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jueves, 16 de noviembre de 2023

JAMES DEAN: "El mito que nunca envejeció" -2-



                           "EL MUCHACHO DE CAMPO"

James Dean: "Mi madre murió cuando yo tenía nueve años... ¿Qué podía hacer? Lo hice todo yo solo... Por las noches me escabullía de casa de mis tíos e iba a su tumba, y allí gritaba: "¿Madre!, ¿por qué te fuiste? ¿Por qué te fuiste? ¡Te necesito"En las reuniones en casa de mi tía Christian Temperance en lugar de recitar poemitas sobre ratones, recitaba cosas como "The terror of Death" ("El terror de la muerte"), el más sangriento de todos. Esto me convertía en una cosa rara, en un pequeño monstruo de pantalón corto"



Nació el 8 de febrero de 1931 en Marion, Indiana, y su nombre verdadero era James Byron Dean -pero no, como él quería hacer creer, por el poeta-. Su padre, mecánico dentista, era un personaje adusto, distante, que no despertaba demasiado afecto en el pequeño James Byron. Su madre era una mujer con talento, absolutamente dedicada a su único hijo, y su muerte, cuando éste tenía 9 años, supuso la mayor de las catástrofes para Jimmy, como ella le llamaba. Quizá este dolorosísimo trance en su más temprana infancia explique mejor que ningún otro algunos de los muchos problemas de su personalidad. Jimmy fue educado en una granja de Fairmount, Indiana, por unos tíos suyos, que se portaban como verdaderos padres con el pequeño huérfano, y que, en realidad, lo convirtieron en un niño mimado.
En el instituto fue un chico con éxito, habilidoso en los deportes (a pesar de ser bastante bajo -uno de sus mayores traumas- y corto de vista. "El atletismo está en el corazón de todos los jóvenes americanos, pero creo que mi vida estará dedicada al arte y a la interpretación" Y en En una representación que se hizo en UCLA, en 1950, de "Macbeth" interpretó a Malcom, vestido chuscamente con un mantel de cuadros dispuesto de tal manera que pareciera un kilt -falda escocesa-
Se graduó cono honores como el mejor estudiante de arte y el atleta más completo. Viajó a California para estudiar en el "Santa Mónica College". Su padre se había vuelto a casar en dicha ciudad. Jimmy vivió con él y su nueva mujer, pero la convivencia resultó tan desastrosa que se trasladó a UCLA (Universidad de California) para estudiar teatro, compartiendo apartamento con un amigo -y futuro biógrafo- Bill Bast: "Había algo distinto en él, pese a parecer un muchacho algo simple -escribió Bast- Pero resultaba difícil convivir con él. Sufría cambios de humor muy violentos, hasta convertirse en un maníaco depresivo" Y Destacó, no obstante, por su talento dramático en las representaciones teatrales del instituto, estimulado por una de sus profesoras, Adeline Nall, que sería la primera de las muchas sustitutas de madre que tuvo Jimmy. En 1949 ganó el concurso local de declamación y drama, eligiendo el monólogo de Madman de la obra de Dickens "Pickwick Papers". No dudó, pese a todo, a mostrar su carácter encubiertamente colérico cuando, más tarde, echó la culpa a Adeline Nall de haber quedado el sexto en la final nacional. Su afición por la velocidad, que ya había empezado a aflorar muy pronto, como la otros muchos adolescentes del medio oeste americano, alcanzó su punto álgido cuando el día que cumplió 18 años recibió como primer regalo una moto checoslovaca, "no demasiado peligrosa", según sus tíos.
"Llevo montando en moto desde los dieciséis años... iba en moto a la escuela... e iba en moto a reunir las vacas, que se llevaban unos sustos espantosos. Echaban a correr de tal manera que las ubres se balanceaban de acá para allá perdiendo leche"

"Yo nunca quise estar en la granja, siempre quise salir de allí..."

CAL TRASK




Muchos y muy variados artistas e intelectuales han asegurado que, en efecto, no existen fórmulas mágicas para las leyendas. Tan sólo sucede que, aunque se dé sepultura a un cuerpo, éste puede seguir recorriendo voluptuosamente todos los caminos del pasado y del presente. El mito siempre ha tenido tiempo para rehacerse. El mito posee eterna juventud. No existen para él las horribles visiones de la vejez, que tantas veces nos hacen ver la inutilidad de cuanto hemos hecho y de cuanto se ha sido. Es doloroso dejarse acunar por ciertas dulzuras -muchas veces imaginadas-del pasado.
 
 

James Dean, que se dejó sacudir por la realidad penosa de su presente, murió también a causa de su contacto despiadado con la verdad de la vida. Tuvo miedo y como diría algún sofista "fue un juguete de los dioses", aquéllos que impulsaban a los hombres a cometer actos odiosos para luego poder castigarlos mejor.  
 
 
Pero Dean, una vez despedazado su joven cuerpo, encontró en la muerte su solución para seguir imponiendo su extraña pero intensa luz, y es que en su existencia no hubo magia, pero sí abundaron las estratagemas. 
 
El mito, que ya había pronunciado su primer nombre en "East of Eden": Cal Trask, lo andaba moldeando furtivamente, según iba aflorando su manera de ser y de pensar. Y como invadido por su fuerza, se dejó morir un año después. Los jóvenes -ni antes ni ahora- jamás se preguntan si son dueños de su destino ni de su felicidad. Como Dean, no tienen más dueño que los secretos profundos del alma -para los que crean todavía en ella- y, por supuesto, los del corazón. Así que, el joven ídolo, prematuramente fallecido a los 24 años, se fue de este mundo revelando todos sus secretos. Y ningún adolescente se sintió engañado por él.


"JAMES DEAN'S CHRISTMAS IN HEAVEN"
Se llegó a componer una canción a ritmo de rock con el título de "James Dean's Christmas in Heaven" ("Las Navidades de James Dean en el Cielo"). La tragedia de Dean fue el desgarro necesario para resucitar y pervivir en el recuerdo de millones de adoradores en todo el mundo Y hoy, como ayer, después de 60 años, su mito soporta maravillosamente esta naturaleza inhóspita que siempre ha sido nuestro mundo. Pronunciar su nombre para un cinéfilo recalcitrante es sentir la tentación de descubrir, al tiempo que su juventud inmarcesible, como si de un "místico" ensueño se tratase,  su no menos dolorida poesía interpretativa.

 

Tres nombres, tres personajes, bastaron así para proclamar su cinematográfica omnipotencia mítica, sin que él tuviera jamás la audacia, como hicieron otros, de creerse un pequeño dios, ni de pensar que seguirían eternamente escuchándole los oídos del tiempo: Cal Trask de "East of Eden", Jim Stark de "Rebel without a Cause" y Jett Rink de "Giant".

                                           JIM STARK

 

"Rebel Without a Cause" ("Rebelde sin causa") obtendría una carrera fecunda, y acabaría convirtiendo a James Dean en el mayor icono de "juventud insurgente" de la historia del Séptimo Arte. Nicholas Ray constató en sus entrevistas: "Jamás me interesó ni el psicópata ni el niño mimado de familia desestructurada" Tras escribir, más adelante "The blind Run", un relato corto, al parecer basado en su propia vida, y que narraba escenas de gran violencia, entre los que también tenían cabida los actos criminales, rechazó ciertas teorías latentes en su film más famoso, y confesó que su "Rebelde sin causa" no era el forzado niño malo, cuya malicia es el resultado de haber nacido en "familia poco pudiente", y que son los niños ricos los únicos que siempre se decantan hacia el bien. "Eso es absolutamente falso y absurdo. En esa macrofisonomía de la maldad y el bien entramos todos nosotros"
 
 








 

 

 

 

 

 


 
 

JET RINK

"Tengo que identificarme con Jett Rink para demostrarle a ese tío (Stevens) que puedo hacerme con el personaje cuando me da la gana... Y por ello, además de aprender a echar el lazo, voy a practicar incansablemente el acento tejano durante muchos meses"
 
 
Antes de terminar el rodaje de "Rebel", empezó a trabajar en la siguiente pelicula: "Giant". A diferencia de las anteriores películas de Jimmy, "Giant" ("Gigante") era una gran epopeya de Hollywood. Sería dirigida por uno de sus grandes clásicos: George Stevens, y Jimmy pasó a ser equiparado en categoría a las, por entonces, relumbrantes figuras del firmamento de Hollywood: Elizabeth Taylor y el almibarado galán de moda, Rock Hudson. Pero a Stevens la manera de ser de Jimmy le resultó absolutamente incompatible. Le irritaba ver como Dean, que no era en absoluto la estrella de la película, se hacía con todas las escenas en las que aparecía, eclipsando a Hudson y convirtiendo a su personaje, Jett Rink, en la figura central; por no hablar de cuando orinó frente a una multitud de personas antes de su primera escena con Liz Taylor, que no daba crédito a lo que estaba viendo. 
  

Dean confesó: "Estaba muy nervioso. De manera que pensé que si era capaz de mear delante de dos mil personas, sin temblar, tío, podría ponerme delante de la cámara con Liz y hacer cualquier cosa; absolutamente lo que fuera..." No obstante, Liz, la eterna protectora del autodestructivo, enfermizo y ambiguamente misógino Montgomery Clift, no dudó en confesar que había tomado un gran cariño a Jimmy, y comprendía perfectamente los rifirrafes de Dean con Stevens, porque tampoco a ella le caía bien la prepotencia insoportable del afamado director, con quien ya había trabajado en 1951, emparejada a Clift, en el gran éxito que significó "A place in the sun" ("Un lugar en el sol"). Pero el personaje de Jett Rink es un solitario, y, tanto durante el rodaje como fuera de él, Jimmy también era un solitario recalcitrante. 

Una de las imposiciones de Stevens y la Warner había sido de nuevo que Jimmy no participara en carreras de automóviles durante el rodaje. Pero en mayo de 1955, haciendo caso omiso a Warner Bros, participó en una carrera en Santa Bárbara: "Sólo me siento realizado cuando participo en carreras de coches. Lo próximo que quiero es un avión...", confesaría Jimmy una vez y otra.
"No puedo disimular la repugnancia que siento por Rock Hudson"... Sentimiento que, para ser sinceros, era mutuo. Hudson comentó: "Nunca sonríe, siempre está de mala leche, y carece por completo de modales"

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