


Mauro Bolognini, al parecer, ansioso por conformar su empeño adorador de la joven Claudia Cardinale le ofrece en 1962 uno de sus mejores papeles: la fulgurante y maliciosa "comehombres", y en el fondo desesperadamente infeliz Angiolina Zarri en "Senilità" ("Senilidad"), magnífica adaptación de una novela del irregular Italo Svevo. Compartió cartel con Anthony Franciosa, Betsy Blair y Philipe Leroy.




En Trieste, Italia de anteguerra, Emilio Brentani (Franciosa), al acercarse a los 40, ha vivido entre ideas de solterón empedernido y libros, y busca una relación amorosa a corto plazo, pero sin responsabilidades. En realidad, le mueve el deseo de emular a su amigo Stefano Balli (Leroy) un escultor mujeriego al que se disputan todas sus modelos. Brentani no deja de ser también un soñador de aventuras sensuales leídas en los libros, pero cuya lubricidad no ha experimentado nunca. Conoce a la joven Angiolina
(Cardinale), una joven bellísima y vivaz, a la que él considerará
una encantadora ingenua a quien poder educar según sus equivocadas
concepciones de un sensual noviazgo sin matrimonio.


Felizmente, Emilio le
cuenta a su
hermana, Amalia (Blair), con quien comparte vida de soltería, el alegre y prometedor encuentro. Amalia trata
ante todo de disuadir a su solterón hermano para que no cometa ninguna
tontería, ya que la muchacha puede romper su equilibrado ritmo de vida. Y
la pregunta pertinente es "si la jovencita es honesta" Los comentarios de un colega de oficina alteran las preconcebidas ideas de recato y decencia que Emilio confiere a Angiolina. "Puede no ser el "angelito" que sugiere su nombre", expone el compañero. En una visita al hogar de los Zarri, las fotos que Brentani ve en casa de Angiolina también sugieren que ha conocido a varios hombres anteriormente. 


Trieste se revela también como un entorno de progresivos encuentros poco
recatados de la joven con otros hombres. En un restaurante, junto a Brentani y Balli, éste la convence para que sea su próxima modelo y pose para él "vestida". Pero Emilio comprobará que no ha sido así en una visita al estudio y descubrir la escultura desnuda.


Angiolina, envuelta en una relación desesperada con Brentani,
que rechaza cualquier promesa matrimonial con ella, despierta, pese a
todo, concienzudamente, sus celos al indicarle que se casará muy pronto
con un adinerado maduro que la pretende desde hace años. Comienza una
peregrinación erótica de encuentros y desencuentros, muchas veces
violentos, entre ambos. Un cúmulo de mentiras y desdenes por parte de
ella y una búsqueda desesperada de él por hallar un sentido razonable,
adaptado a sus razonamientos de solterón, a aquella relación sin
esperanza. 




Al mismo tiempo, la solterona Amalia, tras las visitas constantes a su hogar del escultor, siempre en compañía de su hermano, se enamora enloquecidamente de Stefano. Emilio se opone ferozmente a ese sentimiento e impide que Stefano vuelva a casa y vea a Amalia. Todo ello desencadenará consecuencias trágicas. Amalia, terriblemente perturbada y deprimida, muere.




Angiolina,
carente de futuro y entregada a una existencia de promiscuidad,
desaparece definitivamente de la triste vida de senilidad prematura que
ahora, en amarga soledad, acomete a Emilio Brentani. El solterón se desvanecerá también, tras un último encuentro con Angiolina en
el que será golpeado por un amante de turno. Con una carga de
pesadumbre bastante notable, ella le mostrará su desprecio y una
insultante lástima, alejándose con su nueva pareja. La imagen de Brentani,
entre la bruma húmeda del Trieste portuario, se disipa así sin tener
muy claro si podrá recomponer la atroz realidad de su nueva vida en soledad.. 
Dotada de un majestuoso realismo, "Senilitá", en manos del extraordinario Mauro Bolognini,
se convierte en una insólita combinación de elementos eróticos
decididamente morbosos, donde la hipérbole erótica de sus protagonistas
se dobla y se desdobla continuamente, perfectamente dosificada por una
especie de carcoma anímica, de interiorista suspense casi inmoral y "fou" 



























































No hay comentarios:
Publicar un comentario