martes, 7 de marzo de 2023

CARLOS SAURA: "Simbólico y naturalista"

 

                                    [Carlos Saura Atarés, nacido en Huesca, España, el 4 de enero de 1932] 

[FALLECIDO EN COLLADO MEDIANO, MADRID, ESPAÑA, EL 10 DE FEBRERO DE 2023 DE INSUFICIENCIA RESPIRATORIA A LA EDAD DE 91 AÑOS]

 


                                                                                -MEMORIAS- 

                                                    “Buscábamos las contradicciones de la censura”




Al principio de su carrera, Carlos Saura era aún deudor de la voluntad documental que le onspiró el neorrealismo italiano. Aficionado, además, a la fotografía, sus documentales y primeros proyectos se acercaban con fuerza a la plasmación de la realidad en términos objetivos. Más tarde, sin embargo, Carlos Saura logró encontrar una estética personal que profundiza en esa realidad por encima de las apariencias. Es, desde entonces, cuando muchos consideran que sus películas se hacen herméticas, aficionadas al símbolo. No es cierto. Las siguientes películas de Saura conforman una obra depurada de elementos  accesorios, viva, y, por tanto, atenta a nuestras circunstancias. Quizás Saura se ha inclinado con más frecuencia por reflejar las condiciones de la burguesía que de otras capas sociales (con excepción quizás de su primer film “Los golfos”, de 1959, y “Deprisa, deprisa” de 1980, y ello haya conducido a algunos críticos a una facilona clasificación negativa de su indiscutible talento como gran realizador cinematográfico. Fuera de nuestras fronteras, no obstante, Carlos Saura ha sido siempre valorado con más justicia. 



Desde que en 1965 realizara la extraordinaria “La caza”, considerada por la crítica de Nueva York como la tercera mejor película europea de aquel año, la filmografía de Saura fue atendida respetuosamente por espectadores aficionados al mejor cine y profesionales de toda la cinematografía internacional. Un ejemplo preclaro fue también “Cría cuervos”, de 1975, que constituyó un impresionante éxito de taquilla en toda Europa y el resto del mundo. Habría que preguntarse, sin embargo, cómo hubiera podido ser el cine de Saura sin las cortapisas con que se encontró en España, fundamentalmente en la primera etapa de su carrera, años 50.


Según él mismo explicó: “Hubo muchos proyectos que la censura no me aprobó. Era necesario en aquella época nefasta para la cultura en general entregar el guión antes del rodaje para que lo viera la censura, que acostumbraba más a rechazar que aceptar. Lo primero que pude rodar fue un cortometraje siguiendo la corriente neorrealista italiana llamado "La tarde del domingo", entre 1956 y 1957, sobre una pequeña novela de Fernando Guillén de Castro [este mediometraje en blanco y negro lo realicé como práctica de fin de curso en el Instituto de Investigaciones y Experiencias Cinematográficas, predecesor de la Escuela Oficial de Cine. Su protagonista eras una joven criada que trabaja sin descanso y aguanta con paciencia las malas formas de sus empleadores con tal de disfrutar de su tarde de domingo, las únicas horas libres en toda la semana, que finalmente no devuelven la recompensa esperada en una España gris y plomiza] Y que ni siquiera llegó a estrenarse. El proyecto de “La caza” surgió de estas circunstancias. ¿Qué se podía hacer con la menor cantidad de elementos posibles, es decir, prácticamente sin dinero, y con un tema que, aparentemente al menos, no ofreciera problemas y fuera hasta extraño para el siempre desconfiado censor? ¿Qué se podía hacer con unos personajes que se limitaban a ir a cazar conejos a un pueblo de Castilla? Había una contradicción entre los intentos liberalizadores del político, escritor, periodista, y militar José María García Escudero con su afán por introducir en el cine español a gente joven y los estamentos conservadores de toda la vida que permanecían en sus puestos con la misma capacidad de decisión que antes, o sea todos los tiempos anteriores a la Guerra Civil, y así debían seguir en la dura posguerra de la nueva España. El cine que se hizo en esta época, en los años 60 e incluso el que se ha hecho después, ha sido producto de esa constradicción. Fue posible, sí, que alguna película aislada hubiera podido escabullirse de dichas normas, “colándose” entre todas. Pero lo cierto es que la mayoría de los guiones que entonces tenían los jóvenes que ansiaban hacer cine cuando mo se pudieron llegar a rodar nunca. 

El Ayuntamiento de Cuenca encargó en 1958 a un jovencísimo Saura un documental sobre la provincia y, sobre todo, la audacia de darle libertad. La voz en off fue de Francisco Rabal. El rodaje, planteado para 15 días, se alargó un año. El cortometraje, que iba a durar 20 minutos, acabó siendo un mediometraje de 45. El resultado no gustó en el Ayuntamiento pero se decidió que fuese el pueblo de Cuenca, que había pagado por el documental, el que tuviese la última palabra viéndolo en un cine. Afortunadamente, dieron su aprobación.


"La Caza", 1966, fue una vigorosa parábola buñuelesca premiada con el Oso de Oro en el Festival de Berlín por la valentía e indignación con que presenta una situación humana característica de su tiempo y de su nueva sociedad en una España de posguerra en recuperación"
"En mi caso, estoy convencido de que he podido seguir haciendo cine por haber optado por una línea indirecta para decir las cosas, dando un rodeo muy calculado para poder llegar a decir lo que quiero: es el sistema que hemos utilizado unos cuantos compañeros del cine español para poder saltar las limitaciones de la censura. No podíamos, por ejemplo, coger una cámara, salir a la calle y hacer un cine documental, puesto que la realidad que nos rodeaba era muy dura y la censura nunca habría dejado que la plasmáramos, como hicieron los grandes neorrealistas italianos, en la pantalla grande. Fue así, y es muy cierto, el porqué todas mis peículas tuvieron problemas con la censura. Hubo títulos como “El jardín de las delicias” que estuvieron retenidos cerca de un año porque nos negábamos a aceptar los cortes que nos exigían. Anecdóticamente puedo decir que incluso “La caza” tuvo sus problemas: nos prohibieron el título orginal, que era “La caza del conejo”: los censores se quedaron horrorizados (hasta ahí llegaba su estulticia) creyendo que se trataba de otro tipo de película y, desde luego, no aceptaron que se llamase así. Su absurda insistencia para permitirla fue que desapareciera la palabra “conejo”. Y, claro, tampoco aceptaron que se hicieran  referencias concretasa la Guerra Civil Española. Insistieron concienzudamente que de la guerra (las otras: europeas, norteamericanas, asiáticas) podíamos hablarlo que quisiéramos,pero de la española ¡ni una sola palabra!"

                                                              Carlos Saura y Geraldine Chaplin

Convivió con Geraldine Chaplin durante más de una década (1967-1977) y de esta relación en 1974 nació su hijo Shane. Fue una etapa cinematográfica de excepción, en la que la Chaplin intervino en diez películas con él, y algunas de ellas  sus mejores realizaciones: "Stress-es tres-tres", 1968, con Juan Luis Galiardo, Fernando Cebrián, y Porfiria Sanchiz [Gran fracaso en taquilla) "Peppermint  Frappé", 1967, con José Luis López Vázquez, Alfredo Mayo, Emiliano Redondo. (Primer éxito de critica y nuevo fracaso en taquilla) Ganadora, no obstante, del Oso de Plata en el Festival de Berlín.




"La Madriguera", 1969, con Per Oscarsson, Teresa del rio, Julia Peña, y Mª Elena Flores. "Ana y los lobos", 1973, con Fernando Fernán Gómez, José María Prada, José Vivó, Rafaela Aparicio, y Charo Soriano. 
 
 

"Cría Cuervos", 1976, con Ana Torrent Mónica Randall, Mayte Sánchez, Florinda Chico, Germán Cobos, Héctor Alterio, Conchi Pérez. Gran éxito de taquilla y crítica y premiada: Cannes: Premio Especial del Jurado", Premio César: Mejor Película Extranjera" "Globos de Oro: Nominada Mejor Película Extranjera"  "Elisa, vida mía", 1977, con Fernando Rey, Isabel Mestres, Norman Briski, y Ana Torrent. [Premio al Mejor Actor: Fernando Rey, en el Festval de Cannes]



"Los ojos vendados",
1978, con
"Los ojos vendados", 1978, con José Luis Gómez, Xabier Elorriaga, Carmen Maura, Verónica Forqué, y Lola Cardona. Y "Mamá cumple 100 años", 1979, [secuela naturalista de "Ana y los lobos], con Rafaela Aparicio, Fernando Fernán Gómez, Amparo Muñoz, José Vivó, Norman Briski, Charo Soriano, Norman Briski y Rita Masiden. [Nominada al Oscar "Mejor Película Extranjera", "Prebio Especial del Jurado Festival de San Sebastián", "Festival de Chicago: Premio Mejor Guión"].





A sus dos mediometrajes "La tarde del domingo", 1956-57, y "Cuenca", 1958, siguió "Los golfos", 1960, que coincidió en temática con "Los chicos", film del director novel italiano radicado en España Marco Ferreri, rodado en 1959.

Su proyecto inmediato sería, en 1964, una ambiciosa recreación en sistema Videoscope sobre la figura histórica de José María "El Tempranillo", bandolero andaluz del siglo XIX que combatió  a las fuerzas del absolutista Fernando VII dando su apoyo a los liberales, atracando diligencias y desafíando al propio monarca, ganándose un lugar en la leyenda del bandolerismo. El famoso personaje fue interpretado por Francisco Rabal, al que acompañaron la italiana Lea Massari, los franceses Lino Ventura y Philippe Leroy, además de Manuel Zarzo, Agustín González, al que se añadió un cameo como verdugo de Luis Buñuel. El film sufrió numerosos recortes por la censura, siendo restaurada en su versión completa en 2018 por la Filmoteca Española.

Tras el éxito conseguido en el Festival de Berlín con "La Caza", 1965, con un cameo de Geraldine Chaplin, rueda "El jardín de las delicias", 1970, con guión de Rafael Azcona, premiada con el Premio San Jorge, e interpretada por  José Luis López Vázquez, Francisco Pierrá, Luchy Soto, Lina Canalejas, y Julia Peña. Y en 1973, recibe el Premio Especial del Jurado en el Festival de Cannes con "La prima Angélica", de nuevo con guión de Rafael Azcona, e interpretada por José Luis López Vazquez, y Lina Canalejas, Fernando Delgado, Julieta Serrano, Lola Cardona, Encarna Paso, Luis Peña y María Clara Fernández de Loaysa.
Recuperando el tono naturalista de "Los golfos", rueda en 1981 "Deprisa, deprisa", una nueva recreación de vivencias juveniles delictivas [conocidas por "quinquis"] en barrios marginales, que optó al Oso de Oro en el Festival de Berlín,  con  Berta Socuéllamos, José Antonio Valdelomar, Jesús Arias, y José María Hervás Roldán. Y ese mismo año inicia la que se consideraría una nueva etapa de films musicales con la recreación de "Bodas de sangre", de Federico García Lorca, con los bailarines Antonio Gades, Cristina Hoyos, una breve aparición de Pepa Flores "Marisol", Juan Antonio Jiménez, y Pilar Cárdenas.

En 1982, rueda "Dulces horas" con Iñaki Aierra, Assumpta Serna, Ofelia Angélica, Álvaro de Luna y Marion Game. "Antonieta", en México, con reparto internacional compuesto por  Isabelle Adjani, Hanna Schygulla, y Carlos Bracho.


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En 1983, rueda un nuevo musical basado en la obra de Prosper Mérimée y Georges Bizet, "Carmen", adaptado parte de la música del musico francés y colaboración extraodrdinaria del guitarrista Paco de Lucía. El film cuenta de nuevo con Antonio Gades, Cristina Hoyos, una breve aparición de Pepa Flores, y un nuevo descubrimiento la bairlarina Laura del Sol. El film ganó el premio Bafta a la Mejor Película de Habla no Inglesa, y el Premio al Mejor Director, Mejor Actriz de Reparto: Cristina Hoyos, y Mejor Película en la 39ª Edición de las Medallas del Círculo de Escritores Cinematográficos.

"Los zancos", de 1984, con Fernando Fernán Gómez, Antonio Banderas, Laura del Sol y Francisco Rabal pasa desapercibida por taquilla. Y en 1986, acomete un nuevo musical basándose en "El amor brujo", de Manuel de Falla, de nuevo con Antonio Gades, Cristina Hoyos, Laura del Sol, Juan Antonio Jiménez, y Emma Penella. El film recibió el Premio Goya a la Mejor Fotografía y Vestuario.


En 1988, Saura acomete la gran epopeya "El Dorado", sobre el controvertido y demente conquistador  Lope de Aguirre, que se convierte en la película más cara del cine español. Recibe 8 nominaciones al los Premios Goya, y es nominada a la Palma de Oro en el Festival de Cannes. Fue distribuida como miniserie en TVE, y contó con una gran reparto: el actor italiano Omero Antonutti, el francés Lambert Wilson, Eusebio Poncela, Inés Sastre, José Sancho, Abel Vitón, Francisco Algora, Feodor Atkine, Patxi Bisquert.

 



Siguió "La noche oscura", de 1989, sobre la figura del poeta místico Fray Juan de la Cruz, interpretada por Juan Diego (nominado como Mejor Actor al Premio Goya), y coprotagonizada por Fernando Guillén, Manuel de Blas, Abel Vitón, y Maria Elena Flores. Y en 1990, "¡Ay, Carmela!", de José Sanchís Sinisterra, con una espléndida Carmen Maura, Andrés Andrés Pajares, Gabino Diego, Miguel Rellán, y José Sancho. El film recibió 13 premios Goya: Mejor Película, Mejor Actriz, y Mejor Director. Y Carmen Maura recibió el Premio del Cine Europeo a la Mejor Actriz. Y Andrés Pajares al Mejor Actor en el Festival de Montreal.
Siguieron escasos éxitos de taquilla con los thrillers"¡Dispara!", 1993, interpretada por la actriz italiana  Francesca Neri, Antonio Banderas, Eulalia Ramón, y Coque Malla. "Taxi", 1996, con Ingrid Rubio, Carlos Fuentes, Ágata Lys, Ángel de Andrés López y Maite Blasco.


"Pajarico" 1997, con Francisco Rabal, María Luisa San José, Eulaloa Ramón,  Manuel Bandera, y Alejandro Martínez. Y el nuevo musical "Tango", 1998, film argentino con  Miguel Ángel Solá, Cecilia Narova, Mía Maestro, Enrique Pinti, y Juan Carlos Copes.

Y dos de sus mejores películas "Goya en Burdeos", 1999, con Francisco Rabal (Goya a la Mejor Interpretación-Satellite Awards: Nominada a la Mejor Película Extranjera), José Coronado, Maribel Verdú, Eulàlia Ramon, y Dafne Fernández. Y la surrealista "Buñuel y la Mesa del Rey Salomón", 2001, con El Gran Wyoming, Pere Arquillué, Ernesto Alterio, y Adriá Collado.

En 2002 vuelve con un nuevo musical "Salomé, con los bailarines Aida Gómez, Carmen Villena, Javier Toca, Pere Arquillué, Paco Mora, Cecilia Rivera y Pilar Arteseros. Inspirado en los macabros sucesos de Puerto Hurraco, el pueblo extremeño donde, en el caluroso verano de 1990, tuvo lugar un enfrentamiento entre dos familias que desembocó en una matanza que conmocionó a toda España filma su última gran película "El séptimo día", 2004, con interpretaciones magistrales del gran actor español radicado en Francia  José García, Juan Diego, José Luis Gómez, Victoria Abril, Yohana Cobo, Elia Galera, Ramón Fontserè, Eulalia Ramón y Carlos Hipólito. 
 
En 2009 y 2021, Carlos Saura remata su etapa como director de musicales con "Io, Don Giovanni", con Lorenzo Balducci, Lino Guanciale, Sergi Roca, Borja Quiza, y Emilia Verginelli [Musical que trata sobre los entresijos de la creación de la famosa ópera de Mozart], y "El rey de todo el mundo", con  Isaac Hernández, Greta Elizondo, Giovanna Reynaud, Ana de la Reguera, y Enrique Arce.

Filmó nuevos documentales como "Sevillanas", 1992, "Iberia", 2005, "Fados", "Flamenco, flamenco" 2010, y "Las paredes hablan", 2022.
Para la Ópera de Sttutgart dirigió en 1991 "Carmen" de George Bizet. Y en 2019, "Don Giovanni" de W. A. Mozart  para Amigos de la ópera de La Coruña.
Autor de una de las filmografías más coherentes y ricas del cine español desde su primer largometraje en los años 50 hasta los últimos años de su vida como realizador cinematográfico.







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