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viernes, 20 de mayo de 2022

Gloria -Final-

 






 
 









Gloria toma un taxi con dirección al apartamento donde se reúnen sus ex compañeros de la Mafia dispuesta de una vez por todas a terminar con la persecución de que es objeto ella y Phil. Pregunta la hora a la taxista.  Lleva consigo el libro de contabilidad de Jack Dawn esperando que su viejo amante Tony Tanzini acepte la entrega del libro y renuncie a acabar con la vida de Phil. Es consciente del peligro y sabe que también está poniendo en juego su propia vida al entrevistarse de forma definitiva con Tanzini en quien, pese a todo, ya no confía. Antes de salir del taxi, vuelve a prewguntar la hora. "Espero que tenga cambio de 100 $" La taxista le contesta: "Bromea"... "Olvídelo. Simplemente espéreme", dice Gloria, y abandona el vehículo.
 

Al entrar en el ascensor ironiza: "Se gastó un millón de pavos en este lento ascensor" El portero de la guarida avisa a su jefe de la presencia en el edificio de Gloria. "Señor T. Gloria va de camino" En el rellano se encuentra con uno de sus más concienzudos perseguidores. Hace caso omiso de él, y le lanza una sonrisa de ironía, sabiendo que el sabueso está deseando acabar con ella de una vez.
Finalmente, se abre la puerta del apartamento y Gloria es recibida con fingida amabilidad. Ni por un instante duda del peligro a que se está exponiendo al aceptar la falsa hospitalidad de los miembros de la Mafia. En su mmano muestra el libro de contabilidad, pero el mafioso que la recibe le indica: "Disculpe, ¿puede esperar, por favor?" La banda se halla reunida con Tony Tanzini al frente, y Gloria les oye comentar: "A mí no me importa. De la forma que quieras. Es cosa suya"





Tanzini
no se halla dispuesto a salvar a Gloria, que con gran decisión suelta el libro, lo ha dejado plantado y se dispone a abandonar el apartamento. "Se va", exclama el mafioso poniendo así en guardia a sus sabuesos para que acaben con ella antes de que pueda coger el ascensor y huir definitivamente de sus garras.
 

Gloria abandona el apartamento de la Mafia con total decisión, empuñando el arma, y no duda ni un instante en disparar al sabueso que se halla todavía en el exterior. Se introduce en el ascensor sin dejar de disparar a sus perseguidores jaleados por Tony Tanzini. Los componentes mafiosos empuñan sus armas y descargan las balas sobre el techo del ascensor que va descendiendo, utilizando incluso la fuerza de una Magnum.









Mientras tanto, Phil, que se había quedado adormilado en el sofá de la habitación, despierta porque suena el teléfono. El niño contesta a la llamada pensando que puede ser Gloria: "Diga" El conserje del hotel pregunta: "¿Es usted el caballero de la 310 A?" ... "Sí, el mismo"... "Le llamo de recepción. Queremos saber si va a dejar el hotel hoy"... "No sé"... "Bien, entonces seguirá con la habitación"... "Nos quedaremos dos días"... "Muy bien, sólo queríamos comprobarlo". Phil mira hacia el exterior. Gloria no ha vuelto. Decidido a viajar a Pittsburgh, toma el dinero que ella le entregó y lo esconde en el interior de su calcetín. Luego se dirige a recepción.




Y ya en la estación, decidido e imaginando la posibilidad de encontrarse allí con Gloria, aunque interiormente piensa que la han matado, pide un billete para Pittsburgh. Phil toma el tren con toda seguridad. Y cuando desciende en Pittsburgh dos pasajeros se preocupan por él al verlo solo. "¿Adónde vas?", pregunta uno de ellos. Phil contesta que no sabe adónde ir, porque nunca ha estado en Pittsburgh. El viajero le dice que quizás debería llamar a su familia.



Phil llega al "Carson Memorial" de Pittsburgh en un taxi. Y pide al taxista: "¿Me esperará? Quiero volver a la ciudad" Éste desconfía del niño "¿Cuánto dinero tienes?", pregunta.. "No se preocupe por eso, amigo. Tengo dinero", aclara Phil. Busca en su calcetín y pregunta, entregándole una cantidad: "¿Es suficiente o me costará más?"  
Luego se mueve en el campo santo, buscará una lápida frente a la cual poder hablar con Gloria como ella le enseñó y así poder despedirse.
 
Phil observa, tras el "Amén" que entona como el desconsiderado taxista, que ya ha cobrado, abandona el cementerio y lo deja solo. Pero en ese momento aparece un coche negro de luto y el chofer abre la portezuela de la que desciende una anciana. Phil observa detenidamente a la mujer: se trata de Gloria que se presenta en el "Carson Memorial" disfrazada, y le dice desde la distancia: "¿No vas a besar a tu abuela?"   
La alegría de Phil es inmensa. Casi no puede dar crédito a la presencia de Gloria allí. La promesa se ha cumplido y corre hacia ella, fundiéndose ambos en un gran abrazo .


 



Entre escenarios naturales de la ciudad de New York una mujer y un niño perturbados por la presencia del Mal. Una trayectoria dominada por la silueta poderosa, de una personalidad dislocada, capaz de enfrentarse minuto a minuto a la estremecedora veracidad de una persecución en la que arraiga en todo momento la idea de la muerte. Un torbellino expresionista cuya linealidad argumental es capaz de crear entre la inmensa urbe una atmósfera cerrada y opresiva en la que se mueven ambos protagonistas, la mujer y el niño, guiados por el fatum de la tragedia clásica. Pero a través de esa senda de los dramas cotidianos avanza sin dilación gran parte del mejor cine norteamericano de la década de los 80. Empleo de la cámara excepcionalmente dinámica, movimientos de grúa circulares, recorridos sin limitaciones al paso del mundo real. Y una interpretación femenina antológica servida por un impresionante despliegue de medios técnicos. “Gloria” y Gena Rowlands militantes inolvidables e ideológicas  de la obra de su marido, el gran John Cassavetes. Arquitectónica y monumental, épica y solemne, y de un lirismo y madurez colosal. ¡Privilegiada!
 
 


Bill Conti ofrenda un sound-track magnético y tierno que nos estremece, cual apasionada fórmula para los paladares más exigentes.
 
 



Y SU ACTRIZ INCONMENSURABLE








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