Cuando el gran dramaturgo francés Jean Anouilh [Burdeos, 23 de junio de 1910-Lausana, 3 de octubre de 1987] decide enfrentarse con dos fuertes y enérgicas figuras como las de Henry II Plantagenet, rey de Inglaterra [Le Mans, 5 de marzo de 1133- Chinon, 6 de julio de 1189], y Thomas Becket [Londres, 21 de diciembre de 1118-29 de diciembre de 1170 en el atrio de la Catedral de Canterbury] Arzobispo de dicha localidad inglesa, se ve obligado a suscitar ciertas modificaciones en cuanto concierne a las propuestas históricas del período medieval en el que se desarrollan. No obstante el versátil Anouilh, al relatar la ruptura amistosa entre Thomas Becket, recién elegido Canciller de Inglaterra por Henry II Plantagenet [y elevado posteriormente a Arzobispo de Canterbury, tras la muerte de Theobald de Bec, anterior mitrado de dicha diócesis, la más importante de Inglaterra], por medio de sus magníficas letras se valió de los más irrebatibles y fascinantes recursos históricos para desarrollar su talento como dramaturgo. No se puede negar por ello que ambos personajes principales viven en la obra una especie de viaje ascético, cadencioso y emotivo a un tiempo, con el que tratar de mitigar el gran amago de juicio y asesinato a que es sometido en el tercio final el fiel amigo de diversiones que fue para el monarca inglés Thomas Becket.
Luego asistimos a la desintegración del que sin duda también fue un singular nexo de unión entre un rey normando y su súbdito sajón, el cual, a través del impuesto sacerdocio, no dudó en romper con esa pasada existencia disipada y libertina (como él mismo la califica), optando por otra forma de vida inesperadamente plena de hondo fervor religioso a la que bautizó como "Honor de Dios".
Centrada la obra en esta mixtura temática de quebrada amistad, "Becket" es también por ello mismo la historia de un desamor entre dos hombres, que sin duda alguna conlleva un latente tono uranista, para acabar igualmente instalándose en los cánones más incontestables del melodrama. Así, el nuevo posicionamiento ético del que fuera amoral Canciller sajón, ahora convertido en Arzobispo por real decreto de su soberano, a nivel epidérmico-pasional, marca indefectiblemente la enorme circunstancia dolorosa del traicionado monarca de Inglaterra, que tuvo a Becket, el joven sajón de sus correrías y francachelas, como principal eje de su ahora amor frustrado por él. Otro de los elementos coicidentes en ambas propuestas se halla en la consecuente reflexión de Plantagenet sobre la soledad del individuo al desaparecer de su vida el amigo amado, y verse obligado a compartir únicamente la compañía adocenada de sus bárbaros barones y de una familia a la que odia.
No se puede negar que los aspectos biográficos de la obra de Anouilh ciertamente no autentifican la que fue verdadera relación de Henry II con su reina consorte Leonor de Aquitania, diez años mayor que él, a la que amó en su juventud, de cuya unión nacieron ocho hijos, y a la que años más tarde repudió condenándola al destierro en Chinon, luego en Salisbury donde permaneció bajo arresto, muriendo el 1 de abril de 1204 en la abadía de Fontevrault a los 82 años de edad, y allí mismo sepultada junto a su esposo Henry -1189- y su hijo Richard -1199-, hecho éste del que se sirvió el dramaturgo James Goldman en su obra "The Lion in Winter" -"El león en invierno"-de 1966.
En consecuencia, la historia que compone Anouilh se centra únicamente en la exposición de una amistad perdida de evidente y traumática esencia amorosa que poco o nada tiene que ver con el resto de personajes que lo rodean, ya que el conflicto central se percibe en realidad por medio de una clara dependencia emocional de latente homosexualidad {nunca concretada fisicamente} a través de la cual Henry de Inglaterra, tras el asesinato del Arzobispo, hallará por fin la armonía perdida consigo mismo, y Becket la definitiva senda de su equívoca existencia por medio del honor de Dios que le lleva hasta la muerte. Pero, más allá de estos significativos elementos vivenciales, Anouilh nos presenta finalmente uno de los derroteros más íntimos y personales del monarca inglés y su debilidad pasionalmente amorosa abriéndonos las puertas a lo que sin duda es una magnífica historia de gran impacto emocional como el que provocara la ruptura de Henry II Plantagenet y Thomas Becket una vez tomada la base cierta de la investigación histórica sobre los dos grandes personajes.
Thomas Becket en compañía de Luis de Francia y su séquito llegan a las playas de Normandia para encontrarse con Henry en el que será su último encuentro además de su postrera disputa sobre el honor de Dios enfrentado al honor del Rey, y la muestra final del sentimiento amoroso del ultrajado Henry de Inglaterra por su antiguo amigo. (Luis rey de Francia) "Ved, Thomas, vuestro rey os espera. Me alegro de que no naciérais a este lado del canal. Habríais sido una preocupación para mí. ¿Qué me habéis dado para que yo haga todo esto por vos?" (Becket) "Os convencí de que si el Rey y yo nos reconciliábamos él quedaría en deuda con vos" "Cierto. ¿Por qué os odia tanto?" "Jamás me perdonará que prefiera Dios a él" "Id, Thomas"
(Henry, observando emocionado a Becket)"Has envejecido, Thomas" "También vos, mi principe. ¿Tenéis frío?" "Estoy helado. Me están matando los sabañones"
"Pero a ti te gusta el frío. Estarás en tu elemento con ese simple hábito" "Siempre os dije que es preciso combatir el frío con sus propias armas. Despojarse de las ropas cada mañana y sumergirse en un baño de agua fría" "Solía hacerlo..."
".. cuando tú me lo aconsejabas. Ahora apesto. No me baño nunca" (Becket trata de cambiar la conversación dejando atrás los reciuerdos a los que alude el monarca) "¿Qué es de vuestro hijo? Ya debe ser mayor"(Henry con despecho) "Es un idiota. Y falso como su madre. Thomas, no te cases nunca" "Vos solucionasteis ese asunto al hacerme ordenar" "Si empiezas con eso acabaremos peleándonos. Hablemos de otra cosa" "Está bien. ¿Habéis ido de caza a menudo últimamente?" "Sí, todos los días. Pero ya no me divierte. Me devora el hastío" "Mi Príncipe, desearía ayudaros" "¿Y a qué esperas para hacerlo?" "A que el honor de Dios y el honor del Rey sean una misma cosa" "Eso puede ir para largo" "Sí, tal vez para muy largo"
"Yo soy el Rey, Thomas, y mientras estemos aquí en la tierra, tú debes dar el primer paso. Estoy dispuesto a olvidar muchas cosas, pero no la circunstancia de que yo soy el Rey. Tú mismo me lo enseñaste" "Y no lo olvidéis nunca, tenéis una misión muy difícil que cumplir, guiar la nave" "¿Y tú? ¿Qué misión tienes que cumplir?"
"Oponerme a vos con todas mis fuerzas cuando la guiéis contra Dios" "¿Qué esperas de mí, entonces? ¿Que yo me doblegue?" "No. Temo que lo único que podemos hacer, por absurdo que sea, es lo que nos ha sido dado hacer hasta el final" (Henry se siente totalmente confuso) "Oye, porqué no echamos pie a tierra y empleas palabras más comprensibles para un patán como yo. Si no, no iremos a ninguna parte, y nos convertiremos en dos estatuas de hielo tratando de hacer las paces en una glacial eternidad" "Mi Señor, hago todo lo posible para que me comprendáis" (Henry se exaspera) "Entonces soy un idiota, háblame como a un idiota"
"¿Levantarás la excomunión que pronunciaste contra Lord Gilbert?" "No, porque es la única arma que tengo para defender lo que me fue confiado" "¿Estás de acuerdo con los diez artículos que los Obispos aceptaron en tu ausencia, sobre todo en la entrega de los sacerdotes que busquen la protección de la Iglesia para escapar a mis tribunales de justicia?"
"Está bien, no transigiré más que en un punto. En recuerdo de nuestra vieja amistad, puedes volver a Inglaterra" "Gracias, mi Príncipe, de todos modos pensaba regresar y someterme a vuestro poder. En cuanto concierne a esta tierra os debo obediencia" "Hemos terminado por ahora. Tengo frío" "Yo también tengo frío, ahora"
(Henry exclama dolorido) "Tú nunca me quisiste, ¿verdad Thomas?" "Hasta donde llegaba mi capacidad para amar, sí, Señor" "Pero ¿empezaste a amar a Dios? ¡No seas mula! ¡Y responde a una simple pregunta!" "Sí, luego empecé a amar el honor de Dios"
"Adiós, mi Príncipe. Embarcaré mañana. Sé que nunca más volveré a veros" "¿Cómo te atreves a decirme eso cuando te he dado mi palabra? ¿Me tomas por un traidor?" (Cuando Becket se marcha, Henry se vuelve hacia él con tremendo dolor y grita su nombre en la desierta playa) "¡¡Thomas!!"
¿NO HAY NADIE CAPAZ DE LIBRARME DE ESE ENTROMETIDO, DE ESE PRELADO QUE SE BURLA DE MÍ?
(DOBLAJE VERSIÓN CASTELLANO)
(Reunión familiar de Henry, además de sus barones en su palacio de Normandia) "Sentaos" (Señala a su hijo mayor Henry) "Ven aquí tú" (El muchacho que teme a su padre se levanta atemorizado dirigiéndose hacia donde el Rey le llama)
"Siéntate aquí. Mírame a mí, no a tu madre. ¡Siéntate, soberano botarate!" (La reina madre inquiere preocupada) "Qué significa esto? ¿Qué estás haciendo, Henry?" "Sé perfectamente lo que hago, Señora" (Cuando llegan los criados con la comida, Henry los despide) "Fuera"
"Antes de que llenéis vuestras barrigas, tengo algo que anunciaros. Restableciendo una antigua costumbre, he decidido dejar a mi sucesor durante mi vida. Hago esto para proteger al reino de futuros pretendientes al trono" (La reina madre intenta de nuevo interrumpir a su hijo) "Henry, esto..." "Cerrad la boca" (Henry se dirige de nuevo a su primogénito) "Y tú deja de babear mientras te elevo a la gloria" (Brindis) "Por mi sucesor, Henry III" (Los barones alzan sus copas) "Por Henry III" (La reina madre de nuevo) "¿Cuándo tendrá lugar la coronación?" "En cuanto lleguemos a Inglaterra" "¿Puedo preguntar dónde?" "En York" "¿No en Canterbury?" "Mi buena madre, caballeros, trata de indagar con su habitual discreción si hay una doble intención en mi propósito"
"La
hay. Con ello quiero demostrar a nuestro recién reinstalado Arzobispo
que puedo prescindir de él. La coronación del rey de Inglaterra es el
más honroso y codiciado privilegio de Canterbury. Daría cualquier cosa
por ver la cara de Becket cuando se entere de que yo se lo he quitado para concedérselo a York. ¡¡Jajajaja!! Es una buena jugada, eh". (Henry se vuelve a ensañar con su hijo) "Anda, fuera de aquí, cretino, aún no has sido coronado"
"Fijaos
en su mirada. Le devoción filial es un sentimiento maravilloso. Te
gustaría ser el verdadero rey, ¿no es cierto, bribón? Con el número tres
detrás de tu nombre, y tu padre muerto y rígido en su tumba. Pues
tendrás que esperar un poco. Tu padre aún vive y además goza de buena
salud"(La reina madre de nuevo interrumpe a Henry) "Hijo, Dios sabe que he sido contraria a una reconciliación con ese malvado Becket,
y que encuentro justificado el odio que sientes por él. Pero no te
dejes arrastrar a una acción de la que podrías arrepentirte amargamente.
Ese muchacho no es listo"
"Los ambiciosos lo utilizarán en contra tuya antes de que termine tu reinado" "Tengo todos los resortes del poder en mis manos, y aún estoy lleno de vida"
"Henry, piensa en todos nosotros y en Inglaterra, y no en el amor defraudado que sientes por ese hombre" "¿Amor? Hace un momento dijisteis odio. ¿Y quién os autoriza a inmiscuiros en mis odios y mis amores? "Tienes una obsesión por él que no sólo peca de insana, sino de antinatural. Y ahora que no lo tienes a tu lado como antes..." "Por el cielo..." "Si Becket fuera una mujer no te portarías de modo diferente. ¡Que Dios arranque su recuerdo de tu corazón! ¡Ah, si yo fuese hombre!""Dad
gracias a la naturaleza por haberos dado pechos, aunque es una ventaja
de la que nunca obtuve el más pequeño beneficio. Cuando niño fue una
pobre aldeana quien me crió" (Interviene Leonor, la esposa) "Por eso es tan difícil distinguir al rey debajo de vuestra corona" ¡Jajaja!.
¿No tenéis nada más que añadir, mi querida consorte? Adelante, pues.
Decidlo. Quiero oír de una vez el fastidioso recuento de todas vuestras
quejas, escuchar el veneno que habéis acumulado""Os compadezco. Tolero todas vuestras numerosas aventuras, Señor, pero no esperéis que esté dispuesta a tolerarlo todo. ¡Becket! ¡Siempre ese Becket!" "Soy
una mujer, soy vuestra esposa. ¡Soy la Reina! ¡Me quejaré a mi padre!
¡Me quejaré a mi tío, el Emperador! ¡Me quejaré a todos los Reyes de
Europa! ¡Me quejaré incluso a Dios" (Henry entre carcajadas pero cada vez más enfurecido) "¡Jajaja!
Yo en vuestro lugar empezaría por Dios. Id a vuestra capilla y ved si
está en casa. ¡Idos de aquí vosotras dos! ¡Estoy harto y asqueado de
veros!"
"¡Al diablo mi familia si es que el diablo puede aguantarla! ¡En cuanto a ti Henry III, ¡voy a poner mi real bota en tus reales posaderas!" (El joven Henry también despavorido huye de su padre junto al resto de la familia)(Tan sólo los fieles barones permanecen junto a Henry) "Ah, Esto es mejor. Bebamos, caballeros. Bebamos hasta rodar debajo de la mesa completamente mareados. Mis perros fieles. Qué suave calorcillo a vuestro lado, igual que el de bestias en un establo. Saludable sudor, lo único que brota de su frente. Ni la más pequeña luz que ilumine preocupaciones".
"¡Al diablo mi familia si es que el diablo puede aguantarla! ¡En cuanto a ti Henry III, ¡voy a poner mi real bota en tus reales posaderas!" (El joven Henry también despavorido huye de su padre junto al resto de la familia)(Tan sólo los fieles barones permanecen junto a Henry) "Ah, Esto es mejor. Bebamos, caballeros. Bebamos hasta rodar debajo de la mesa completamente mareados. Mis perros fieles. Qué suave calorcillo a vuestro lado, igual que el de bestias en un establo. Saludable sudor, lo único que brota de su frente. Ni la más pequeña luz que ilumine preocupaciones".
"Y pensar que antes de conocer a Becket yo era como vosotros. Una máquina bien engrasada para comer, fornicar y cortar cabezas. ¿Qué pusiste en la mía, Thomas, para parar la máquina?"(Henry irónicamente pregunta a un barón) "Dime, ¿piensas tú alguna vez?" "Nunca, Señor. Un caballero tiene otras cosas que hacer" "¡Jajaja!. Bueno, bebamos. ¿Qué noticias hay de Inglaterra? ¿Ha desembarcado Becket? "Sí, ha desembarcado, Señor" (Henry extrañado)"¿Y no fue nadie a darle la bienvenida? ¿Lord Gilbert, por ejemplo? "Sí,
fue a esperarle dispuesto a hacerle pagar su excomunión. Pero habían
allí siete obispos aconsejando que no derramasen sangre y que respetasen
el salvoconducto que disteis a Becket" "Sí, yo le di un salvoconducto"
"Los
aldeanos lo escoltaron de pueblo en pueblo, vitoreándole hasta que
llegó a Canterbury" "Ni un solo caballero, ni un solo normando salió a
su encuentro" "¿Sólo sajones?" "Sí, una gran multitud" "Becket
salió como fugitivo, como exiliado, y al regresar ha recibido todo el afecto que el pueblo había reservado para su Rey" (Henry despechado y dolorido)"Un
hombre que comió mi pan, un hombre a quien elevé de la nada, y a quien amé""Sí, le quise de veras, y aún sigo queriéndole" "¿Es
suficiente Dios? ¿Es suficiente? ¡Basta! ¡Basta! No puedo hacer nada.
Me siento tan desvalido como una mujer. En tanto él siga con vida,
temblaré, no estaré tranquilo""¡Soy el Rey, y, sin embargo, le tengo miedo!... (Henry se revuelve como retando a su barones) ¿No hay nadie capaz de
librarme de ese entrometido, de ese prelado que se burla de mí?..."
"¿Es que
sólo me rodean cobardes como yo? ¿No existen por ventura hombres... en
Inglaterra..."
(Henry lleva su mano al corazón y se retuerce lloroso, cayendo al suelo ante sus asombrados caballeros) (Los
barones se observan entre sí y sin musitar una palabra, tan sólo con
sus gestos, deciden tomar una decisión. Abandonan el palacio dejando a
Henry en el suelo, que alza lentamente su rostro viendo salir a sus
soldados, y musita angustiado como ya hiciera en su reencuentro en la
playa normanda) "Thomas"
[Thomas
Becket fue asesinado a la hora de vísperas, al pie del altar dedicado a
San Benito en
la catedral de Canterbury, el martes 29 de diciembre de 1170. Cuatro
caballeros de Henry II Plantagenet, Rey de Inglaterra: Reginald
Fitzurse, Hugo
de Morville, William de Tracy y Richard Brito, acudieron a la catedral
de
Canterbury. Entraron con las armas prestas. Respondían con su presencia
en ese lugar a las palabras del Rey. “¿No hay nadie {entre mis
servidores} capaz de librarme de ese entrometido, de ese prelado que se burla de mí?" Ese
clérigo era Thomas Becket]
(Thomas Becket a su fámulo John) "Date prisa" (John) "Es difícil con todos estos lacitos, harían falta manos de mujer" "Hoy son mejores unas manos de hombre"
"Lo que hay que hacer, hay que hacerlo bien" "Sí. Hay que hacerlo, mejor. Haz todos los lazos, cada uno de ellos. Hoy he de tener mi mejor aspecto. Dios nos dará tiempo" "Bueno, ya está. Pero preferiría tener que limpiar la pocilga de mi casa. No hay nila mitad de trabajo" "¿Querías a tus cerdos?" "Sí, y mucho" "También en casa de mis padres teníamos cerdos cuando era niño" "Ah, ¿de veras?"
(El hermano John pregunta entonces) "Eminencia, ¿será hoy?" (Becket) "Es posible, hijo mío. ¿Tienes miedo?" "¡Oh, no, si me da tiempo de luchar, no. Lo único que quiero es tener antes ocasión de dar unos cuantos golpes ya que en toda mi vida no he hecho más que recibirlos. Si puedo matar a un normando, solo a uno, me daré por satisfecho y compensado""¿Tanto te gustaría matar a uno?" "Ya lo creo. No me importa ser tan sólo un grano de arena en la máquina, porque yo sé que poniendo poco a poco un grano y más granos, algún día esa máquina se parará por fin" "Y ese día, ¿qué ocurrirá?" "Pues que tendremos otra máquina bien engrasada en lugar de la vieja, y pondremos a los normandos dentro de ella en lugar de nosotros. Eso sería hacer justicia, ¿no?" "Dame mi cruz de plata, debo llevarla" "Cuanto pesa. Un buen golpe con ella les haría daño" "Qué feliz eres. De ese modo arreglarías tú las cuentas de este negro mundo, ¿verdad?..."
Un alarmado sacerdote corre hacia su Arzobispo) "Ilustrísima, hay hombres armados en la entrada. He ordenado cerrar las puertas, pero..." (Becket) "Es hora de vísperas. ¿Desde cuando se cierran las puertas durante las vísperas"... "No... pero, Ilustrísima..." "Abridlas. Todo tiene que estar como es debido para el oficio divino" (En los grandes portalones de entrada a la Catedral suenan terribles golpes)(Becket y John se dirigen hacia el altar y el Arzobispo se santigua y tras cantar su rezo, murmura) "Ya llega la suprema locura. Su hora ha sonado..." (Entran los barones del rey, y desenvainan sus espadas. El Arzobispo les increpa)
(Los barones) ¡Tu muerte! "Continuemos, hermano John" (Ruega Becket) "¡Sajón!" (Le afrentan) "¡Perro! ¡Sajón! ¡Traidor!" (Pero
el joven John intenta enfrentarse a ellos y golpearles con la cruz de
plata, pero es inmediatamente atravesado por la espada de uno de los
barones, cayendo sobre las escaleras que dan al altar)
(Thomas Becket se llega hasta su fámulo y le bendice, musitando)"¡Oh, Señor, qué duro es mantener tu honor"
(Inmediatamente
es atacado por las espadas de los sicarios del Rey, y al morir
asesinado entre el rincón solitario de las escalinatas del altar
catedralicio de Canterbury, Becket exhala) "¡Pobre Henry!",
como si todavía conservara el recuerdo inolvidable de su bella amistad
insostenible con su Principe. Y sus ojos, al cerrarse, dejan tras de sí una de las
emociones más escalofriantes de cuantas presidieran su vida como Canciller de Inglaterra.
(Henry
se somete al gato de nueve colas para ser flagelado por monjes sajones
como penitencia por haber incitado a sus barones a asesinar a Thomas
Becket)
"Gracias, gracias. Sí, si, todo ha estado conforme. Estáis perdonados. Cerdos, cerdos sajones""Desde luego se han ganado a conciencia su dinero" (Llegan
los cuatro caballeros normandos, asesinos de Becket, hasta la cripta
donde Henry ha cumplido con su cometido de penitencia. Henry vuelve a
cubrir su pecho y su espalda herida por los latigazos, y se enfunda en
su roja capa dispuesto a hablar al pueblo de Canterbury) "¿Hay gran muchedumbre fuera? (Pregunta a sus barones) "Sí, mi Señor" "No hay nada más seguro para ganarse al pueblo que mostrarle a su Rey haciendo penitencia y humillándose bajo el látigo" (Henry toma su corona). "El honor de Dios, caballeros, es una gran cosa, y considerándolo bien uno sale ganando si lo tiene de su parte. Thomas Becket, nuestro amigo, siempre decía eso. Esta noche en el consejo determinaremos que castigo se debe aplicar a sus asesinos" (Los barones tratar de disimular su culpabilidad, y uno de ellos contesta) "Señor, se ignora quienes fueron"
(Henry afirma) "Nuestra justicia dará con ellos. Estad seguros. Ha llegado la hora , queridos barones, de que todos hagamos penitencia"
(Henry sale de la catedral de Canterbury y ante la multitud congregada ante el pórtico exclama) "¡Escuchadme!"
"Además de someter mi cuerpo a las disciplinas había hecho una petición al Papa. Y en el día de hoy he recibido su respuesta. Thomas Becket,
nuestro anterior Arzobispo de Canterbury y mártir por seguir la causa
de Dios y de la Iglesia, será en adelante honrado y venerado en todo
nuestro reino como santo"
(La multitud aclama a Henry III y su proclamación santificadora del asesinado Becket)
(Henry
vuelve a penetrar en el templo y se dirige hasta la tumba que se ha
erigido con la imagen de Becket y habla con voz conmovida)
¡La
obra de Jean Anouilh jamás pudo soñar con una recreación
cinematográfica tan espléndida! ¡Teatro y cine! Una liberación
indispensable a través de los grandes recursos de la cámara.
Un viaje desde el escenario teatral al otro lado del espejo: la
macropantalla. Un ejercicio creativo por parte de Peter Glenville de
audacia sorprendente.
Una voluptuosidad imperecedera de amores malditos reprobados por la
intolerancia religiosa. ¡Un milagro teatral en Cinemascope!
¡Extraordinario sound track de Lawrence Rosenthal!ROGELIO HERNÁNDEZ: PETER O'TOOLE
[Barcelona, España 25 de diciembre de 1930 – 31 de diciembre de 2011 a la edad de 81 años]
ARSENIO CORSELLAS: RICHARD BURTON
[Figueras, Gerona, España 17 de septiembre de 1933-Madrid, 16 de noviembre de 2019 a la edad de 86 años]
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1 comentario:
Muchas gracias por el aporte.
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