lunes, 16 de mayo de 2022

Gloria -3-







 
 







En el bar-restaurante de la estación de autobuses Gloria y Phil ocupan una mesa disponiéndose a desayunar.

En el bar de la estación de autobuses Gloria y Phil ocupan una mesa disponiéndose a desayunar. Tras efectuar el pedido con el que Phil no está conforme, Gloria zanja la cuestión: "Leche para él y una taza de café para mí." Phil la observa sonriente y Gloria pregunta: "Qué tengo de gracioso? ¿La nariz?..." "No, es que eres muy dura"... "¿Dura?"... "Dura, no"... "Fuerte..." "Ya sabes"... Sí... ya lo sé, ya lo sé"
"Si quieres que nos separemos, por mi vale", dice convencido Phil. "Nos separaremos", responde Gloria. "¿Qué se supone que es eso, una amenaza? Ni siquiera puedes llevarme el bolso"
En ese instante, en una mesa cercana se sienta el grupo de mafiosos que los persiguen. Gloria se dispone a enfrentarse con ellos. Antes pide a Phil que le entregue el libro de contabilidad de su padre: "Dámelo" ¡Cierra la boca!"
 
"Bien aquí está el libro. Lo que habéis estado buscando. Soy Gloria. Tengo un arma en la mano"¿Quieres hacer un trato?"... Uno de la banda contesta: "Yo no puedo tomar esa decisión, porque no confío en estos tipos y no soy el Sr. Tarzini"

Gloria, arma en mano, obliga a la banda a que vacíen sus revólveres: "Vaciadlas ahí dentro. Hacedlo. En el bolso"... "¿Qué ocurre?, pregunta extrañado Phil. "¿Qué van a hacer?"

 

Cuando llegan al hotel, Gloria prepara  el arma en  mano por si los han seguido hasta allí. Afortunadamenten han logrado escapar de la banda.
 
 







 
 
 
Al día siguiente, Gloria se halla decidida finalmente a desaparecer de New York. Antes de salir del hotel, se asoma a la ventana para escudriñar la calle. 
 
Luego despierta al pequeño: "Phil. Es hora de irse" Con Phil detrás, sale del hotel sin dejar de observar cada rincón de la calle, temerosa de que la banda se presente por allí de un momento a otro.


 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Gloria se da un pequeño golpe al evitar un vehículo, y Phil le pregunta si le duele. Medita movida por el temor y comprende que está cometiendo un error al proteger al niño, y le dice que lo mejor para él sería ingresar en un internado.  
 


 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
El niño se siente ofendido: "No eres lo suficiente para mí" Y afirma que está dispuesto a buscarse una familia, nuevos amigos y también una novia.
Gloria
decide dejarlo en la calle, pero
le dice que va a entrar en un bar a tomar algo y que si la quiere seguir allí la encontrará.  
 
Phil reacciona de la forma infantil más normal y, desde la acera, le lanza a Gloria pequeños insultos en portorriqueño, característicos seguramente de sus juegos callejeros.
Luego desaparecerá entre el inmenso tráfico neoyorkino, con el libro de su padre, ofrendando una triste  imagen desamparada.




 


 



Gloria entra en el bar arrepentida de haber abandonado en la calle a Phil. Pide una cerveza fría y no quiere mirar al exterior: "¿Tiene hora?"



Pero aunque parezca extraño, le pregunta al camarero: "No puedo decirle por qué, pero mire hacia allí. ¿Hay un niño viniendo hacia aquí o parado al otro lado de la calle?"
El camarero se limita a responder: "Olvídelo". Phil ha desaparecido y  Gloria se siente culpable y se dispone a abandonar el bar en busca del niño.
Recorre primero a toda prisa la avenida frontal. Phil no aparece por parte alguna.
Luego toma un taxi, y pide al conductor que recorra las calles de   Broadway y del Bronx: "Despacio y con tranquilidad. Ando buscando a alguien. ¿Vale?"
 
 
Phil aparece finalmente sentado en unas escaleras junto con un grupo de niños portorriqueños. Y cuando ve a Gloria  huye de allí en compañía de uno de sus amigos. Gloria inicia la persecución con el taxi a fin de no volver a perderlo de vista.
 


De pronto, aparecen dos miembros de la banda de mafiosos que se apoderan de Phil, introduciéndolo en casa de su amigo portorriqueño. Gloria se apresura a salir del taxi. Unos cuantos niños prácticamente la asaltan pidiéndole unos centavos. Pero lo importante es correr al interior del edificio en busca de Phil antes de que los matones puedan acabar con él. Éstos pretenden primero quitar de en medio al amigo de Phil, que se niega a abandonar a su amigo. Pero el padre  del tal Crubbs también se halla involucrado en la banda. Llaman a la puerta y abre la esposa de Crubbs. Gloria le apunta con su revolver.  

Sabe que se expone a un terrible riesgo, pero no duda en lanzarse a la aventura del rescate del pequeño, ahora en manos de los miembros de la banda que los persigue.


El padre de Crubbs intenta disparar contra Gloria, que acaba con él de un disparo. Phil la llama estúpida, ya que ha hecho con el padre de su amigo lo mismo que hicieron con el suyo.
Gloria, al tomar un siguiente metro, se ve acosada de nuevo por los dos matones. Se defiende  y al mismo tiempo los pasajeros del vagón la ayudan a escapar de sus perseguidores.



Luego los amenaza de nuevo con el arma. Phil se halla en el andén esperándola. Gloria no se arredra y logra bajar del vagón.
Una vez junto a Phil, la huida vuelve a empezar.

 



Cuando se halla frente a la ventanilla, decide no comprar billetes desconfiando de los que están junto a ella.
 

 

 

 










 


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