
Cómo
iniciar los sentimientos sobre una base sólida, y que la Nada que parece
estar
siempre aguardándonos no sea más espantosa, triste y dolorosa que la que
dejamos atrás para refugiarnos fuera del mundo, pero sin tratar de
imaginarlo
bajo la forma de una noche cerrada, o de un inmenso agujero sin fondo
pleno
probablemente de ansias insatisfechas. Y es que el más vasto de los
problemas
existenciales, el que contiene a todos los demás, puede de la forma más
increíble resolverse en unos minutos, en unas horas ignoradas. No
importa cuando llegará, porque nunca hay
mal alguno en liberarse por una vez de lo que los hombres más estiman,
aunque sea en
detrimento propio. Y cualquier mañana, después de miles de vueltas por
el laberinto de la vida, una somera y enternecedora historia y su
momento más álgido puede debilitar el principio vital en el que se nos
ocultaban las afecciones más oscuras de la existencia humana; abrirnos a
una definición más razonable del sentimiento que siempre parece
adolecer de los remedios más problemáticos, y que una inocencia perfecta
nos abra la puerta a un hecho sorprendente, a una razón inesperada para
admitir de nuevo que la Providencia puede ser complaciente y sólida, y
no siempre anda sumergida a escondidas frente a la vida. Y que puede
existir como una prueba más que llega para penetrar en el obstruido
vacío en que tantas y tantas veces nuestro corazón contrae los latidos
de las emociones. Y sentir de pronto que hallarse fuera del mundo no es
desembarazarse por completo de un yugo, porque la Naturaleza que nos da
la vida puede volver a descubrirnos sus misterios más luminosos, a
seducirnos por su fuerza, a perdernos en su grandeza, y a proponernos un
ignorado aspecto del vivir que, sin ignorar su gran valor, carecería
del mismo si no intentáramos imitarlo desde una nueva perspectiva de
perfección y ternura.



MEJOR GUION: GIUSEPPE PICCIONI, GUALTIERO ROSELLA Y LUCÍA ZEI
MEJOR PRODUCTOR: LIONELLO CERRI
MEJOR DIRECTOR: GIUSEPPE PICCIONI [CANDIDATO]
MEJOR ACTOR DE REPARTO: SILVIO ORLANDO [CANDIDATO]
MEJOR BANDA SONORA: LUDOVICO EINAUDI [CANDIDATO]
MEJOR ACTRIZ PROTAGONISTA: MARGUERITA BUY
MEJOR ACTRIZ DE REPARTO: GIULIANA LUJODICE
MEJOR GUION: GIUSEPPE PICCIONI, GUALTIERO ROSELLA Y LUCÍA ZEI
MEJOR FOTOGRAFÍA: LUCA BIGAZZI
MEJOR SONORIDAD EN DIRECTO: AMEDEO CASATTI.
GRAN PRIX OF THE JURY
MEJOR FILM Y PREMIO DE AUDIENCIA.
CANDIDATA AL OSCAR DE HOLLYWOOD COMO MEJOR PELÍCULA EXTRANJERA.
La
asombrada monja recoge al bebé, y decide llevarlo a un hospital/orfanato donde
se hacen cargo de criaturas abandonadas.
Pero cuando Suor Caterina regresa a sus
labores diarias, primero a sus estudios de español, luego recurre a la lavandería cuya etiqueta constaba en el suéter donde
venía envuelto el bebé, y al convento. al convento donde vive,
la imagen del bebé sigue impresa en su mente y en su interior nace una
necesidad incontenible por encontrar a la madre biológica del niño al
que ha abandonado.


Además conoce
a Ernesto (Silvio Orlando), el solitario e introvertido dueño de la lavandería. Por parte de éste Caterina se entera de que, durante un tiempo, una joven llamada Teresa (Carolina Freschi) estuvo empleada en el establecimiento, y que Ernesto mantuvo una relación pasajera con las muchacha.










Ernesto junto a Caterina emprenden la búsqueda de la joven Teresa. Una amiga de un supermercado les informa que hace tiempo que no sabe nada de ella. Teresa impulsada por la vergüenza y la culpa, ha regresado con su pareja, el joven policía Gabriele (Alessandro Di Natale) que ignora el nacimiento de la criatura.
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