











Por ello mismo, la
pantalla cinematográfica se polarizó rápidamente hacia la tendencia
documentalista, en representaciones arrancadas de la realidad urbana, que una vez se
calificaron de neorrealistas, para aproximarnos mucho más a la vida cotidiana
del hombre y de la mujer. Un libro nos puede sorprender por su veraz y penetrante
observación de las costumbres y contratiempos humanos. Pero una imagen puede poseer calidad poética, además de su
valor documental.
Y así el cine, desde su nacimiento, se convierte en la gran
feria circense que va a dar vida durante un siglo y pico a un nuevo monstruo comercial de tipo
Frankestein, no como quiso Mary W. Shelley, sino de percepciones en movimiento sobre una pantalla. Y en ella, nos guste o no,
encontraremos por tanto todo tipo de alusiones visuales reveladoras de lo que en
realidad somos. Fue ante todo la maquinaria comercial de Hollywood la que no dudó en crear estos
productos a la mayor gloria del dólar valiéndose de una gigantesca producción
en cadena que el mismo Stroheim llamó “máquina de hacer salchichas”, porque
producir películas con una pasmosa regularidad
forzosamente tenían que hacerse tan parecidas como lo son las
salchichas. Pero el
ornamento expresivo de la imagen ciertamente posee una arrolladora
pasión naturalista muy variada y un
lenguaje de acción dramática a las que ya nunca podremos resistirnos. Y
entre
ellos emergen con poderosísima fuerza las obsesiones implacables con que
nos abofetea a placer el cine negro. Precisamente un cineasta
surrealista como Luis Buñuel lo calificó de arrolladora pasión de sentimientos liberadores y revolucionarios, y una aberración
patológica de la perversión, que a fin de cuentas nos habla de la bajeza y
mezquindad humana, la misma que desde tiempos inmemoriales
ha limitado, por desgracia, las actitudes moralistas de los hombres.



























La banda de mafiosos se ha reunido en el edificio para acabar con la familia de Jack Dawn.



















La hija de los Dawn, Joan, se niega a irse y se encierra en el cuarto de baño.


























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