 NANA
                                                                                        NANA 
La penúltima película de Sara Montiel mereció sin duda ser tenida en consideración al ser llevada a la pantalla y en lujoso formato Technirama 70 por el gran director Juan Antonio Bardem, que no dudó en recrear, valiéndose de la presencia todavía hipnótica y de opulenta belleza de la actriz, incluidas sus magníficas canciones, su film de 1954 “Cómicos”, su la primera película dirigida en solitario, un Barderm que todavía hoy sigue situado en el supremo escalafón de los mejores directores cinematográficos europeos. Fue por tanto una nueva adaptación en color y enriquecida con canciones y números musicales que por ello mismo se tituló “Varietés”, de raíz casi autobiográfica en cuanto se refería al deseo de una segunda estrella de revista por conquistar el firmamento artístico como primera actriz. Finalmente, el posterior y ya definitivo último film de Sara Montiel, la voluptuosa comedia “Cinco almohadas para una noche”, de 1974, dirigida por el artesanal y característico Pedro Lazaga, director de comedias un tanto subidas de tono o casposas irrealidades de una España recién salida de la dictadura, había llegado a su callejón sin salida, favoreciendo la decisión de la actriz de retirarse definitivamente de la pantalla y dedicarse a apariciones personales en muchos teatros europeos entonando las canciones que la hicieron famosa. A partir, pues, de las premisas del cine musical con el que la Montiel dio su gran paso en España con "El último cuplé" de 1957, su filmografía continuamente ensalzada (y más de una vez vapuleada por los críticos), nunca se quedó, sin embargo, a medio camino entre la gran leyenda icónica que nuestra actriz más internacional creó, y tan mítica como para no hundirla jamás en el olvido tras su fallecimiento en 2013. Con decir que Mozart hubiese convertido en ópera muchos de sus esplendorosos y disparatados dramas, apabullantemente plenos de una musicalidad inolvidable. El recorrido de Sara Montiel y su resuelta asimilación de cuantos films hicieron progresar una especie de descarado lenguaje cinematográfico, antes inimaginable, han logrado así conservar el rotundo efecto conque se revisten los valores eternos.
 Una compañía de artistas viaja de ciudad en ciudad en la España de 1930. Es una troupe muy diferente  a las  características que mueven la vida circense, aunque el elenco incluye un mago, un ventrílocuo, hombres musculosos, bailarines, cantantes y una orquesta completa. La estrella del espectáculo es Carmen Soler (Trini Alonso), una célebre y ya madura cantante, muy alejada por tanto de sus mayores éxitos de juventud, pero que se niega con dignidad a retirarse de la farándula y sigue defendiendo sus últimos años de estrellato con fiereza. A su sombra vive y trabaja Ana Marqués (Sara Montiel), bella y joven cantante que sueña con llegar al éxito,  y espera pacientemente su oportunidad con el cada vez más próximo e inevitable final como primera vedette de la Soler.
Una compañía de artistas viaja de ciudad en ciudad en la España de 1930. Es una troupe muy diferente  a las  características que mueven la vida circense, aunque el elenco incluye un mago, un ventrílocuo, hombres musculosos, bailarines, cantantes y una orquesta completa. La estrella del espectáculo es Carmen Soler (Trini Alonso), una célebre y ya madura cantante, muy alejada por tanto de sus mayores éxitos de juventud, pero que se niega con dignidad a retirarse de la farándula y sigue defendiendo sus últimos años de estrellato con fiereza. A su sombra vive y trabaja Ana Marqués (Sara Montiel), bella y joven cantante que sueña con llegar al éxito,  y espera pacientemente su oportunidad con el cada vez más próximo e inevitable final como primera vedette de la Soler.                                                                                  LA BIEN PAGÁ
Mientras tanto, Ana mantiene una aventura con Miguel (Vicente Parra) pianista de la compañía, quien proviene de una familia adinerada y conservadora que desaprueba su carrera en el mundo del espectáculo y, especialmente, su relación con una corista. Las jornadas de espera para conseguir su ansiado estrellato se hacen eternas para Ana. Miguel intenta convencerla de que deje la troupe y se olvide del ansiado éxito, proponiéndole que se case con él. pero Ana ama demasiado el escenario y finalmente renuncia a Miguel, quien decide renunciar a ella, deja el duro mundo del espectáculo y regresa con su familia.
                                                                             LAGRIMAS NEGRAS
 No obstante, la gira continúa y algunos compositores populares, al darse cuenta del potencial  como gran cantante de Ana,  y deciden escribir buenas canciones para que únicamente sea ella quien las interprete. En todo ello, la joven aspirante cree llegada definitivamente su oportunidad de brillar. Carmen Soler descubre lo que está sucediendo a sus espaldas, y se vale de su influencia como estrella principal de la troupe para robarle las canciones. El enfrentamiento entre ambas es inevitable, hasta tal punto de que la Soler amenaza con despedirla de la farándula.
No obstante, la gira continúa y algunos compositores populares, al darse cuenta del potencial  como gran cantante de Ana,  y deciden escribir buenas canciones para que únicamente sea ella quien las interprete. En todo ello, la joven aspirante cree llegada definitivamente su oportunidad de brillar. Carmen Soler descubre lo que está sucediendo a sus espaldas, y se vale de su influencia como estrella principal de la troupe para robarle las canciones. El enfrentamiento entre ambas es inevitable, hasta tal punto de que la Soler amenaza con despedirla de la farándula.                                                                               TE LO JURO YO
 Sin embargo, Ana decide renunciar antes que se despedida, y buscar un nuevo camino tras conocer al dueño de una importante cadena de teatros, llamado Arturo Robles (Chris Avram), que impactado por la belleza y sin dudar del talento de Ana decide ayudarla a conseguir la fama como cantante en sus escenarios. Pronto se hace evidente que el empresario Robles espera que Ana se convierta en su amante a cambio de apoyar su carrera. Ana ha aceptado la propuesta antes de que los planes de Arturo se concreten.
 Sin embargo, Ana decide renunciar antes que se despedida, y buscar un nuevo camino tras conocer al dueño de una importante cadena de teatros, llamado Arturo Robles (Chris Avram), que impactado por la belleza y sin dudar del talento de Ana decide ayudarla a conseguir la fama como cantante en sus escenarios. Pronto se hace evidente que el empresario Robles espera que Ana se convierta en su amante a cambio de apoyar su carrera. Ana ha aceptado la propuesta antes de que los planes de Arturo se concreten.                                                                            LA PÍCARA INGENUA 
                                                                                LA CAMARERA 
Carmen Soler cae enferma y se ve ya impedida para seguir como vedette indiscutible en sus giras. Asustada, teme perder lo que tantos esfuerzos le han costado conseguir a lo largo de toda su vida como cantante, y recurre ahora a Ana para que la reemplace temporalmente. El éxito de Ana Márquez en la troupe es rotundo y decide romper con Arturo, ya que ha conseguido y demostrado a todos y a sí misma que puede triunfar sola sin ser la amante de nadie. El tiempo pasa y Ana es la súper estrella de otro espectáculo itinerante. Cada noche sube al escenario y recibe las ovaciones de sus fervientes fans. Todos sus sueños por fin se han hecho realidad y espera permanecer en el número uno durante muchos años. Ni siquiera se da cuenta de que en el elenco de su programa hay también otra joven y guapa cantante (Sandy Brown) que sueña, como antes y durante años lo hizo Ana, con el estrellato y espera también pacientemente su turno para conseguir el ansiado éxito, con el que en un próximo futuro podrá desbancar a la gran nueva vedette Ana Márquez.



Cincuenta años del estreno de "Cinco almohadas para una noche", 1974, la última película de Sara Montiel.

 Ana (Sara Montiel), la
 hija de Rosa López (Sara Montiel, que interpreta dos personajes) la que fue famosa cantante y actriz, va a casarse.  Ana fue adoptada, y a punto de contraer matrimonio, descubre en casa de su prometido una foto de su madre
 biológica en actitud de dos rombos con su futuro suegro, dicha madre 
era la vedette Rosa López, y la película hace constantes viajes en el tiempo con Rosa 
y Ana.
Pero el diario que le dejó su madre le hace sospechar que el hombre que 
va a convertirse en su marido puede ser también su hermano.
Ana (Sara Montiel), la
 hija de Rosa López (Sara Montiel, que interpreta dos personajes) la que fue famosa cantante y actriz, va a casarse.  Ana fue adoptada, y a punto de contraer matrimonio, descubre en casa de su prometido una foto de su madre
 biológica en actitud de dos rombos con su futuro suegro, dicha madre 
era la vedette Rosa López, y la película hace constantes viajes en el tiempo con Rosa 
y Ana.
Pero el diario que le dejó su madre le hace sospechar que el hombre que 
va a convertirse en su marido puede ser también su hermano. Lo primero que se ofrece es un
Lo primero que se ofrece es un El festival de Pedro Lazaga, (con casi 75 películas a su espalda),  por tanto, estuvo plenamente servido, cuando reúne con Rosa López a los cinco hombres con los que su madre tuvo digamos una 
“amistad” de roce y "finas almohadas" en las que reposar en sus noches felices de pasión.
El festival de Pedro Lazaga, (con casi 75 películas a su espalda),  por tanto, estuvo plenamente servido, cuando reúne con Rosa López a los cinco hombres con los que su madre tuvo digamos una 
“amistad” de roce y "finas almohadas" en las que reposar en sus noches felices de pasión.NOCHE DE LOCURA
 Tras su primer papel importante en la versión histórica "Locura de amor", que dirigió Juan de Orduña en 1948, y su marcha a México en busca de nuevos rumbos para alcanzar el estrellato, al volver a España, el ritmo de las películas de nuestra Saritísima seguiría un 
patrón que prácticamente se estableció para siempre con "El último cuplé" en 1957 y "La Violetera" en 
1958.
Tras su primer papel importante en la versión histórica "Locura de amor", que dirigió Juan de Orduña en 1948, y su marcha a México en busca de nuevos rumbos para alcanzar el estrellato, al volver a España, el ritmo de las películas de nuestra Saritísima seguiría un 
patrón que prácticamente se estableció para siempre con "El último cuplé" en 1957 y "La Violetera" en 
1958.  La trama forzosamente debía contar con una súper estrella que, además de actuar, cantase (no podía faltar la copla tan 
 presente y perfectamente condimentada con el nuevo estilo de la diva, cómo en "Carmen la de Ronda", de 1959, posiblemente la mejor 
película de Sara de la Mancha). En consecuencia la película volvía a multiplicar la estructura musical emprendida por la Montiel desde el principio de su carrera, tanto en sus años dorados de México con "Ahí viene Martin Corona"  y en Hollywood, donde su belleza y raíces hispanas hicieron estragos. Y luego, definitivamente ya, en nuestro país.
La trama forzosamente debía contar con una súper estrella que, además de actuar, cantase (no podía faltar la copla tan 
 presente y perfectamente condimentada con el nuevo estilo de la diva, cómo en "Carmen la de Ronda", de 1959, posiblemente la mejor 
película de Sara de la Mancha). En consecuencia la película volvía a multiplicar la estructura musical emprendida por la Montiel desde el principio de su carrera, tanto en sus años dorados de México con "Ahí viene Martin Corona"  y en Hollywood, donde su belleza y raíces hispanas hicieron estragos. Y luego, definitivamente ya, en nuestro país. 
 En esta producción de 1974 donde no 
faltan lentejuelas, galanes y gitaneo, hay variedad musical, los 
boleros más en lo que al papel de Ana se refiere, mientras el papel
 de Rosa madre y vedette es musical y rejuvenecido desde el tacón a la 
pluma del pelo, aquí la copla y la revista compiten por el favor del 
espectador. Destaca el tema central de la película "Pobrecita yo", una 
composición de Leandro Navarro y Fernando Moraleda.                                                                               POBRECITA YO
En esta producción de 1974 donde no 
faltan lentejuelas, galanes y gitaneo, hay variedad musical, los 
boleros más en lo que al papel de Ana se refiere, mientras el papel
 de Rosa madre y vedette es musical y rejuvenecido desde el tacón a la 
pluma del pelo, aquí la copla y la revista compiten por el favor del 
espectador. Destaca el tema central de la película "Pobrecita yo", una 
composición de Leandro Navarro y Fernando Moraleda.                                                                               POBRECITA YO

También las interpretaciones que hace la Montiel de "María 
de la O" y de "Luna de España" se convierten  en los momentos más icónicos de la estrella. 
LUNA DE ESPAÑA 
 La actriz tuvo cuatro matrimonios. Su primer esposo fue Anthony Mann, el prestigioso director de cine estadounidense, con quien se casó dos veces en 1957: primer in articulo mortis por consejo de la hija del director, y por segunda vez en matrimonio 
civil cuando él se restableció de su enfermedad. Sara había conocido a 
Mann en el rodaje de la película "Serenade", titulada en España "Dos pasiones y un amor", con Mario Lanza,  Joan Fontaine y Vincent Price.
La actriz tuvo cuatro matrimonios. Su primer esposo fue Anthony Mann, el prestigioso director de cine estadounidense, con quien se casó dos veces en 1957: primer in articulo mortis por consejo de la hija del director, y por segunda vez en matrimonio 
civil cuando él se restableció de su enfermedad. Sara había conocido a 
Mann en el rodaje de la película "Serenade", titulada en España "Dos pasiones y un amor", con Mario Lanza,  Joan Fontaine y Vincent Price. Mann trabajó en España, dirigiendo la producción "El Cid", de 1961, y Sara contó a los medios publicitarios que le ofrecieron el papel de Doña Jimena, y que ella 
recomendó en su lugar a una estrella italiana emergente por aquel 
entonces Sophia Loren. La pareja se divorció en 1963.
Mann trabajó en España, dirigiendo la producción "El Cid", de 1961, y Sara contó a los medios publicitarios que le ofrecieron el papel de Doña Jimena, y que ella 
recomendó en su lugar a una estrella italiana emergente por aquel 
entonces Sophia Loren. La pareja se divorció en 1963.

 Su segundo marido fue el industrial José Vicente Ramírez Olalla. Se casaron en la Iglesia de Montserrat en Roma. Este matrimonio, aunque tan sólo duró dos meses, concluyó en buenos términos por ambas partes.
Su segundo marido fue el industrial José Vicente Ramírez Olalla. Se casaron en la Iglesia de Montserrat en Roma. Este matrimonio, aunque tan sólo duró dos meses, concluyó en buenos términos por ambas partes. Su tercer esposo fue el empresario y periodista mallorquín José Tous Barberán (1931-1992), con quien contrajo matrimonio después de diez años de 
relación. Juntos adoptaron a los dos hijos de la popular artista, Thais 
(03/03/1979) y José Zeus (21/05/1983). Como promotor de espectáculos, Tous conocía bien el gremio musical y en
 la década de 1980 relanzó a Sara exitosamente en el mercado 
discográfico, de modo que la diva publicó cuatro álbumes entre 
1988 y 1995. Pepe Tous murió de cáncer a los sesenta y un años y dejó a 
su viuda una estimable fortuna.
Su tercer esposo fue el empresario y periodista mallorquín José Tous Barberán (1931-1992), con quien contrajo matrimonio después de diez años de 
relación. Juntos adoptaron a los dos hijos de la popular artista, Thais 
(03/03/1979) y José Zeus (21/05/1983). Como promotor de espectáculos, Tous conocía bien el gremio musical y en
 la década de 1980 relanzó a Sara exitosamente en el mercado 
discográfico, de modo que la diva publicó cuatro álbumes entre 
1988 y 1995. Pepe Tous murió de cáncer a los sesenta y un años y dejó a 
su viuda una estimable fortuna. 
 En octubre de 2002 la actriz contrajo matrimonio civil con el 
editor de cine cubano Tony Hernández; una relación sumamente 
controvertida y discutida en la prensa, que no llegó a un año de 
duración pues la unión se disolvió en julio de 2003.
En octubre de 2002 la actriz contrajo matrimonio civil con el 
editor de cine cubano Tony Hernández; una relación sumamente 
controvertida y discutida en la prensa, que no llegó a un año de 
duración pues la unión se disolvió en julio de 2003.


CARCELERAS DEL PUERTO




























































































































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