Look americano que responde a criterios psicológicos e intelectuales muy adultos a fin de juzgar magníficamente el afamado shocking actoral a través de problemas familiares y conflictos generacionales, del que aquí se vale el actor y director Robert Redford, repitiendo las liberadoras proezas del mismo, y salir más que airoso con la adaptación de este apabullante best-seller de la casi desconocida escritora Judith Guest. Redford rehuye
la perpetua rebeldía contra un mundo absurdo de los jóvenes seductores
barbilindos de antaño (o de la década de los 50 y 60), y estudia en el
nuevo medio social, naturalmente nada "ordinario", sino súper acomodado,
a una típica familia norteamericana, de dos hijos, el mayor de ellos
arrebatado de la vida por un absurdo accidente marino y el segundo roído
por una atormentada culpabilidad interna a causa del incidente en el
que no pudo salvar a su hermano. Tres "Ordinary People" con padre comprensivo y protector y madre snob
y evasiva, aunque interiormente consternada por la muerte del hijo
preferido, que baquetea con una insufrible impasibilidad al hijo
superviviente, desmitificando así a la madre anuladora estadounidense,
y lograr convertir a su hijo menor en el héroe infeliz, gris y
desafortunado de la tragedia (Timothy Hutton, ¡escalofriante!, en estado de gracia,
que se alzaría con el Oscar de la Academia). Apresado en esa especie de
tripartita jungla de incisiva incomprensión por parte de su madre, el
joven se ve empujado al suicidio, del que sale indemne, para verse de
nuevo alternando sucesivamente los diferentes puntos de vista de su
padre y de su hermética madre, hasta advertir al mundo que le rodea,
adultos y jóvenes, de la virulenta manifestación y contramanifestación
de sus trastornos mentales, y poner al desnudo los dolorosos problemas
que gravitan sobre nuestra insondable psique (que acabará compartiendo
con un psicólogo de generosas ideas sociales) Tres seres al cabo que
parecen involucionar en un alucinante "Corredor sin
retorno", tratando de descubrir nuevos sentimientos de comunicación
perdidos. Film en
carne viva, que como diría el director italiano Michalenagelo Antonioni, desemboca de modo natural
en el viejo interrogante de los filósofos sobre el significado de la
realidad y la realidad de las apariencias, incluyendo en ello hasta una
cautivadora belleza de las mismas.
{Cal Trask (James Dean)
intenta merecer el cariño de su padre, que siente devoción por el otro
hijo. La madre, dada por muerta, es la dueña de un burdel cercano. Al mismo tiempo, la prometida desu hermano, acaba enamorándose del traumatizado Cal} Uno de los más grandes dramas familiares americanos, con todos sus alicientes de grandilocuencia, que su director Elia Kazan penetra hasta convertirlo en un prototipo social maravilloso y emocionante. Basado en la novela del nobel John Steinbeck, con un equipo de fotografía, música, decoración y actores del Actor's Studio geniales. James Dean, descubierto por Kazan,
en su primer film en la pantalla, rebasa esa genialidad, emotivo y
revalorizador hasta en su mortal accidente automovilístico de la
rebeldía juvenil, que luego volvería a entronizar en "Rebel Without a Cause" ("Rebelde sin causa") de Nicholas Ray. Kazan desquició la historia de Steinbeck por su necesidad de subrayar las abismales diferencias entre padre e hijo, y porque Dean,
en busca también de su progenitora, debía exprimir al máximo su imagen
de rebeldía. Pero el drama resultante fue hermoso e inolvidable, Dean, como ya se ha dicho, estuvo inolvidablemente conmovedor, y Julie Harris como compañera, fue
una auténtica delicia. Mientras que el hermano en discordia, Dick Davalos, pese a su buena interpretación, fue fagocitado por Dean. Pasiones generacionales a tumba abierta. El mejor
cine americano, sin engaños, y con preciosismo y grandiosidad.
[Jim Stark {James Dean}- no puede soportar los enfrentamientos constantes de sus padres, y mucho menos a actitud tímida y pusilánime de su padre y su
incapacidad para enfrentarse a su esposa que lo manipula constantemente a su antojo. Jim trata de rehuir también la presión matriarcal que su madre trata también de ejercer sobre él. Cuando se matricula en su nuevo instituto, uno de sus compañero, Buzz {Corey Allen} jefe de pandilla, provoca y desafía a Jim a una pelea con navajas. Esa noche Jim confiesa a sus padres que ha formado parte de un accidente automovilístico donde ha acudido a efectuar una peligrosa carrera de coches y Buzz ha muerto en la misma, y Jim está dispuesto a acudir a la policía y entregarse. Cuando su madre, Carol {Ann Doran} declara que se van a trasladar nuevamente de ciudad, Jim protesta y
le suplica a su padre, Frank (Jim Backus) que lo defienda de las insidias de su madre. Al negarse su padre, Jim lo ataca
con total frustración ante la insoportable falta de ánimo y cobardía paterna.
La joven Judy {Natalie Wood} y el adolescente Platon {Sal Mineo}, que también afrontan problemas con sus padres, serán los magníficos compañeros en los que Jim hallará un momenténo y fugaz refugio a sus contratiempos familiares ]
Casi un siglo del estreno de "Rebel Without a Cause" se mantiene como una de las películas más míticas y duraderas de todos los tiempos. Poderosamente dirigida por el gran Nicholas Ray, un James Dean gigantesco y majestuosamente atractivo dio vida al rebelde más inolvidable e impactante del cine norteamericano, en compañía de los también "teenagers"Natalie Wood y Sal Mineo,
consolidando definitivamente la imagen que lo iba a inmortalizar y
convertir también en el mayor mito adolescente de la historia del
Séptimo Arte. La película daba voz a la subcultura de las postguerra y
los problemas que atravesaba la juventud americana entre si y en sus
ambientes familiares, y a la que Dean, recién salido de "East of Eden", y nominado al Oscar como Mejor Actor Protagonista, concedía una imagen de fascinación superlativa para convertirse en el "youngster"
o figura juvenil, prematuramente fallecido a los 24 años tras un
terrible accidente automovilístico, más adorado internacionalmente. Fue
así la actuación más trascendental de James Dean, y el film se
incluyó dentro de la Librería del Congreso de Registro Nacional del Cine
y también en la lista del American Film Instituto de 1998 como una de
las 100 mejores películas americanas de todos los tiempos.
[A la residencia veraniega de la familia Harrington, formada por el matrimonio Stanley{Jack Hawkins} y Louise {Rosalind Russell} y sus dos hijos Philip {Richard Beymer} y Pamela {Annette Gorman}, llega un refugiado alemán Walter {Maximilian Schell} que huye del nazismo para ejercer de tutor de Pamela a cambio de alojamiento y manutención. El improvisado profesor revolucionará a toda los miembros de la familia con sus costumbres. La literatura, la música y los idiomas, tan ajenos al sentido pragmático de la cotidianidad estadounidense, irrumpen en el hogar de un matrimonio gastado y sus hijos adolescentes. Louise se sentirá fascinada por la cultura y la sensibilidad de Walter, y también Pamela. No así Stanley y el joven Philip. El hijo de diecinueve años es un muchacho que se debate entre un padre autoritario e inculto y una madre permisiva e indulgente, por la cual siente una edípica admiración. Pero Walter muestra desde el principio la cultura y el refinamiento europeos a la señora despertando en la anfitriona una inesperada experiencia muy próxima al enamoramiento, aunque trata también de inculcar a su tosco marido y a su hijo la sensibilidad por la erudición del tutor. Louise se sume en su idealismo romántico, creyendo favorecer una latente pasión en Walter.
Pero el recién llegado expresa sus sentimientos desde un latente desequilibrio por sentirse protegido maternalmente por Louise Harrington, cuya decepción al comprobar que lo que siente por ella es una especie de complejo de Edipo, pasa al rechazo y al despido del tutor, que intentará suicidarse, convirtiendo la convivencia en un "difícil ejercicio para cinco dedos" de imposible partitura] Este intenso drama fue escrito por Peter Shafer.El film es una verdadera filigrana de grandes interpretaciones. Una madura, rotunda y siempre extraordinaria Rosalind Russell domina este reducido universo que visita un Maximilian Schell [recién premiado con el Oscar por "Judgment at Nuremberg"-"Vencedores o vencidos" de 1961] y Daniel Mann, que dirigió la película en 1962, volvió a hacer honor a su especialidad en dramas descarnados.
[El joven Clinton Willard [Brandon de Wilde] se dirige hasta la localidad de Key Florita con la intención de encontrarse con su hermano mayor Berry Berry [Warren Beatty], al que admira, y se halla ausente durante mucho tiempo del hogar paterno. Éste, un joven de arrogante y destructiva personalidad acompañado de un irresistible atractivo -sobre todo entre mujeres a punto de entrar en la madurez, a las que somete e incluso llega a agredir- se encuentra encarcelado, y a este respecto la llegada de Clinton, que le lleva una cantidad de dinero que ha ganado trabajando, resulta providencial. Clinton desea que su hermano regrese a casa con sus padres, que viven en en una vieja y decadente vivienda en Cleveland, formando una extraña familia presidida por el carácter dominante y casi insoportable de la madre [Angela Lansbury] y la endeblez paterna [Karl Malden], tiranizadoconstantemente por su mujer. Dicha familia recibe la visita de la encantadora Echoe [Eva Marie Saint] culta y sensible, hija de una amiga de la madre de los Willard. Y el joven Clinton siente desde su llegada una creciente fascinación por ella. Berry Berry que ha estado trabajando en una gasolinera, se enfrasca de nuevo en una relación con una maestra entrada en la mediana edad, unnuevo amorío destructivo que culmina en una nueva agresión. Por ello Berry Berry regresará hasta su casi olvidado domicilio, aunque en su interior no puede soportar la debilidad de su padre y el anulador talante de su madre, que, no obstante, siente verdadera adoración por Berry Berry, a quien halaga constantemente, tratando de recuperar su cariño imposible, agasajos que Berry rechaza de plano. Y su inmediata relación con la invitada Echoe despertará sus celos maternales. En efecto, Echoe cae también bajo el hechizante atractivo de Berry, que se muestra atraído por ella, aunque es incapaz de mantener una relación amorosa concreta con mujer alguna. A partir de este punto la tensión y decepción a partes iguales entre todos ellos alcanzará su punto más álgido en el reconocimiento del fracaso de la relación entre la pareja y nuevos enfrentamientos con la irritante madre de los jóvenes.
Berry Berry abandona a Echoe, que es lo que desde el principio de la relación ha deseado la autoritaria madre del joven, y aunque desengañada, Echoe sigue locamente enamorada de Berry, huye de la casa, despidiéndose entre lágrimas de Clinton, y fallece en un accidente automovilístico. Y el joven Clinton va en busca de nuevo de Berry Berry para vengarse de él por haber sido el culpable de la tragedia vivida. Pero cuando se encuentra con su hermano mayor, éste se halla en un estado de terrible depresión y Clinton comprende que la existencia de Berry Berry es como vivir en un infierno propio de amargura y desesperación, y vuelve al hogar de sus padres dejándolo solo]
Dirigida por John Frankenheimer en 1961, el film se nos ofrece, todavía hoy, como una muestra modélica en la transición de un determinado clasicismo cinematográfico durante la década de los 60, y nos permite descubrir una de las mejores facetas de este magnífico director, con su cine de gran sensibilidad, capazde tratar genialmente todo tipo de conflictos humanos como en este "All Fall Down" hasta convertirlo, junto con una espléndida dirección de actores y una preciosista fotografía en blanco y negro, en uno de sus títulos más memorables.
[Ephraim Cabot [Burl Ives] decide casarse por tercera vez, para desheredar a sus
hijos y dejarlos en la ruina. Peter [Pernells Roberts] y Simeon [Frank Overton], los mayores, deciden irse a
buscar oro a California,
pero Eben [Anthony Perkins] que odia a su padre, y su despotismo tiránico, se queda dispuesto a recuperar la granja que, según él,
siempre perteneció a su madre.
Todos sienten el mismo odio irrefrenable hacia el viejo Cabot: su actitud
engreída y egoísta es insoportable. Cuando Abbie -Anna en el film- [Sophia Loren], su tercera mujer,
entra en escena, todo parece posible para Eben, asesinar a su padre ante todo, ya que el joven, que, además, se enamora perdidamente de
Anna, y entre los dos traman un plan para conseguir la granja y acabar conEphraim Cabot. Sin embargo, el poder y la fuerza son más fuertes que
el vínculo que une a los dos jóvenes. Anna da a luz un hijo, al que Eben odia igual que a su padre. Sin embargo, el poder y la fuerza son más fuertes que
el vínculo que une a los dos jóvenes. Eben ha decidido que para rehuir la tiranía paterna ha de recurrir al crimen lo antes posible, pero finalmente decide huir de la granja.
Pero Anna malinterpreta las intenciones de Eben, y cree que para satisfacer su pasión por él e incluso abandonar al viejo Cabot, el bebé es el único inconveniente que se interpone en el camino de ambos. Y acabará sacrificando a la inocente criatura, hecho que acaba aterrorizando a Eben, y los amantesterminan así trágicamenteencarcelados, tras ser denunciados al sheriff del condado por Ephraim Cabot]
Dirigida en 1958 por Delbert Mann, artesanal aunque gran especialista en la dirección de magníficas obras teatrales plasmadas en la pantalla, tras pasar con gran prestigio por los medios televisivos de las décadas del 50 y del 60, filmó espléndidos dramas con cierto sabor neorrealista norteamericano que fueron a su vez sólidos dramas donde el realizador mostró, además de su buen hacer, su admiración por el cine naturalista que ya alcanzaba su gran cenit en Europa, especialmente en Italia. Fue el primer director norteamericano que consiguió el Oscar de la Academia con su también film inicial: "Marty", obra de Paddy Chayevsky de 1955, que se alzó de igual modo como la primera cinta estadounidense en conseguir la Palma de Oro en el Festival de Cannes. "Desire Under the Elms" fue una modélica adaptación de la obra teatral de Eugene O'Neill, con una Sophia Loren que estrenaba su más juvenil look fuertemente italiano pisando ahora Hollywood tras sus films americanos rodados en Europa.
El actor Robert Redford, en este potente debut en la realización, se
impone con una inimaginable maestría al dirigir este gran drama familiar
que se mantiene en todo momento a flote, con extraordinarios diálogos, e
interpretaciones brillantes, especialmente del personaje juvenil ConradJarrett [Timothy Hutton]
en un papel ganador del Oscar, como el hijo deprimido y suicida de una
acomodada pareja que lucha por superar la muerte de su hijo mayor, Buck Jarrett [Scott Doebler] por ahogamiento, de cuyo terrible accidente marino que arrastra hacia la muerte a su hermano,
se siente tan responsable que ya ha intentado suicidarse en una ocasión
[imagenes someramente especificadas en una corta secuencia dramática]Será en todo momento, Calvin (espléndido Donald Sutherland,] el padre de Conrad quien
tratará de que la relación madre e hijo pueda finalmente llegar a
alcanzar el clima familiar deseado, frente a la actitud casi indiferente
de su esposa y la rebeldía depresiva de Conrad.
Pese
a que su depresión se mantiene sumida en una continuidad que parece no
superar, ni en el hogar familiar ni entre sus compañeros de instituto
con los que mantiene también una difícil relación de amistad, accederá
sin convencimiento, a acudir a un psicólogo por consejo de su padre Calvin Jarrett.El Dr. Berger, magníficamente interpretado por Judd Hirsch trata por todos los medios de ganarse la confianza de Conrad,
aunque en momentos de gran tensión entre ambos tendrá que recurrir a
enfrentarse a la agresividad que muestra el muchacho por las buenas y
por las malas, entre estallidos de furor y diálogos terebrantes.
La historia que se nos cuenta, sin ser una trama excesivamente compleja, sí es una excelente mirada ante los problemas de conciencia de los que todos podemos llegar sentir en momentos de dolor y desesperación. Especialmente porque cada personaje tiene una sensación de realidad única. La madre Beth Jarret (gran interpretación de Mary Tyler-Moore que fue nominada al Premio de la Academia], una mujer hermética, terriblemente snob, que se atiene rigurosamente y ante todo en mantener las apariencias de una vida familiar, si no feliz por completo tras la pérdida de su primogénito, en una odiosa actitud de distanciamiento muy poco comprensivo con el hijo menor, Conrad, sin llegar a conseguir congeniar con la nueva situación en que tan acomodado hogar se halla.
Cuando Beth se entera de que Conrad
ha abandonado la natación sin consultarlo con ellos, no duda en
promover un altercado con su hijo, que exasperado, grita que en realidad
ella lo odia, se refugia en su habitación, y cuando su padre acude a la
misma, acaba pidiendo disculpas fuera de sí.