A
lo largo de la historia del cine existen películas que se desdoblan en
función de sus actores. Que acaban así convirtiéndose en dos películas:
la que existe en la pantalla y la que el espectador recibe gracias a los
intérpretes que transitan en ella. Peter O'Toole es sin duda alguna
uno de ellos. Fue un actor de tal magnetismo, de tal calibre que otorgó a
cada film en el que intervino una dimensión especial, más allá de sus
secuencias, más allá de sus fotogramas. Cuando aparecía en la pantalla,
era como si la película respirase de manera diferente mientras los
espectadores dirigían su mirada al actor o al resto del encuadre en el
que se movía. Su interpretación de Enrique II Plantagenet acumuló así tal potencial interpretativo, que superó con creces a su rival Thomas Becket, magníficamente interpretado también, como no podía ser de otra manera, por un segundo gigante de la pantalla como fue Richard Burton. O'Toole pasó así a convertirse en uno de los más grandes actores de la historia del Séptimo Arte. "Becket", la inolvidable obra teatral de Jean Anouilh [Burdeos, 23 de junio de 1910-Lausana, 3 de octubre de 1987] en manos del director no menos teatral como fue Peter Glenville,
no opta en ningún momento por secuencias calmadas, sino que a través de
ellas se vuelca en el desapacible e inquietante retrato de una ruptura
entre un rey medieval y su canciller, luego convertido en arzobispo de
Canterbury por su real decreto, al tiempo que nos ofrenda los
extraordinarios diálogos elaborados por el gran dramaturgo francés.
Diálogos imperecedoros que sostienen pasionalmente el suspense de lo que
llegó a significar la terrible ruptura entre un Reino y su Iglesia. Y
la obra cobra a través de ellos una intensidad tan sobrecogedora como la
escena de la playa en Normandía cuando Henry y Becket se separan, tras el grito gemebundo del monarca inglés, viendo
en la pérdida de su ahora declarado enemigo que el resto de su
existencia sin aquella amistad que tanto llegó a significar para él, se
desvanece ya de una manera definitiva. Y O'Toole se
cimenta colosalmente sobre su soberbia interpretación con esa imagen
terebrante de un rey que se desangra en su interior, ya que jamás
podrá recomponer esa realidad perdida de su amistad, de su amor uranista
por su arzobispo, y que Becket ha transformado en "Honor de Dios". La labia engatusadora de O'Toole
no es más que la escaramuza extraviada de su interna y dolorosa pasión
amorosa que imagina poder calmar con el asesinato del amigo perdido. Y
su corona, como rey de Inglaterra, se convierte en una
terrible herida que el Dios arbitrario de su arzobispo convierte en la
daga más lacerante que se cierne sobre su frente, sus sienes, y sus ojos
inyectados en sangre. Peter O'Toole nos ofrenda así uno de los
ejemplos más inolvidables de intensidad interpretativa. Su mirada
dolorida incendia la pantalla, hasta tal punto que resulta asombroso
cómo el actor dota a su personaje de toda esa encubierta carga de
amigüedad homosexual, a través del movimiento tembloroso de su cuerpo, y
con el hechizo de su voz al condenar a muerte a su amigo "al que amó y
sigue amando" suplicando a Dios si no es ya bastante el suplicio que
vive ahora en soledad.
(DOBLAJE VERSIÓN CASTELLANO)
(Henry) "Obispo" (Obispo Folliot) "¿Qué quieres tú ¡Su Majestad! Solo y sin escolta" "El rey a pesar de eso"
"Obispo,
quiero confesar" "El rey tiene su confesor. Es una gran
prerrogativa de la corte" "No, no os pongáis nervioso. No, no vengo, a
pediros absolución. Tengo algo en la conciencia que me pesa más que un
pecado. Un error. Un tremendo error. Os ordené que votarais por Becket
en
la elección de Canterbury. Estoy arrepentido de ello"
"Me
doblegué a la voluntad real" "De muy mala gana, lo sé. Me han dicho
que ese compromiso os causó una grave enfermedad" "Dios me ha curado"
"Ha hecho muy bien. Como lleváis su uniforme, os escucha. En cambio, a
mí me ha enfermado y no mueve un dedo
por mí. Tengo que curarme yo mismo" "Yo no sabia..." "Tengo sentado al
arzobispo en la boca del estómago. Una bola grande y pesada que
necesito vomitar"
"Creo
que vos sois un hombre que puede hablar de eso. Me parece que os juzgué muy mal. Me había cegado la amistad" (Folliot se muestra satisfecho) "¿Es que la amistad del rey con Thomas Becket ha muerto, Alteza?"
"Si,
ha muerto de repente. Una especie de fallo en el corazón" "Es un
curioso fenómeno, Alteza, aunque frecuente" "Sí. Ahora odio a Becket. Es
un odio tan grande como vuestros celos"
"Es
igual que una fiera que desgarrara mis entrañas y que ya no soporto.
Tengo que revolverme y deshacerme de ella. Pero yo soy el rey y mi
posición me impide hacerlo. Necesito que alguien me ayude" (Folliot) "Mi único interés es el de la Iglesia"
(Henry se ríe) "Ah, vamos, Obispo. Estamos solos y la iglesia está vacía" "La iglesia nunca está vacía" (exclama Folliot) "Esa lamparilla roja que hay en la capilla significa que Dios está presente en el tabernáculo"
(Henry exclama sarcástico)
"¿Me tomáis por una de vuestras ovejas, Pastor Sagrado? A mí me gusta
jugar pero sólo con niños de mi misma edad. Ese por quien arde esa
lamparilla roja hace ya mucho tiempo que ha visto lo que hay en el fondo
de vuestro corazón y del mío. Sabe el odio que le tengo a Thomas Becket
y cómo lo envidiáis vos. ¿Ignoráis que él lo sabe todo?" "Es curioso.
Yo tenía a vuestra Alteza por un eterno adolescente atento sólo a sus
placeres"
"Uno
puede equivocarse, Obispo, como me ha ocurrido a mí. Por lo tanto, si
se pudiera probar que Becket cometió alguna grave infracción como
Canciller, por ejemplo: malversación"
"¿Qué
haría la Iglesia?" "Si eso quedara demostrado pero plenamente, el
episcopado podría suspender la obediencia que se debe hasta llegar el
informe al Papa" "¿Y después de eso?" "¿Cómo? ¿Queréis ir más alla?"
"Hasta el fin" "Siendo culpable, si es que se comprueba que lo es, sería
juzgado de acuerdo a la ley canónica" "¿Y la penalidad?" "Eso tendría
que decidirlo su Majestad"
"¡Thomas!" (Folliot se enfurece) "Le amáis, ¿verdad? ¿Seguís queriéndole? ¡A ese impostor, a ese indecente sajón, a ese cerdo mitrado!"
(Henry insiste en condenar a Becket) "Será acusado y vos haréis el papel que os corresponda" (Folliot aduce)"De acuerdo con la ley"
(Henry destrozado por tener que condenar a Thomas Becket, exclama al abandonar la Iglesia donde se ha enfrentado al odio del Obispo Folliot) "Os juro que escupiría si no estuviera en la casa de Dios"
(Becket)
"Hermanos míos, como se os ha dicho vuestra presencia aquí es
voluntaria. Si alguno de vosotros tiene dudas puede marcharse ahora.
Gracias por atendernos"
(Becket se dirige a recibir a los delegados eclesiásticos que vienen a rogarle que no excomulgue a Lord Gilbert)
"Buenos días, señores. No esperaba veros en Canterbury. ¿Aún no estáis
de acuerdo con mi decisión?" "Eminencia, ¿nada podría haceros desistir?"
"Sí, que el rey ordene la detención de Lord Gilbert acusado de
asesinato sacrílego" (Uno de los delegados) "Habrá detención,
pero no de Lord Gilbert. El Sheriff de Londres espera en la sacristía.
Tiene orden de haceros comparecer ante la gran justicia del Rey en
cuanto pronunciéis la excomunión"
"Es
curioso. ¿De qué se me acusa? "De malversación" "El Rey ha descubierto
que desapareció mucho dinero de la tesorería durante vuestra
administración como Canciller" "¿Cuánto?" "Cuarenta mil libras de oro"
"Jamás ha habido tanto oro en la tesorería"
"Os
suplico que no lo hagáis. Eso dividiría a la Iglesia y al Estado
durante una generación" "No, el Reino de Dios se ha de defender como
cualquier otro reino" "Dios se ocupará de que sobreviva" "Señores, es
una suprema ironía que el mundano Becket, el disipado y libertino, tenga
que ser el que se halle aquí en este momento""Pero
aquí está contra su voluntad, porque el Rey acertado o equivocado
decidió echar el peso de la Iglesia sobre mí, y ahora tengo que
llevarlo. Me armé de valor y eché esa preciada carga sobre mis hombros.
Nada podrá hacer que me desprenda de ella. Ahora Señores, con vuestro
permiso"
"Lord Gilbert, Barón de Inglaterra por la gracia de su Majestad, el Rey Henry II, secuestró a un sacerdote de la Santa Iglesia e ilegalmente lo retuvo prisionero. Además, en presencia de Lord Gilbert y por su mandato sus hombres lo apresaron de nuevo cuando intentó escapar y le dieron muerte"
"Esto es pecado de homicidio y sacrilegio. Dado que Lord Gilbert
no ha hecho acto de contrición ni arrepentimiento, y se halla
actualmente en libertad en el país, lo declaramos desde ahora apartado
del precioso cuerpo y sangre de Jesucristo, y de la comunidad de todos los cristianos"
"Lo
excluimos de nuestra Santa Madre Iglesia, y de todos sus sacramentos
tanto en la tierra como en el cielo. Lo declaramos excomulgado y
anatematizado. Lo arrojamos a las tinieblas externas. Lo juzgamos y
condenamos con el demonio y sus ángeles caídos, y con todos los réprobos
al fuego eterno y a sufrir su constante padecer. (Todos los frailes a
la vez) "¡Que así sea!"
(Tras
la excomunión de Lord Gilbert, Becket se dirige a la sacristía donde le
aguarda el sheriff de Londres con el mandato de arresto por parte del
Rey)
(Sheriff de Londres) "Como Lord Sheriff de Londres tengo orden de citar a vos, Thomas Becket, al tribunal del Rey para responder a los cargos aquí contenido y sellados con el sello real"
"BUENA JUGADA, THOMAS!"
"Yo, Robert de Beaumont, Duque de Leicester, Gran Justicia del Reino, cito ahora a Thomas Becket a esta corte de Ley por tercera y última vez. Thomas Becket, adelantaos" (Leonor, con satisfacción) "Está perdido" (Henry) "Sí" "Por fin" "Os prohibo que estéis contenta" "¿Por ver perecer a vuestro enemigo?. ¿Por qué no?" "Becket
es sin duda mi enemigo, pero en la balanza humana, traidor como es y
desnudo como vino al mundo vale tanto como 100 veces vos, señora, con
vuestra corona y vuestras joyas y vuestro augusto tío el emperador
encima"
"Ahora
estoy obligado a combatirle y aplastarlo, pero al menos me dio a manos
llenas todo aquello que es bueno en mí, y vos nunca me habéis dado nada
salvo vuestra defensiva mediocridad y vuestra inacabable obsesión, con
vuestra enclenque persona y a lo que vos creiáis que era debido, ¡por
eso os prohibo que sonriais bientras Becket es destruído" "Os di mi juventud y vuestros hijos" ¡Aborrezco a todos mis hijos!"
"Y
en cuanto a vuestra juventud, esa flor marchita prensada entre las
páginas de un misal desde que teniais doce años, con su sangre aguada y
su aroma a rancio e insípido, podéis despediros de ella sin lágrimas"
"Vuestro
cuerpo era un desierto vacío, Señora, en el cual el deber me obligó a
vagar solo. Pero nunca habéis sido una esposa para mí. Y Becket era mi
amigo con sangre en las venas, generoso y lleno de fuerza. ¿Oh, mi buen Thomas!"
(La reina madre) "¿Y yo? Supongo que no os he dado nada"
"La vida, sí. Gracias. Pero después de eso nunca os vi excepto en un
corredor cuando ibais a un baile, o con vuestra corona y vuestro manto
de armiño diez minutos antes de las ceremonias oficiales cuando estabais
obligada a tolerar mi presencia. ¡No, nadie en esta tierra me ha
querido nunca, excepto Becket!" "Llámale de vuelta, entonces. Absuélvele, si le quieres. Devuélvele su poder, pero haz algo" "Ya lo hago. Aprender a estar solo"
(Robert Beaumont lee el edicto real) "Por la autoridad que me ha sido concedida, yo Robert de Beaumont, siervo de la corona acuso ante este consejo a Thomas Becket de los delitos... (Becket le interrumpe) "Robert"...
"Os acuso Thomas Becket..." "Robert de Beaumont
escuchadme, por el bien de vuestra alma que se halla en grave peligro..
Todos los de esta asamblea sabéis con cuanta devoción he servido a mi
Señor el Rey. Fue él quien deseó que yo fuera Arzobispo, y tan sólo
acepté por amor a él. Soy inocente de cualquier maldad durante mi
administración del tesoro del Rey como Canciller, o en cualquier otro momento"
"Por
tanto, rehuso pedir clemencia por estas falsas acusaciones. Yo seré
juzgado únicamente por el Papa al cual, ante todos vosotros apelo ahora y
me coloco yo mismo y a mi Iglesia bajo su protección. Como cabeza de la
Iglesia de Inglaterra y como su padre espiritual os prohibo que me
juzguéis"
"Os ordeno a vos y a cuantos quieran acusarme que guarden silencio bajo pena de poner en peligro vuestras almas inmortales"
"Buena jugada, Thomas" (El obispo Folliot increpa a Becket) "¿Creéis que podréis continuar indefinidamente con esto, bobo?" (Beket aduce) "Todos somos bobos de Dios" "¡Becket! (un barón lo amenaza) "¡Sois un farsante! ¡Sois un traidor!" "¡Envainad vuestra espada antes de que ensartéis vuestra alma con ella!"
(Henry entre carcajadas exclama) "Es divertido, es muy divertido. Los ha hecho picadillo. ¡Estoy rodeado de idiotas! ¡Becket es el único hombre inteligente de mi reino, y está contra mí! ¡Jajajaja!"
Si
consigue que el Papa le escuche, Obispo, podemos encontrarnos el reino
entero bajo interdicto Papal. Yo mismo podría ser excomulgado" (Folliot duda) "Pero, Vuestra Alteza, yo no creo que..." (Henry fuera de sí) "¡No me importa lo que vos creais!"
"Becket no debe cruzar el canal. El Rey Luis
de Francia sería el primero en ayudarle hasta llegar al Papa. El
Arzobispo no debe abandonar Inglaterra. Ocupaos de ello. A partir de
ahora, Obispo, esto será una guerra abierta"
[Thomas
Becket ayudado por algunos de sus seguidores y el fiel fámulo John
logra abandonar Inglaterra, cruzando el canal con rumbo a Francia]
LUIS VII DE FRANCIA
(Un barón francés) "Majestad los embajadores ingleses extraordinarios insisten en que comunique sus saludos" (Luis VII) "Ya lo habían hecho. Les veré cuando esté listo. Ese es mi trabajo" (Barón) "Desean llamar respetuosamente vuestra atención, Sire, hacia el hecho de que llevan tres días esperando"
"Que
esperen, ese es su trabajo. A los embajadores se les paga para que
paseen por las antesala especialmente en estos tiempos de paz insegura" "Pero tienen un comunicado urgente de Henry de Inglaterra, Sire" "El rey de Inglaterra y sus embajadores pueden ir a ahogarse en lo que ellos impertinentemente llaman su Canal Ingles"
"Pero, Vuestra Majestad, la extradición de un criminal es un deber de cortesía de una cabeza coronada a otra" "Querido mío, las cabezas coronadas son libres de jugar jueguecitos de cortesía, pero las naciones no se deben nada" (Luis pierde la partida de ajedrez por la interrupción de su barón)" "¡Oh!, está bien, que pasen. Que pasen" (Al sastre que le está confeccionando un nuevo atuendo) "No, tú puedes quedarte, los embajadores pueden compartir nuestra atención con nuestro sastre"
"Eso demostrará a los ingleses con precisión el estatus social de nuestra corte" "Permitidme que os presente, Vuestra Majestad, a los dos enviados extraordinarios de su Alteza, Henry de Inglaterra. Su Ilustrísima, el Obispo de Londres, y Robert de Beaumont, Duque de Leicester"
"Bienvenidos, Señores. ¿Recién llegados desde Inglaterra? ¿Qué tal está nuestro buen Rey Henry?" (Folliot) "Estaba bien, Su Majestad, cuando le dejamos hace dos semanas" (El Rey Luis se hace el sorprendido) "¿Dos semanas para cruzar el Canal, Caballeros?" "Hemos estado esperando a Su Majestad durante tres días" "¿Por qué no he sido informado? Girot" "¿Su Majestad?"
"Ved lo que tengo que aguantar. Pero quizás pueda compensaros.
Permitidme que os provea con algunas prendas francesas elaboradas por
este artesano nuestro".
"No le llevará más de dos semanas" "Lo agradecemos, Su Majestad, pero tenemos asuntos urgentes en Roma" "Qué pena. Bueno, ¿hay algo más que pueda hacer por vos?"
"Deseo entregaron un mensaje de Henry, Rey de Inglaterra a su amigo Luis, Rey de los franceses" "Somos todo oídos" "Desea que sepais..." "Oh, un momento. Sí, podéis continuar" "Desea que sepais que Thomas Becket, Arzobispo de Canterbury, ha sido hallado culpable de traición, y ha huido inmediatamente de su reino"
"Por
tanto, os ruega que no permitáis a este criminal que resida en vuestros
territorios, ni permitáis que ninguno de vuestros vasallos le dé
consejo o ayuda. Solemnemente declara que vuestros enemigos no recibirán
nada de él, ni de sus súbditos".
"Henry, Rey de Inglaterra, Duque de Normandía" (Folliot entrega a Luis de Francia el pergamino sellado por Henry)
"Caballeros,
hemos escuchado con la mayor atención la cortés petición de vuestro
soberano, y en breve redactaré una respuesta formal a la misma. Mientras
tanto, sin embargo, sólo podemos expresar nuestro estupor. Ninguna
noticia nos ha llegado sobre la presencia del Arzobispo de Canterbury en
nuestros dominios" (Miente el Rey Luis) (Folliot aclara) "Pero, Sire, hemos sabido que se halla en vuestros dominios. Se ha refugiado en la Abadía de San Martín" "Mi
Señor Obispo, nos congratulamos de que haya algo de orden en nuestro
reino. Si él se encontrara allí, habríamos sido informados con toda
seguridad"
(En efecto, Thomas Becket se halla en Francia ahora bajo la protección de Luis VII que requiere su presencia en palacio)
"Traed a Thomas Becket. (Becket se arrodilla ante Luis de Francia)"Alzaos, Thomas Becket
y saludadnos como Primado de Inglaterra. Una reverencia habría sido
suficiente, y, si conozco mi protocolo, a vos os corresponde una ligera
inclinación de cabeza por mi parte. Ya está"
"También debería de besaros el anillo si esta fuera una visita oficial, pero me da la impresión de que no lo es" "No, Sire. Estoy exiliado" "Ese también es un título importante en Francia. Me han dicho que sois alguien peligroso" "Me temo que sí, Sire" "Qué encantador. Lo hablaremos en privado. Disfrutamos del peligro, Becket, nos mantiene con vida. ¿Valoráis la franqueza?" "Sí, Sire" "Pues dejadme deciros que si fueráis un oficial francés yo mismo os habría metido en prisión""Sin embargo, por el momento nos complace ofreceros nuestra real protección" "Os
lo agradezco humildemente, Majestad. Pero estoy obligado a deciros que
no puedo comprar vuestro favor con ningún acto hostil hacia mi país" "Nos
hacéis una injusticia, eso se sobreentendía. Sin embargo, creo que en
el pasado no os resultaba desconocido el arte de los manejos políticos" "Eso es cierto, Sire" "Bien,
hablando con franqueza, nos venís al pelo para nuestra partida de
ajedrez. Inglaterra se está dividiendo entre el bando de Henry y el bando de Becket, y eso nos resulta admitible, pero, siempre hay un "pero", como seguro que sabréis" "Lo sé"
"Soy responsable únicamente de los intereses de Francia, Becket. Por
desgracia, no puedo permitirme cargar también con los del cielo" Por el momento, me conviene dar cobijo a cualquier fugitivo de la corte de Henry.
Su reciente impertinenecia en la reclamación y captura de algunas de
nuestras ciudades fronterizas debe de seros bien conocida, Thomas, puesto que tuvistéis un papel más que destacados en varios de estos encuentros"
"No obstante, en cosa de un mes es posible que mis tratos con Henry requieran una táctica diferente. Incluso podría verme obligado a pediros que abandonaráis Francia" "Confío
en tener una solución para semejante dilema. Tengo la intención de
dirigirme a Roma para exponer mi caso ante el Santo Padre si vos me
concedéis un salvoconducto" "Lo tendréis, por supuesto. Vos sois el invitado ideal. Pero permitidme que os dé un pequeño consejo" "Os lo agradecería" "El
Papa es el hombre más santo, pero como otros tantos personajes nobles
se halla rodeado de hombres de categoría algo inferior. Necesitan dinero
y puede que el Rey Henry esté deseoso de proporcionárselo. Mantened los ojos abiertos" "Lo haré" "Pero, permitidme que os muestre mi pajarera"
[Thomas Becket y el hermano John logran llegar a Roma y aguarda ser recibido por el Papa. Mientras tanto el Obispo Folliot y Robert de Beaumont han acudido antes para ofrecer dinero al Pontífice de parte de Henry de Inglaterra con el fin de que Becket
no sea atendido por el Papa. Los cardenales que se hallan también
aguardando audiencia murmuran sobre el Arzobispo de Canterbury a quien
tildan de parecer demasiado sincero y eso resulta peligroso para la
hipocresía Curial] "Ese tal Becket
peca de un exceso de sinceridad" "Una práctica que resulta muy
desconcertante" "Fruslerías. La sinceridad es una forma de estrategia
como otra cualquiera"
(El cardenal Ambelli -Gino Cervi-habla con el Pontífice) "Os lo aseguro, Vuestra Santidad, es una cuestión sencilla" (El Pontífice-Paolo Stoppa) "No, no, no, Ambelli, no estoy de acuerdo, es imposible"
"Si aceptamos el dinero del rey Henry posiblemente no puedo recibir a Becket" (Ambelly insiste) "Recibid el dinero del Rey, muy Santo Padre, y recibid también al Arzobispo. Lo uno neutraliza lo otro" "¿Sabéis lo que dicen que Becket va a pedirme?" "No, Santo Padre" "Ambelli, no os hagáis el zorro conmigo. Fuisteis vos quien me lo contó" "Os
pido perdón, Santo Padre. Lo había olvidado, o quizás, como Vuestra
Santidad me hizo la pregunta creí que lo habiais olvidado, así que me
arriesgué..." "Ambelli, si empezáis a divagar sin ningún propósito estaremos aquí toda la noche. Bien, traedle"
(Becket) "Lamento ser inoportuno, Vuestra Santidad, pero el tiempo se agota y mi causa afecta a la mismísima vida de la Iglesia en Inglaterra" (Pontífice) "Lo sé, lo sé, y vuestra causa es digna, pero sin embargo, Becket, la Iglesia debe buscar una existencia pacífica dentro de la trama del Estado" "Lo he intentado con desesperación, Vuestra Santidad" "Precisamente, Becket. Sois nuevo al servicio de Dios, y quizás por esa razón fuisteis de algun modo irreflexivo y desmedido en vuestros métodos".
"Habéis
demostrado vuestra valía moral, pero también habéis dividido a la
Iglesia de Inglaterra en dos bandos, y eso es lamentable" "Santo Padre, me temo que eso es cierto, lo cual me provoca una gran agonía"
"Si soy culpable, si mi juicio fue erróneo, me arrepiento de todo corazón" "Por desgracia eso no resuelve el problema" "Santo Padre, relevadme del título de Arzobispo, dejadme ser un simple sacerdote" (Ambelli) "Está bien, hecho" "Ambelli"
"¿Por qué pedís esto" "Así,
Vuestra Santidad podría tomar una decisión libre y abierta. La
protección de mi posición como cabeza de la Iglesia Inglesa podría
resultar ser una vergüenza de la cual me gustaría poder liberaros"
"No,
eso significaría nuestra rendición total al estado. Mantendréis vuestro
estatus de Arzobispo, pero os mantendréis, por ahora en un retiro
monástico. ¿Dónde deseáis que os enviemos?" "A la Abadía de San Martín, en Francia. Os pido tan sólo que a mi antiguo sirviente el hermano John, se le permita acompañarme" "Por supuesto. Que Dios os conceda paz. Thomas Becket"
(Ambelli se muestra desconfiado con la humilde sinceridad de Becket) "Obviamente, ese hombre es un abismo de ambición. ¿Cuánto tiempo de retiro?" (El Papa asegura) "Un retiro muy largo" (Ambelli ironiza con la característica ironía bien acomodada y alimentada de los cardenales católicos) "Yo no contaría con ello. Esperad a que pruebe la comida del monasterio" (El Pontífice sonríe con sorna)
(Hermano John) "Parecéis preocupado. ¿Algo va mal?" "No, hermano John" "¿Sois infeliz aquí?" "No, tal vez soy demasiado feliz"
"¿Qué
quieres que haga realmente? Permanecer aquí como un pobre monje en la
simplicidad del espíritu. ¿Es un camino para llevarme más cerca de ti?
¿O es un camino demasiado fácil, puede que incluso un lujo? El camino a
la santidad en este monasterio es demasiado descansado. Creo que sería
demasiado fácil comprarte de este modo" "A
precio de ganga. Te complació convertirme en Arzobispo y colocarme como
un peón solitario cara a cara con el Rey en el tablero de ajedrez. Creo
que esperas de mi que defienda tu honor, pacíficamente,
si puedo, con argumentos y compromisos, y si no pudiera, entonces con
todo el desafío de mi cargo y la elevada fortaleza de lo que sé que es
justo. "Así
pues, volveré a colocarme la mitra y la capa dorada, y la gran cruz de
plata y regresaré, y combatiré con las armas con las que has tenido a
bien dotarme. Todo lo demás que sea como deseas"
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