lunes, 14 de diciembre de 2020

La tía Tula -II- MIGUEL PICAZO-AURORA BAUTISTA-CARLOS ESTRADA


Hasta dos años después, 1967, no volvió a la dirección. "Oscuros sueños de agosto", con Viveca Lindfors (papel que inexplicablemente, rechazó Aurora Bautista), Sonia Bruno, Francisco Rabal, Julián Mateos, Alfonso del RealJosé María Prada, y Enriqueta Carballeira.  


 

En los años siguientes, trabajó como profesor en la "Escuela Oficial de Cine" y realizó varios trabajos para Televisión Española. Cineasta selectivo y exigente, en esta etapa se mantuvo alejado del cine. En dicho medio adaptó "Memorias del Marques de Bradomin"- "Sonata de Primavera" de Ramón María del Valle Inclán, y "Entre Visillos" premio "Nadal" de Carmen Martín Gaite, con Charo López.


En 1977 estrena su tercera película para la pantalla grande "Los claros motivos del deseo", con promesas juveniles, hoy desvanecidas,  como Cristina Ramón, Emilio Siegrist, Patricia Adriani, y actrices de talla como Julia Gutiérrez Caba y María Luisa Ponte. Rodada en Guadalajara y Madrid, retrata una obsesión juvenil de Andrea por su esquivo vecino Javi, donde los adolescentes se enfrentan a los primeros problemas sexuales en tú a tú frente a la fuerte represión moral en el ambiente provinciano de su ciudad. Rodada con pocos medios pero con gran talento, Picazo incluyó un protagonista ambiguo, hermano de Andrea, cuya homosexualidad le lleva hasta límites dolorosos provocados por el desprecio que Javi siente por ambos. Picazo logra un enfoque bastante acertado del caso muy agradecible y de excelente factura. No obstante, la repercusión del film fue nula, pese a tratarse de un brillante drama sexual.


Al año siguiente Picazo logra brillar a una altura suprema, casi insuperable, creando un gigantesco armazón dramático sobre la figura de San Juan de Dios en "El hombre que supo amar", con una riqueza de detalles ambientales y una articulación interna de magníficos  personajes propias de un cineasta de fuste como demostró ser en "La tía Tula". Pese a todo, este fabuloso relato agigantado de avatares históricos y de una plenitud capaz de calar en el espectador con rotundos efectos de emotividad, entre escenas de un naturalismo impresionante, fue masacrado por la crítica, tachado de tosco, de pseudodidáctico, demagógico y tendencioso. Fue  retirado de las pantallas al siguiente día de su estreno en Madrid en los cines Cartago y Novedades. El enfrentamiento de Juan Ciudad con las estructuras sociales, políticas y religiosas de su tiempo es utilizado por Picazo para resumir los conflictos de una época bastante compleja., no volviendo a ser proyectado nunca más en cine alguno de España. Se criticó también a Picazo que había puesto en solfa un derroche de medios no controlados, con escenas de masas desafortunadas. Sufrió así una incomprensión vergonzosa y despiadada en su estreno, y aún hoy, la película permanece olvidada, tratándose de un film inusual, modélico y espectacular a todas luces. 


La película contó con un reparto extraordinario encabezado por el actor inglés Timothy Dalton, Antonio Ferrandis, el también británico Jonathan Burn, José María Prada, Ángela Molina, Antonio Casas, Alberto de Mendoza, José Vivo, Pilar Bardem, Fernando Hilbeck, Victoria Abril y una extraordinaria Queta Claver, en una de las mejores interpretaciones de su hoy olvidada  trayectoria artística.

Recreación de la vida de Juan Ciudad, luego San Juan de Dios, en la Granada del Siglo XVI. Picazo no ahorró nada: ruidosos burdeles, prostitutas, pícaros, mendicantes, locos, leprosos, tullidos, moriscos quemados, violaciones, torturas, autopsias a lo vivo... Y la Maldad personificada en la Inquisición y la Verdad en la figura de Juan Ciudad.



El enfrentamiento de Juan con las estructuras sociales, políticas y religiosas de su tiempo fue utilizado por Picazo para resumir los conflictos de una época bastante controvertida y no menos terrorífica.





"Extramuros", 1985 es su siguiente película basada en la novela homónima de Jesús Fernández Santos, publicada en 1978 y galardonada con el "Premio Nacional de Literatura". El reparto cuenta con las presencias sensacionales de Carmen Maura, Mercedes Sampietro, Manuel Alexandre, Esperanza Alonso, Assumpta Serna, Aurora Bautista, Antonio Ferrandis, Conrado San Martín, Luisa Sala, Cándida Losada, Fernando Cebrián y Manuel Alexandre, entre otros muchos.




Una ambientación extraordinaria en la Castilla del siglo XVI, sugiere una relación morbosamente ambigua entre dos monjas residentes en un convento a punto de ser clausurado, y en el que se ha instalado una auténtica guerra de odios entre las monjas. Además la indigencia, el hambre y la falta de ayuda por parte del clero castellano hacen estragos. Una de las monjas, Sor Ángela-Mercedes Sampietro, para evitar la clausura de la casa conventual finge reproducir las llagas de Jesucristo, infligiéndose terribles heridas en las palmas de sus manos con la connivencia de su enamorada SorAna- Carmen Maura. 


La atmósfera de superstición se mezcla con un erotismo sutil.  La ignorancia llevará a gentes de toda condición hasta el convento en la creencia de que dicho milagro podrá sanarles de todos sus males. Hasta uno de los hombres más importantes de España alojará a su propia hija en un convento tan santificado. La Inquisición hará también acto de presencia esclareciendo la gran mentira.

 




Ambas monjas serán castigadas. El faso milagro puede llevar a ambas a la hoguera. Y el convento es finalmente clausurado. Sor Ángela morirá entre las caricias que le prodiga Sor Ana.  
 
 

Mercedes Sampietro fue premiada con la "Concha de Plata a la Mejor Actriz" en el Festival de San Sebastián de1985. Dos cines madrileños se negaron a estrenarla, alegando "motivos de conciencia" por la relación amorosa entre las dos monjas. Picazo aseguró que "era una relación fortísima, entre mística y carnal, que en ningún momento se llega a ver en la pantalla"
 
 


Miguel Picazo también trabajó como actor secundario o episódico, en películas como "El espíritu de la colmena", 1973, de Victor Erice, en "Remando al viento",1988, de Gonzalo Suárez, y "Tesis", 1996, de Alejandro Amenábar, dando vida al profesor Figueroa.

En enero de 1997 recibió el "Premio Goya de Honor" en reconocimiento a su trayectoria.


 
                                                                      ¡Adiós señor Picazo! (R.I.P.)

¿Qué fue de Miguel Picazo?
Aunque Picazo naciera en Cazorla, siempre se sintió guadalajareño e incluso era su voluntad pasar en Guadalajara sus últimos días, (llegó a visitar varias residencias de mayores) y hasta pidió que sus cenizas fueran esparcidas por las laderas del "Pico del Águila", camino de Tórtola, en lo que él llamaba "su lugar del alma", aunque finalmente fuera enterrado en Jaén, en abril de 2016. Tras "La Tía Tula", sus siguientes películas vivieron circunstancias adversas. No recibieron el apoyo masivo del público. Cineasta de grandes posibilidades, no contó tampoco con el soporte económico de los productores. Como él mismo confesó: "Me he dedicado a vivir, lo cual no es poco. He estudiado, he escrito, y, por supuesto, he seguido viviendo. Rabiando, pero he vivido."






 
[Nacida en Villanueva de los Infantes, Ciudad Real, el 15 de octubre de 1922- Fallecida en Madrid, el 27 de agosto de 2012 de insuficiencia respiratoria a los 86 años]​

Estudió en el "Instituto-Escuela" de Madrid, ciudad en la que transcurrió su juventud. Al acabar la Guerra Civil, tuvo que sufrir la represión franquista, dado que su padre fue condenado a muerte por haber colaborado con la Segunda República. Y después deportado a 700 kilómetros de Madrid. Junto a su familia, la joven Aurora, ya aspirante a actriz, se trasladó a Barcelona donde cursó estudios de "Arte Dramático", a partir de 1941,  con el ensayista, poeta, crítico literario e historiador de literatura española Guillermo Díaz-Plaja y la actriz catalana Marta Grau i Porta en el "Instituto del Teatro". Allí, la descubrió el director teatral Cayetano Luca de Tena  cuando acudió a impartir una conferencia. Luca de Tena, convencido de las dotes dramáticas de Aurora Bautista, la contrataría para la compañía del "Teatro Español".

Debutó profesionalmente en 1944 en la obra "La malquerida" de dramaturgo Jacinto Benavente (galardonado con el "Premio Nobel de Literatura" en 1922) con la compañía de la actriz argentina, radicada en España, Lola Membrives.  En 1945, Cayetano Luca de Tena la añade al reparto de "El sueño de una noche de verano" de William Shakespeare, que se representó en el "Teatro Español" ​ Seguirían, entre otras, "La conjuración de Fiesco", 1946, de Friedrich Schiller,  "El monje blanco", 1946, de Eduardo Marquina"El sí de las niñas", 1948, de Leandro Fernández de Moratín, "María Tudor", de Victor Hugo, "Antígona" de Sófocles, "El águila de dos cabezas", de Jean Cocteau, "Elburgués gentilhombre", de Moliere, y "Ricardo III" de Shakespeare.


 
 
 


El por entonces afamado actor (había aparecido como galán junto a Imperio Argentina en "Nobleza baturra" de Florián Rey) y director cinematográfico Juan de Orduña, que asistió a muchas de estas representaciones del "Teatro Español", viendo las enormes posibilidades dramáticas de la Bautista, le ofreció el papel principal de la película que iba a empezar a rodar en 1948: "Locura de amor", (escrita en 1885 por el dramaturgo Manuel Tamayo y Baus, historia romántica que narra los celos de Juana "la Loca", hija de los Reyes Católicos y esposa del príncipe Felipe I de Castilla, apodado "El Hermoso", duque titular de Borgoña que murió en 1506 a los 28 años, dejando desolada a Juana). La película de Orduña, en la que intervinieron también Fernando Rey, como Felipe I, Jorge Mistral y Sarita Montiel, además de un gran reparto de famosos secundarios de la época, convirtió a Aurora Bautista rápidamente en una de las estrellas más destacadas del cine español del momento. Fue la suya una interpretación vehemente, vivida por la actriz con gran conmoción dramática, quizás excesivamente declamatoria, que se adaptaba de forma perfecta, por su fuerte "overacting" lleno de una fuerza y turbulencia muy medieval, a las exigencias del cine histórico hispano que empezó a fructificar en la década de los 40 y parte de los 50.



No obstante, hay que recalcar que se trataba de un cine histórico de aires acartonados, casi de falsete, pero que trataba de emular las grandes aventuras del cine de Hollywood. La mayoría de las estrellas españolas que intervinieron en este ciclo histórico se hallaban contratadas por "Cifesa Films" que, en este sentido, trataba de rivalizar también con los grandes estudios norteamericanos, fomentando el "sistema de estrellas" como atracción popular de un público de posguerra al que "todo le daba igual" De ahí surgió la importancia taquillera de nombres como los  portugueses Antonio VilarVirgilio Teixeira, y Manuel Luna, Rafael Rivelles, Fernando Rey, Jorge Mistral, José Nieto, Alfredo Mayo, Rafael Durán, Maruchi Fresno, Ana Mariscal, Amparo Rivelles, Conchita Montenegro,  el puertorriqueño Armando Calvo, y por supuesto Aurora Bautista. Los sueldos cobrados por estos actores y actrices fueron, al parecer, realmente altos. En una España deprimida económicamente por los efectos de la pasada guerra y de la que en aquellos años también vívía Europa, colocaban a nuestros actores muy por encima de las posibilidades de un ciudadano medio. La mitología, por lo tanto, se acentuaba. Muchos de los premios de la época englobaron así, aparte de otros muchos títulos, grandes producciones históricas:  "El clavo", con Durán y Rivelles, "Los últimos de Filipinas", con Calvo y Nieto, "Reina Santa", con Fresno y Vilar, "Jeromín" con Mariscal y Durán, "Locura de amor", con Bautista, Rey y Mistral, "Don Quijote de la Mancha", con Rafael Rivelles, "La leona de Castilla", con RivellesLuna, Teixeira y Mayo, "Alba de América", con Vilar, Rivelles y un recién incorporado José Suárez, "Eugenia de Montijo", con Rivelles, "El abanderado", con Mayo,  "Lola Montes", con Montenegro, y "Agustina de Aragón", con Bautista, Luna, Teixeira y Rey. Actores y actrices que como confesaran Armando Calvo: "Nos inhibíamos de la realidad", y Amparo Rivelles: "Haciámos dos versiones, una con beso y otra sin él"

 

 


 

 

 


Aurora Bautista firmó así un sustancioso contrato en exclusiva con "Cifesa", e inmediatamente, tras "Locura de amor", llegaron "Pequeñeces" y "Agustina de Aragón" ("The Siege"), título con el que se estrenó fuera de España, ambas dirigidas de nuevo por Juan de Orduña en 1950. 

 

 

 

 

 




Y en 1953, el por entonces prestigioso Manuel Mur Oti (autor de uno de los travellings más espectacualres del cine español en su dramática "Cielo negro", de 1951), la dirige en el drama rural "Condenados", junto a José Suárez y Carlos Lemos, film que recibiría el "Premio Lope de Vega".

Experiencia muy particular, que sin dejar de romper con la tradición del cine folklórico español, se abordó muy "sui generis", fue la insólita y provocadora "La Gata", 1956, de Margarita Alexandre y Rafael María Torrecilla, rodada en un espectacular Cinemascope, y coprotagonizada por Jorge Mistral y José Nieto. Aurora Bautista, radiante y bellísima, construyó un personaje que dinamitaba la estilística visión negra y poco estimulante de sus anteriores interpretaciones, rompiendo así algunos de los viejos prejuicios morales e intransigencias de la época, para ofrecer, con un inesperado desplante y furor andaluz-hollywoodense una nueva visión del sexo como motor capaz de crear uno de los juegos más seductores y de "talante hambriento" casi imposibles de imaginar en una actriz como ella, y sobre todo en el momento en que la película se llevó a cabo.
 




Demostró tener magníficas dotes para la comedia en "El marido" ("Il marito"), 1958, coproducción hispano-italiana dirigida por Nanny Loy, y en la que estuvo emparejada con el gran actor Alberto Sordi. En 1959, aparece en un breve papel en la fallida "Sonatas" de Juan Antonio Bardem, junto a Francisco Rabal, película que, en realidad, exaltaba la figura mítica de la mexicana María Felix
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Y en 1961 repite con Orduña en "Teresa de Jesús", gran fiasco, falto de imaginación y de una singularidad excesivamente mística que bordeaba una desesperante ingenuidad en todos y cada uno de sus aspectos religiosos.


En 1959 interpretó con gran éxito en el teatro "Rosalía de Castro" "La gata sobre el tejado de Zinc" de Tennessee Williams, dirigida por Antonio Prieto, y "Yerma", de Federico García Lorca, en el "Teatro Eslava", dirigida por Luis Escobar.  
 
 
 
 

Se había trasladado a México en 1960, ("Teresa de Jesús" se rodó poco antes y se estrenó en 1961). En el país azteca representó en teatro "La maestra milagrosa" y "La zapatera prodigiosa" de Federico García Lorca. Allí, contrajo matrimonio con el médico mexicano Hernán Cristerna, padre de su único hijo, Hernán, nacido en 1965. En 1963, viaja  a Argentina para rodar "Las ratas", de Luis Saslavsky, junto al galán Alfredo Alcón.


En 1964, vuelve a España para rodar "La tía Tula", a las órdenes del recién llegado Miguel Picazo, con Carlos Estrada, film con el que Aurora Bautista se afianzó con fuerza y coherencia inaudita como una actriz eximia, y en cuyo personaje se aunaron magistralmente los elementos más fascinantes nacidos de la literatura y del teatro, traspasando los límites mediocres de una pasada cinematografía española. 



Vuelve a México en 1966, para divorciarse de Hernán Cristerna, y rueda el melodrama "El derecho de nacer", dirigida por Tito Davison, según la obra lacrimógena del autor cubano Félix B. Caignet, y cuya presunta calidad se limitaba a reproducir el estrecho y mediocre terreno cinematográfico que azotaba las posibilidades cinematográficas del cine mexicano de los 60. No obstante, fue recibido en las salas aztecas con gran éxito.
 
 

Ya radicada de nuevo en España, rueda films que se adaptan a una nueva definición generacional de directores decadentes que ya  no aportan nada, como "Uno a uno sin piedad", de Rafael Romero Marchent (que se había dedicado ya a explotar la mina almeriense de los "spaghetti-western", y "Pepa Doncel", del rancio Luis Lucia.  
 
 
 
 
 

Eugenio Martín, que también se especializaría en el pseudo Oeste de los "spaghetti" la dirige en el frustrado thriller de terror gótico "Una vela para el diablo" ("A Candle for the Devil") de 1973, estrenada en varios paises europeos, especialmente en Gran Bretaña, que coprotagonizó junto a Esperanza Roy y la británica Judy Geeson
 

Seguiría luego apareciendo en papeles secundarios, entre las más importantes: "Extramuros", 1985, de Miguel Picazo, "Divinas palabras", 1987, de José Luis García Sánchez, "Amanece que no es poco",1989, de José Luis Cuerda, "Octavia", 2002, de Basilio Martín Patino, y su última interpretación en la pantalla "Tiovivo C. 1950", 2004, de José Luis Garci
 

En 1989 había contraído nuevo matrimonio en Gibraltar con el empresario cubano Luis de Luis. Aurora Bautista, que en la década de los 70, ante cierto declive de participación en nuevas realizaciones cinematográficas, se había vuelto a centrar en el teatro con obras como "El anuncio", de Natalia Ginzburg, "Lisistrata", de Aristófanes, "Oye, Patria, mi aflicción", 1978, de Fernando Arrabal, con la llegada de la "Transición", y "Tito Andrónico", 1983, de William Shakespeare, en el "Festival de Teatro Clásico" de Mérida, se despedía de los escenarios en los 90 con "Morirás de otra cosa", de Manuel Gutiérrez Aragón, "Picospardo's", 1995, de Javier García Mauriño, premio "Lope de Vega", y representada en el "Teatro Español" de Madrid, recordando sus primeros pasos teatrales, y "Bodas de sangre", de Federico García Lorca, que se representó también en 1995 en Buenos Aires. 

Aquejada de una insuficiencia respiratoria que no pudo superar, falleció a los 86 años, el 27 de agosto de 2012, en la clínica "La Milagrosa" de Madrid.
 


[Demetrio Jorge Otero Logares, conocido como Carlos Estrada Nacido en Buenos Aires, 22 de octubre de 1922 - Fallecido ibídem, 16 de noviembre de 2001, de un accidente cerebrovascular a los 79 años]

Sus padres, que habían emigrado a Argentina, eran españoles nacidos en el Principado de Asturias.  Estudió en el "Seminario de Arte Dramático" dependiente del "Teatro Nacional Cervantes" de Buenos Aires. En 1950,  decidido a dedicarse exclusivamente a la interpretación, primero como actor teatral, había acabado de formarse en la  "Escuela Superior de Enseñanza Artística Argentina" En su país de nacimiento, se popularizó en actuaciones radiofónicas, que compaginó con interpretaciones teatrales de clásicos tanto del teatro español como norteamericano. 

 
En 1956, pasó a la pantalla grande con "Oro bajo" de Mario Soffici, director nacido en Florencia y radicado en Argentina donde fundó la entidad de "Directores Cinematográficos Argentinos" Pero Estrada destacó con éxito en la pantalla en 1959, cuando el director peruano-argentino Enrique Carreras le ofreció el papel protagonista en "Angustia de un secreto"



Afincado definitivamente en la cinematografía de su país recibe, en 1961, el "Premio Nacional del Círculo de Periodistas Cinematográficos de la Argentina" por su trabajo en "El rufián" ("Il ruffiano"). Se traslada a Madrid para rodar en exteriores españoles el film "Punto y banca", también de Enrique  Carreras. Las propuestas siguientes le llegan del cine español, su voz de acento argentino es doblada en todas sus siguientes películas, hasta llegar a 1964 con "La tía Tula", de Miguel Picazo, que recupera para el espectador su magnífica voz original. Ya radicado en España interpreta papeles de galán, no demasiado relevantes en un principio, en 1962 con "Canción de juventud", y "Rocio de la Mancha", 1963, con la juvenil Rocío Dúrcal entonces en alza, dirigidas por nuestro carpetovetónico artesano Luis Lucia. Coprotagoniza también intrascendentes films musicales como "La casta Susana", de Luis César Amadori y "Canción de arrabal" de Enrique Carreras junto a la folklórica Marujita Díaz.




 

 

 

 

 

 

 

Un recorrido por toda una filmografía de Carlos Estrada entre  España y Argentina  se nos muestra amparada sobre todo por una serie de exclusivos valores comerciales. Valores que se traducen en trabajos interpretativos no excesivamente apasionantes (salvo dos o tres excepciones), pero que, en todo caso, poseen características correctísimas. En esta linea se hallan films como: "Accidente 703", 1962, de José María Forqué, "Pacto de silencio", 1963, de Antonio Román,  "El bordón y la estrella", de León Klimovsky, "La barrera", 1966 y "Adiós Cordera", 1969, ambas de Pedro Mario Herrero, "La casa", 1976, de Angelino Fons, "Los muertos, la carne y el diablo", 1977, de José María Oliveira, "El talón de Aquiles", de León Klimovsky, y "Perversión", ambas de 1974, de Paco Lara Polop.



En 1962, el director catalán Julio Coll, afincado en Madrid, ofrece a Estrada un interesane papel en su bien dosificado thriller "Ensayo general para la muerte", emparejado con la actriz también argentina Susana Campos. Y en 1964, aparece en uno de los tres sketchs de la interesante "Tiempo de amor", del  prometedor director gaditano Julio Diamante. (Dato curioso del relato interpretado por Carlos Estrada y Lina Canalejas: los pequeños actores que intervienen como hijos del matrimonio fueron Carlos S. Jiménez y Mari Loli Cobo, que Miguel Picazo incluiría con gran perspicacia y talento por parte de ambos niños en "La tía Tula"





 

Estrada fue así rescatado del panorama más comercial del cine español y argentino por directores que le ofrecieron personajes, bien que igualmente dispares, pero que contribuyeron a apurar hasta el máximo las mejores cualidades interpretativas del actor argentino. Tal fue el paso gigantesco que significó su efectista papel mesetario como protagonista masculino (esta vez actuando con su propia voz) en "La tía Tula", 1964, de Miguel Picazo, donde era capaz de perder los estribos de su sensualidad, reprimida por la viudez, hasta lanzarse a dos actos de violación con tanta dureza que resultaba un bocado demasiado indigesto para la beatitud general de la moral española. La interpretación de Estrada mereció el "Premio del Público de la Revista Fotogramas".  
 



Y con José Luis Borau, que se estrenaba, en 1965, con un inquietante y magnífico thriller madrileño en "Crimen de doble filo", Estrada, de nuevo junto a su correligionaria y excelente actriz Susana Campos, (ambos doblados por exigencias del acento), ofreció un retrato perfectamente dosificado por una depresiva psicología del suspense.  

 

 




El debutante Fernando Merino, en 1966, lo incluyó en el sutil juego de una relación peliaguda con una prostituta convenientemente devorada por su ego erótico, pieza clave para una Emma Penella, todavía en plenitud, en la adaptación de "Lola, espejo oscuro", novela de Darío Fenández Flores, que, publicada en 1950, alcanzó una gran difusión, casi impensable, en aquella España azotada por la censura de una férrea "Dictadura Franquista". Pese a todo, por su trabajo en la dirección de la película, Fernando Merino obtuvo la  "Medalla del Círculo de Escritores Cinematográficos" en la categoría de mejor director revelación. 


Y el cortometrajista salmantino Basilio Martín Patino, que había alcanzado un notable éxito en 1966 con su primer largo "Nueve Cartas a Berta", también premiado con la "Medalla del Círculo de Escritores" al mejor guión, contó con Estrada en "Del amor y otras soledades", 1969, coprotagonizada por Lucía Bosé, drama matrimonial de fracasos íntimos, que, no obstante, no alcanzó la excelente recepción crítica de su primer film.  

En 1985, de regreso a Buenos Aires, protagonizó junto a los actores argentinos Raúl Aubel y María Aurelia Bisutti  la telenovela "Coraje mamá". Estuvo casado con la actriz de cine, teatro y televisión Érika Wallner. Fruto de su matrimonio fue un hijo, Carlos Gastón Otero. Carlos Estrada falleció el 16 de noviembre de 2001, a los 79 años, en el "Sanatorio de la Esperanza" de Buenos Aires, víctima de un ataque cerebrovascular. Fue inhumado en el Panteón de la "Asociación Argentina de Actores".


















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