


"Terminado en septiembre de 1936, reza mi libro. Increíble. Han pasado tres años. He vuelto a Alejandría. ¡Qué locura! Recuerdos. Ser sólo un recuerdo habría molestado enormemente a Justine. Ella dominaba Alejandría. Parecía envuelta en un halo dorado, era la hermana de mil reinas despóticas. ¡Cómo envidiábamos a su marido Nessim! Su mujer, su poder, la gran vida que le suponíamos. Pursewarden, secretario de la Embajada Británica. Mientras reíamos con sus maliciosas pullas, temíamos ser su próxima víctima. Ellos eran las maravillas modernas de Egipto. Pero su verdad habría hecho a un mendigo contento de su suerte" "Sólo Melissa era lo que parecía. La ingenua Melissa nos ligaba a todos sin saberlo, con su mera existencia"  






[El profesor de inglés y poeta Darley (Michael York) se ha mudado a Alejandría para ampliar sus horizontes. Una
 noche, está en la cama cuando oye un alboroto fuera de la ventana de la
 pequeña habitación en la que vive y no puede resistirse a mirar para 
ver qué está pasando, momento en el que ve a una bailarina del vientre, Melissa (Anna Karina),
 que ha huido del club nocturno en el que trabaja después de ser 
envenenada con la llamada "mosca española" por una mesa de marineros 
estadounidenses] 






[Será el joven Darley quien la lleve hasta su habitación, y la ayude a recuperarse tras la llegada de un medicucho llamado Balthazar (Severn Darden). Una ambulancia lleva a Melissa hasta el hospital]. forjándose en el proceso una estrecha amistad que florece en un romance casual]  





























[Una vez repuesta, Melissa acude al apartamento de Darley, forjándose en el proceso una estrecha amistad que poco después florece en un romance casual, al que pondrá término la aparición de la atractiva Justine]

































Alejandría,
 un mundo de contradicciones, un área propagandista de seres frustrados,
 pervertidos. Una cultura que prende, a través del proceso histórico, en
 los sentimientos autoritarios de quienes jamás logran inyectarse 
confianza en sí mismos, pese a sentirse ganadores. Una supremacía 
colonial que siempre lamentará su derrota. Un universo ofensivo, burlón,
 que esconde sus depresiones. Una forma de vida que suprime su 
desesperación a través de una comprometida capa de dignidad, y que 
siente horror a exteriorizar su debilidad, a su incapacidad de sentirse 
feliz. Alejandría late con violencia. Desfallece de nostalgia, de 
ansiedad, de corruptas emociones  que la rebasan. Un instante decisivo 
en la historia de Egipto. Un estado letárgico preso de la angustia. Un 
mundo que busca otras salidas, mientras gira la bola de la ruleta 
histórica. Una medida oscura del amor que jamás compensa ni se colma. Un
 impulso fatídico por crear e inventar una nueva magia para los deseos y
 los sueños, que subsisten tan sólo en el engañoso filtro que 
proporcionan con cuentagotas esas deseadas emociones que podría 
alimentar, sin llegar a hacerlo, el verdadero amor. Alejandría 
conmovedora, espléndida y ávida. Un borde de la existencia en la que 
cada segundo de la vida parece necesitar de una milagrosa fuerza divina,
 y que acabará por desgarrarse en un torbellino de odios entre 
musulmanes y coptos;  en una frágil nube de recuerdos irrecuperables, en
 una melancólica luz de fascinación inevitablemente interrumpida por el 
tiempo. Alejandría y un nombre "Justine" que acabará también disipándose como por encanto. 
El joven profesor irlandés y escritor en cierne Darley,
 se aproxima a esa realidad apasionada y corrupta 
que le circunda. Alejandría será en todo momento la presencia mítica. Un
 volcán cosmopolita: "Apareció un joven alto, de rara belleza, irradiando el gozo de la absoluta pureza. Un joven poeta sensible en una ciudad que ha pactado con la obscenidad" 
Y será el secretario de la embajada británica Pursewarden (Dirk Bogarde), quien le presente a alguien...
Ese alguien es la misteriosa belleza Justine (Anouk Aimée), una activista judía -quien recorre los barrios deprimidos de Alejandría para luchar contra la  prostitución infantil-, y casada con el representanate judío en Alejandría Nessim (John Vernon)

Darley se verá envuelto en
 conspiraciones centradas en el tráfico de armas a los judíos en 
Palestina a expensas de los británicos, con una pizca de disputas 
interreligiosas de por medio entre judíos, coptos (cuyo lider será un 
fanático y exaltado Narouz (Robert Forster) -hermano de Nessim-, y la oposición musulmana que finalmente asesinan a Narouz. Una
 realidad humana de seres que se reinventan a sí mismos en el proscenio 
interminable, excitante, procesionalmente patético, que jamás traiciona a
 los conflictivos y deterministas dioses que insuflan vida a sus actos. 




El tímido Darley, aunque particularmente fascinado, se 
muestra incapaz de entender ese carrusel de oropel, ruidoso y depravado 
en el que sobresale el homosexual "Toto" Mountoluve (Cliff Gorman), y el desinhibido Pombal (Philippe Noiret), tan
 vulgar como inútil y pervertido. Así Alejandría sigue siendo una fachada vergonzante alrededor  de la cual hombres y mujeres giran, se observan, se
 aman, se atormentan, mienten y fracasan entre la carcoma fangosa de sus
 tragedias cotidianas.ILUSTRACIÓN EN LA PELUQUERÍA DE MNEMJIAN
                     LA INESPERADA VISITA DE JUSTINE




















































































































































































































































































































































































































































































































































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