Al igual que aquellos teatrillos primitivos medievales, el cine penetra en las masas con temas devotos, aunque guiados de la mano de hombres de dudosa piedad. Gloria nos descubre de nuevo, como en cientos de películas anteriores, un panorama de rascacielos que parecen querer sobrecogernos. Es el torbellino de la primera hora en la que se paga el tributo al ángel y al diablo. Y el señuelo de la piedad, de pronto, se siente atraído por el duro espectáculo cinematográfico, alcanzando la emancipación maternal de la mujer, muy alejada de aquella apertura del cine a lo que se llamaría sex-appeal. Gloria triunfa porque acaba de inaugurar otra cantera temática, la que se aleja de ciertos tabúes morales y códigos de censura. Y el hampa y la maternidad imponen un curioso fenómeno de mimetismo, porque Gloria adquiere una nueva proyección: la decisión inesperada del prestidigitador, y sus actos van a convertirse por tanto en el más formidable instrumento de magia que haya pasado jamás por sus hábiles manos de profesional del crimen. Esa nueva Gloria comienza a explorar las ingentes posibilidades de que la mujer se integre en el nuevo rumbo de las acciones protectoras sin límites, y que van a exigirle el “más difícil todavía”, como si por fin alejara los actos de su existencia pasada de la isla del Diablo que fue su existencia.
Gloria y Phil se esconden en un departamento vacío que pertenece a un amigo de ella.
Mientras, Phil duerme y sueña. Por la mañana, suena el teléfono, y Gloria sabe que son los mafiosos que están tratando de averiguar si se halla en el apartamento.
Gloria se halla en el baño, Phil sale a la calle en busca del periódico, y se entera así de la masacre cometida contra su familia por la Mafia.
Gloria tiene el televisor encendido y escucha un informe de noticias que dice que hubo un ataque de la Mafia en el sur del Bronx y que el nombre del presunto secuestrador es Gloria Swenson.
por Gloria Swanson. Gloria guarda su revolver en el bolso, y cuando sale del apartamento se encuentra con Phil en la escalera. El niño ha leído el periódico y sabe lo que le ha sucedido a su familia.
De pronto, se oye el ascensor, y aparece la banda de la Mafia en busca de Gloria. Ella se quita los zapatos y trata de escabullirse inmediatamente de allí, mientras los de la banda la llaman y la ven salir del edificio.
Una vez en la calle Gloria trata de coger un taxi. Pero el vehículo pasa de largo y trata de huir con Phil agarrado a sus faldas. En momentos tan peligrosos, Gloria trata de coger otro taxi que no se detiene. Y en eser instante de debilidad exclama: "¡Deja de colgarte de mí!... Chico, escucha, los tipos que mataron a tu familia, son amigos míos"
Y le explica a Phil: "Ni siquiera puedo entregarte a la poli. ¿No lo entiendes? He estado en la cárcel. ¿Entiendes, la cárcel? Los que mataron a tus padres son amigos míos. No puedo involucrarme contigo. Ahora, vete, corre"
Pero el niño sigue aferrado a ella su lado y no huye como Gloria le pide. Y en ese momento, Gloria ve acercarse el coche de la banda que la está buscando.
Gloria se enfrenta a sus viejos amigos en la acera. Éstos exclaman: "Tú no nos interesas. Sólo queremos el libro y al niño. ¿Lo entiendes? Por segunda vez en Gloria se impone el instinto maternal y trata de salvar a Phil de las garras de la banda que no dudarán en dar muerte al niño. "¿Qué vas a hacer? ¿Matar en la calle a un portorriqueño de 6 años. No sabe nada. Ni siquiera habla nuestro idioma"
Desesperada, Gloria dispara su revolver a los cinco mafiosos que se hallan en el coche, que acaba volcando.
Gloria, después de haber tiroteado a los mafiosos, banda a la que una vez perteneció, sabe que ha firmado su sentencia de muerte, y que su destino como el de Phil ahora están entrelazados. Por tanto tendrán que abandonar Nueva York para sobrevivir.
A la salida de la entidad bancaria Gloria y Phil toman un autobús para buscar un hotel lo más alejado de allí. En la fila última del bus un miembro de la banda observa la entrada de Gloria, que, tras sentar a Phil, acude a hablar con el mafioso amigo suyo que recrimina lo que está haciendo:
"Estás
loca. Corre el rumor de que te has involucrado en un tiroteo. Has hecho
daño a personas buenas. Has interferido en el negocio. En su opinión
deberías pensártelo mejor. Es el rumor que corre" Y Gloria añade: "Su madre era amiga mía"... "¿Y qué? Tienes que estar mal de la cabeza"
Phil pregunta a Gloria: ¿Quién era ése?... "Mi tío, vamos"Toman un taxi. Lo importante ahora es encontrar un hotel donde alojarse y huir cuanto antes de la zona del Bronx. Cuando llegan a un hotel, Gloria pide una habitación para ella y el niño.
El recepcionista se muestra desconfiado, probablemente enterado de las noticias que corren por televisión, y miente a Gloria indicándole que no hay espacio libre. "No queremos espacio, queremos una habitación", explica Gloria. "Lo siento, no hay habitaciones", insiste el recepcionista.
Salen del hotel, toman el autobús y Gloria hojea un periódico con la notiica de la masacre familiar llevada a cabo por la Mafia. Lo tira para que Phil no lo lea, aunque el niño ya lo había leído durante la mañana. Lo mejor ahora es buscar un hotel barato en algún barrio periférico menos peligroso, aunque sea un hotelucho de mala muerte donde pasar la noche, asearse y cambiar de ropa para huir de New York. Una vez en el cuartucho, Gloria se asea mientras el pequeño Phil acude a la ventana a observar el exterior. Las luces de neón rojas iluminan el rostro del pequeño.Y Gloria le dice: "Ahí de pie en la ventana asomado eres un blanco perfecto"
A la mañana siguiente, Gloria revisa el libro de contabilidad de la Mafia que Jack Dawn entregó a su hijo para salvarle la vida.
"El libro de tu padre es interesante. Creo que deberíamos quemarlo"... "¡No!, exclama Phil. "¡A veces eres tan estúpida"... "Vale, el libro es tuyo"... "Ya sé que es mío. Entonces, ¿qué vamos a hacer?... "Vamos a intentar ir a Pittsburgh" Gloria está convencida de que huir de New York es la mejor solución para librarse de sus ex compañeros de la Mafia. "¿Pittsburgh? ¿Cuánto tiempo? ¿Está lejos?, pregunta Phil. "Sí,
primero tenemos que parar en un cementerio. Creo que tendrías que rezar
un poco"... ¿Tengo que hacerlo?"... "Es lo que he dicho, ¿no?"
Un taxi los conduce hasta el New York Marble Cemetery. Es una idea de Gloria que el niño no entiende. Y una vez allí, ella ofrecerá razonamientos complicados para la mente de Phil.
De vuelta a la ciudad, Gloria asiste dulcemente las incongruencias infantiles de Phil, que imagina poder volver a su casa con sus amigos y sus padres y hermana.
Luego se dirigen a la central de autobuses para averiguar las salidad a Pittsburgh. Phil olvida el libro en el taxi y corre en su busca.
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