auténtico lujo, siguió en consecuencia siendo un enigma para todo el mundo. En su corta existencia hubo un fondo de esperpento autodestructivo, acompañado por un trasiego de probables encuentros homosexuales que fueron escondidos. Frustraciones de sexo adulterado que lo empujaron a un inconcebible intento de suicidio, del que logró salvarlo la misma Elizabeth Taylor. Toda apreciación sobre sus comportamientos anti estrella mítificable fue tan insólito como neurótico, y tan patológico como la misma soledad en la que le sorprendió la muerte por infarto a sus 45 años. Lúcido ante los períodos más célebres como actor rebelde y casi inigualable (siguiendo la estela del malogrado e inolvidable John Garfield -fallecido en 1952-, Brando y Dean), siguió atrapado por las extravagancias más illógicas y trágicas de una vida de comportamientos zigzigzagueantes.




Y
una vez vencido así por sus apatías más enigmáticas (sensaciones de no
saber dónde estaba en realidad, de lo que decía o pensaba) se dejó
arrastrar hacía el camino más errático de una fama que parecía odiar y
con la que había decidido acabar definitivamente tras sus últimas
apariciones importantes pero malogradas en "The Misfits" ("Vidas rebeldes"), 1960, y "Freud: The Secret Passion", 1962, ambas dirigidas por John Huston, y muy especialmente en la definitiva interpretación de la mediocre "The Defector" ("El desertor"),
rodada en Alemania y dirigida por Raoul Lévy en 1966, unos meses antes
de su muerte. Por todo ello, Clift dejó tras de sí el insondable
misterio de su ya mencionada ambigüedad sexual, que le torturó a lo
largo de su vida, junto con sus inexplicables angustias y el afán
destructivo que le empujaba a consumir grandes cantidades de pildoras,
drogas y alcohol que no tardaron en acabar con él; y que pese a legar a
sus admiradores una imagen artística de auténtica genialidad
interpretativa, ésta fue acompañada en su vida real por la del hombre
atormentado y difícil que en realidad fue.







El renombrado director Howard Hawks, buscaba un actor joven para su magnífico western "Red River", 1948, ("Río Rojo"), que actuase junto al emcumbrado y actor fetiche también de John Ford: John Wayne. Hawks ofrece así el primer papel cinematográfico a Montgomery Clift que contaba entonces 25 años. Junto a Wayne, intervinieron Joanne Dru, Walter Brennan, Coleen Gray, John Ireland, Noah Beery Jr. y Harry Carey. Hawks lo había visto actuar en los escenarios, e impresionado su espontaneidad interpretativa estuvo dispuesto a contratarlo sin condiciones. Esto, no obstante, despertó en Clift lo que iba a ser a partir de entonces su sentido de independencia en el resto de sus próximas películas. Aunque "Red River" se filmó en 1946, la película se estrenó retrasándose hasta agosto de 1948. Este gran western fue todo un éxito comercial y de crítica, y fue nominado a dos premios de la Academia.




































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