EL GRAN GENIO DEL SÉPTIMO ARTE: ORSON WELLES


Lema sarcástico del truhán Harry Lime: "En Italia, durante 30 años bajo los Borgia, tuvieron guerras, terror, asesinatos y derramamiento de sangre. Pero surgieron Michelangelo, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza tuvieron amor fraternal, 500 años de democracia y paz, ¿y qué crearon? El reloj de cuco"









[George Orson Welles, más conocido como Orson Welles, nacido en Kenosha, Wisconsin, EE.UU. el 6 de mayo de 1915-Fallecido en Los Ángeles, California, el 10 de octubre de 1985 de infarto agudo de miocardio a la edad de 70 años]



























































El halo nostálgico, estremecedor, del mejor Welles,
nos obsequiará también, al son de una pianola que nos mutila las
entrañas, con un tú a tú del más excelso nivel mítico: un encuentro que
habla de implícitos delirios eróticos y de la ya imposible belleza de
los recuerdos, tras abordar la más dolorosa imagen de la soledad en una
dimensión temporal irrecuperable.









En el plano secuencia con que arranca "Touch of Evil" late uno de los travellings más aptos para atraerse lo extraordinario de este "Sabio Definidor del Gran Cine", Mister Welles,
y de lo que debe ser una perfecta conmoción fílmica. ¡Un auténtico y
largo juego coral en carne viva! Nos acecharán luego esos sus
claroscuros siniestros del más contundente blanco y negro jamás captado
por la cámara; los contrapicados que acentuarán esa especie de
dramaturgia escénica angulosa con nuevos y vertiginosos travellings
maestros, que nos resumen toda la opresión de unos personajes atrapados
a través de avenidas ruidosas, y callejones aptos para la puesta en
práctica de cualesquiera de los toques diabólicos que impregnan el film.
Y se nos reservarán esos descampados polvorientos, entre una suciedad
revoloteante, a través de la iteración indiferente de las martilleantes
y enloquecedoras torres petrolíferas.





























