domingo, 2 de octubre de 2022

Becket -IV-

La química entre Peter O'Toole y Richard Burton sigue funcionando con esa prestidigitación misteriosa que ofrece una verosimilitud nada metódica, olímpica e inmarcesible, a la maestría interpretativa. [Y muy especialmente en Peter O'Toole -candidato merecidísimo al Premio Oscar] que roza la total genialidad en su enfrentamiento con Richard Burton en la ruptura de ambos tras su enfrentamiento en Canterbury]   ¡Dos pesos pesados del trono cinematográfico! ¡Dos actores prodigiosos que, a través del celuloide, ofrecieron una de las citas más seguras al arte nacido en el proscenio! Pero el Oscar se les resistió. El doblaje es magnífico, pero nos escamotea sus voces y su sabroso inglés. 



Thomas Becket había nacido en Londres, el 21 de diciembre de 1118, en el seno de una familia burguesa sajona originaria, pero originaria de Caen en Normandía, bajo el reinado del normando Henry I Plantagenet de Inglaterra. Era hijo de Gilberto Becket y su esposa Matilda. Gilberto disfrutaba de la amistad de un acaudalado noble llamado Richer de L'Aigle, el cual cortejó a dos hermanas de Thomas, y fue quien enseñó al niño sus normas de cortesía sajonas, y a montar a caballo y a cazar, participando en en justas y torneos durante su juventud. A los diez años, Thomas había realizado sus primeros estudios de leyes civiles y canónicas en la abadía de los monjes de Merton, en el condado inglés de Surrey, y cursó teología en París y Bolonia. De regreso a Inglaterra se puso a las órdenes del Arzobispo de Canterbury, Teobaldo de Bec [1090 – 18 abril 1161] que impresionado por su capacidad y sagacidad le encargó varias misiones en Roma. En 1154 fue nombrado arcediano de Canterbury y preboste de Beverley.

El siguiente rey, Henry II Plantagenet de Inglaterra, [Le Mans, 5 de marzo de 1133​ - Chinon, 6 de julio de 1189], como todos los reyes normandos, basándose en las costumbres ancestrales de sus antepasados, se quiso erigir en soberano absoluto de Inglaterra y se enfrentó al clero inglés, tratando por todos los medios de eliminar sus privilegios, que según él consideraba disminuían su autoridad.

Y bien informado de las cualidades del joven sajón Thomas Becket, ordenó su presencia en la Corte, considerándolo el servidor idóneo para defender sus intereses contra el clero. La amistad entre ambos se consolidó hasta el punto de que Henry lo nombró nuevo Canciller de su reino, y Becket se convirtió no sólo en un fiel servidor de Henry II, sino también en un excelente compañero de caza y de crápula. Nadie dudaba {excepto quizá el diplomático inglés, además de obispo de Chartres, Jean de Salisbury -1120 - 25 de octubre de 1180}, que detestaba la amistad entre su soberano y el sajón, de aquella total entrega y fidelidad de Becket a la causa real. Tal era la confianza y apego depositado en Becket por el rey que encargó a aquel la educación de su hijo Henry, y lo envió a vivir en la casa de Thomas como se acostumbraba a hacer con los niños de la nobleza. Más tarde, esta sería una de las razones por las cuales Henry se enfrentaría a su padre, al estar afectivamente ligado a su tutor Becket.

 

El arzobispo Teobaldo de Bec falleció el 18 de abril de 1161. Y viendo en ello una posibilidad de poder al fin ejercer su dominio total sobre la Iglesia, Henry no dudó en imponer a Thomas Becket, que era también archidiácono. El clero acogió con cierta indignación el hecho de que el rey les impusiera a Thomas como sucesor en la sede arzobispal de Canterbury, cuando el previsto era el obispo normando Gilbert Folliot, que odiaba a Becket ya desde sus inicios como arcediano y prebost de dicha sede Catedralicia. Folliot no tuvo más remedio que avenirse a la orden real y aceptó a disgusto la elección del sajón que tuvo lugar en mayo, consagrando arzobispo de Canterbury a Becket el 3 de junio de 1163. A Folliot se le dio en compensación el obispado de Londres, pero mantuvo un odio feroz durante toda su vida hacia el nuevo Arzobispo de Canterbury.

 
Pero contra toda suposición y la estupefacción de Henry II, el cortesano alegre y amante de los placeres, compañero fiel de su soberano normando, dio paso a un prelado austero y piadoso que vistió ropas de monje agustino. Y se dispuso a sostener hasta la muerte la causa de la jerarquía eclesiástica y el Honor de Dios. Repartió entre los pobres sus riquezas, acogíó en su propia casa a los necesitados. Y lavaba los pies a los pobres a diario. El soberano inglés de su error, y no dudó en apoyarse cada vez más en el obispo de Londres, Gilbert Folliot, que seguía fortaleciendo su odio contra el Arzobispo, pero que, finalmente, resultó ser el verdadero partidario de la autonomía de la Iglesia de Inglaterra y no Thomas Becket.
 
Gilbert Folliot se presenta en la vivienda de Thomas Becket en Canterbury donde éste, felizmente se halla repartiendo sus pertenencias entre los pobres. Folliot, sin disimular su odio hacia él, no duda en rechazar aqauel acto de Becket como una señal de orgullo y cierta soberbia de engreimiento por haberle usurpardo el cargo de Arzobispo de Canterbury.
"(Becket entregando mantas) "Aquí tienes"... "Gracias, mi señor"... "De nada, te mantendrá caliente"... (Un monje aduce) "Simplemente la venderá para beber"... "Eso también le mantendrá caliente" ... "Sí, Ilustrísima"... "No, no es "Ilustrísima, no seré consagrado Arzobispo hasta mañana"... "Lo siento, Padre"... "Eso es temporalmente correcto"... (El monje) "¿De verdad pretendéis regalar vuestras capas de invierno?"... "Todo. ¿Se ha vendido la vajilla de oro?"... "Sí, el dinero de la venta está en aquellas bolsas"
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"(Becket) "Excelente, traedme el resto del dinero" ... "Pero Ilustrísima, quiero decir Padre"... "Todo" (El aquel momento llega el Obispo de Londres Gilbert Folliot) "Bueno, bienvenido a Canterbury, mi señor Obispo" (Saluda cordialmente Thomas Becket) "¿Ocurre algo malo?"... (Folliot) "Puedo preguntar qué está pasando aquí?"... (Becket) "Ve y vende todo cuanto posees y dáselo a los pobres y tendrás un tesoro en el cielo"


"(Folliot le recrimina con su característica envidia) "Dudo de que el Señor, Jesús pretendiera que eso se aplicara a un Canciller a punto de ser consagrado Arzobispo"... "Entonces quizás sea un toque de vanidad" (Aduce humildemente Becket) "Sé que un hombre verdaderamente santo nunca haría todo esto en un solo día. Llamémosle el chapucero gesto de un gorrón espiritual"... "Muy astuto" (Desconfía el altanero Obispo de Londres) "Un Arzobispo que lo da todo tan dramáticamente al pueblo será muy popular entre ellos"
"(Becket) "¡Oh, no, Folliot, sólo estoy disfrutando con todo esto. Estoy empezando a creer que Él no es un Dios triste, después de todo. Disculpadme. Me temo que mis métodos inexpertos nunca contarán con vuestra aprobación"
"Sé que vos emitístéis el único voto en mi contra" (Folliot) "Al final tuve que ceder a los deseos del Rey"... "No os culpo por vuestra desgana. Como Obispo de Londres y principal de la Iglesia vos deberíais haber sido Arzobispo. En vez de eso, ahora tenéis que consagrarme a mí y colocar la mitra en mi cabeza" ... "No tengo elección. Sólo cumplo con mi función como Obispo. Veo que aún lleváis el sello de Canciller del Rey"
"(Becket) "Sí, continuaré llevándolo, este y el anillo de Arzobispo" (Folliot contrariado) "¿No lo encontráis contradictorio?"... "No,  Dios es mejor servido cuando ambos están juntos en armonía" (Folliot) ..."Estos desmedidos actos de humildad no compensarán el servilismo a la corona"... "Gracias. Ambos conocemos lo delicado de mi posición"
"(Becket) "Confiemos en que Dios encontrará una solución para esto. Y ahora, puesto que la humildad parece ser un poco dura para las rodillas, confío en que estaréis cómodo bajo nuestro techo. Mi Señor Obispo"
"(Becket se dirige al crucifijo y como si rezara confiesa) "Querido Señor, desearía que hubiera algo de lo que realmente me doliera desprenderme para poder ofrecértelo a ti. Pero perdóname, Señor, esto es como ir de vacaciones. Nunca me lo había pasado tan bien en toda mi vida"
                      "Señor, ¿estás seguro de que no te estás riendo de mí. Parece que todo es demasiado fácil"




 
 

Una vez en sus aposentos de Canterbury, Thomas Becket, ya como Arzobispo elegido, ordena traer a su presencia al joven sajón, el hermano John, que lo atacó en el campamento francés, durante la última presencia del ejército inglés en Francia. John es un monje rebelde, que todavía muestra su rechazo hacia Becket, considerándolo un traidor a la raza sajona y ahora a la Iglesia cristiana al haber aceptado convertirse en Arzobispo de la misma. (Los monjes que han llevado hasta la presencia del Arzobispo al indomable novicio) "No ocurre todos los días que un monje sajón tiene una audiencia con un Arzobispo. Abre los ojos. Le besarás el anillo. Y le mostrarás respeto a su Ilustrísima, o recibirás mi pie en tu trasero" (Entra Becket) "Bienvenidos a Canterbury"... "Arrodíllate ante su Ilustrísima" (Conmina a John uno de los monjes) (Becket) "Veo que nuestro joven hermano no ha cambiado nada. ¿Ha sido problemático para su Abad?"

 

"Testarudo como una mula, mi Señor. El Padre Abad lo intentó con amabilidad, pero al final tuvo que recurrir al pan y el agua, e incluso al látigo. Nada ha surtido efecto, excepto una patada en las posaderas si su Ilustrísima disculpa la expresión. Ponte derecho"

(El Arzobispo) "Presta atención a tu hermano. Por lo general, el pecado del orgullo envara la espalda del hombre. Mírame a la cara. Bueno. ¿Qué tienes que decir en tu defensa? Ya veo. Bien hermanos. Por este día os libero de vuestra regla de abstinencia. Id a nuestra cocina antes de marcharos, y espero que le hagáis justicia a nuestra cocina".


(Uno de los monjes pregunta) "¿Y éste?"... "Lon mantendremos aquí, con nosotros"... "Es depravado, su Ilustrísima"... "No tenemos miedo"
 
(Becket a John)"Bien, y ahora. ¿No prefieres tener a un Arzobispo sajón, antes que uno normando? Espero que no me arrepentiré de haber enviado a por ti"... (John) "¿Por qué lo hicistéis?"... "No estoy seguro. Tal vez, de un modo juvenil y desmedido, la tuya sea una voz que me agrade escuchar"... "¿Entonces por qué...?... "Pero, por favor, no demasiado a menudo ni demasiado fuerte, hermano John"
 
"Vos traicionásteis a vuestra raza sajona, ahora traicionáis a Dios"... "Tal vez tengas éxito en enseñarme humildad, es una virtud en la que nunca he destacado" (Entra un monje para visarle de la visita del Obispo Folliot) "Su Ilustrísima, el Obispo Folliot acaba de llegar desde Londres. Desea hablar con vos urgentemente"

"Bien, mi Señor Obispo ¿de qué se trata?" (Folliot duda delante del hermano John) "Pero... Su Ilustrísima"... "Podéis hablar libremente. El hermano John cuenta con nuestra confianza. ¿De qué se trata?"... "Su Ilustrísima, tengo un asunto serio del que informaros que requiere vuestra inmediata  intervención"... "Proceded"...
"(Folliot)"Un sacerdote de una parroquia en los dominios de Lord Gilbert que está acusado de seducir a una joven, ha sido capturado por los soldados de su Señoría y arrastrado hasta los tribunales civiles" (Becket) "¿Es culpable el sacerdote?... (Folliot) "Eso es irrelevante. Como ministro consagrado a Dios sólo puede ser juzgado por nuestros tribunales eclesiásticos. Debéis exigir su devolución a la custodia de la Iglesia de inmediato. El principio es uno vital..." "¿Sabe el Rey de esto?"... "Lo sabe, pero hace oídos sordos. Lord Gilbert es su amigo"

 
"(Beket aduce) "Yo también soy amigo del Rey Enrique"... (Folliot) "Como Canciller sois su amigo"... "Pero ahora llevo la mitra"... "También lleváis el gran sello de Inglaterra, y os lo advertí, nunca podríais hacerlo tan honorablemente"... "Es una suerte que lo haga. Expondré nuestro caso ante el Rey"... "No he venido aquí a pediros que expongáis un caso. Os estoy pidiendo que defendáis un principio, y sería mejor que os dieráis prisa, su Ilustrísima"... "Gracias por vuestra advertencia. Apreciamos vuestros esfuerzos por trazar el rumbo que vos, naturalmente, habriáis seguido de haberos convertido en Arzobispo"... (Folliot despectivamente) "Al menos, su Ilustrísima, nunca habría podido ser acusado de tener lealtades divididas"
 
(John) "Puedo marcharme ahora?"... "No. Ve a ver quién esta afuera"... (Entran dos monjes) "Es el hermano Philip, su Ilustrísima. Ha venido con un mensaje para el Obispo de Londres. Le he dicho que acaba de irse, pero ahora insiste en veros" (El hermano Philip) "Su Ilustrísima. Nunca habría soñado en perturbaros, pero..." "Sois vos quien está perturbado, hermano Philip. ¿Qué ocurre?"... "Creo que mi Señor el Obispo de Londres vino a vos para pedir la custodia del sacerdote acusado"... "Sí"... "El sacerdote está muerto" (Becket conmovido) "¿Muerto?"... (Philip) "Sí. Intentaba escapar pero los soldados de Lord Gilbert lo atraparon, y, en presencia de su Señoría, lo mataron"... (Becket desconcertado) "Gracias hermano Philip. Podéis retiraros"
"(Becket) "Dejadnos ahora, hermano John... (Becket se arrodilla ante el crucifijo y se confiesa) "Mi Señor Jesús, me resulta difícil hablar contigo. ¿Qué puedo decir? Yo, que me he alejado de ti tan a menudo, con indiferencia, he sido un extraño para la oración, no he merecido tu amistad ni tu amor. He estado sin honor y me siento indigno. Soy una criatura débil y superficial" 
 
 
 
 
 
"Astuto pero de baja estofa, y en artes mundanas buscando mi comodidad y mi placer. Di mi amor como si estuviera en otra parte, poniéndolo al servicio de mi rey terrenal antes que mi deber contigo. pero ahora me han convertido en pastor de tu rebaño y guardián de tu iglesia. Por favor, Señor, enséñame ahora como servirte con todo mi corazón, para saber al menos qué es en realidad amar, adorar, de manera que yo sea digno de administrar tu reino, aquí, sobre la tierra, y encontrar mi verdadero honor en la observancia de tu divina voluntad. Por favor, Señor, hazme digno"
"(Becket a John, que se arrodilla besando sus manos arrepentido de haber dudado de su fe) "Eres una criatura de extremos, ¿verdad hermano John? Levantaté"... (John ruega) "Perdonadme. No lo sabía, no me di cuenta..." "Ni yo tampoco"
"(Becket) "Levantaté... Se te dio muy bien amonestar a  un Arzobispo"
 

                   "¿Crees que le podrías hablar a un rey?"... "Sí"... "Bien. Entonces memorizarás lo que yo escriba"


Aislado ahora en su palacio londinense, Henry Plantagenet, que detesta el ambiente familiar ofrecido por la reina madre, su esposa Leonor e hijos, se ve obligado a aguantar las ironías de ambas mujeres y el bullicio de los juegos de sus hijos, esperanzado en poder recuperar su compañerismo con Thomas Becket, al que imagina que podrá seguir recurriendo para reemprender su amistad, pese a que ahora lo haya convertido en Arzobispo de Canterbury. (Reina Madre) "¿Enrique?"... (Henry malhumorado) "¿Qué pasa, madre?"... "¿Por qué sigues vigilando desde la ventana? Ya sabes que Becket no vendrá, está demasiado ocupado dando dinero a los pobres y poniendo sandalias a los mendigos. Nunca me gustó como aventurero, y ahora que se da esos aires de santo". (Leonor) "Le pido al cielo que lo mantenga lejos de vos"... "Ciertamente se mantiene en un espléndido aislamiento desde que le hiciste Arzobispo" ... (Henry) "Está en retiro. Es parte del ritual. De todos modos, no necesito ser tranquilizado por su presencia. Es mi amigo" (Reina Madre) "Mayor es la pena. Tiene una extraña manera de demostrar gratitud" (Leonor irónica) "¿Vuestro amigo? Queréis decir que ibáis juntos a los burdeles. Era él quien os engatusaba lejos de los deberes que me debíais" (Henry contradice y grita) "Madam, en cuestiones de libertinaje, era yo quien le engatusaba a él, y yo no necesitaba que nadie me engatusara para alejarme de los deberes que os debía. Os hice cuatro hijos con plena consciencia. Gracias a Dios mi deber está cumplido." 
 
"(Leonor) "Cuando os deis cuenta de cómo os ha utilizado podréis volver a apreciar las alegrías de la vida en familia." (Henry) "Las alegrías de la vida en familia son limitadas. Madam, para ser perfectamente franco, me aburrís, vos y vuestras inacabales murmuraciones" (Reina Madre) "Ya está bien"... "Y este eterno encaje vuestro. En nombre de Dios, ¿cuánto tiempo se tarda en tejer un tapiz? Y es más mediocre de lo que nadie podría creer"... "Una trabaja según sus dones"... "Sí" (Se oyen gritos de los hijos de Henry jugando a soldados y su padre sale de la estancia a fin de acallarlos) "¡Callaos todos! (Se dirige a su hijo mayor que está sentado en el trono y pregunta fuera de sí) "¿Quién eres tú?" (El  muchacho contesta asustado) "Enrique III"... "¡Todavía no, señor! El número dos está en plenas facultades" (Henry se vuelve hacia Leonor) "Una bonita forma de criar a vuestros hijos. ¿Os veis ya como reina regente? No os preguntéis por qué rehuyo vuestro lecho. No es divertido hacer el amor con tu propia viuda"
"Ha llegado a palacio el hermano John enviado por Becket. Y Henry al verlo, pregunta sorprendido: "Quién es?" (Leonor, mordaz y sonriente, imaginando que Becket ignora ya a su marido, y contesta) "Un mensajero... de Canterbury, si os sobra algo de tiempo de reñir a vuestros hijos" (Henry no puede dejar de extrañarse y repite) "¿Mensajero?" (Y se dirige al hermano John preocupado) "¿Está enfermo tu señor?" (John se arrodilla) "No, Vuestra Alteza. Tengo un mensaje de su Ilustrísima"... "¿Un mensaje?"...
 
     "Estas son las palabras de Becket":
"Puesto que hombres armados de Lord Gilbert bajo su órdenes y ante su presencia han capturado y asesinado a un sacerdote de la Iglesia, yo, Becket, Arzobispo de Canterbury, Primado de Inglaterra, prido ahora que Vuestra Alteza, de acuerdo con la ley del Reino, aprehenda a Lord Gilbert y le acuse del delito de asesinato"
(Henry no acaba de dar crédito al mensaje, y la Reina Madre, satisfecha, junto a la sonriente Leonor, le dice) "Bien, hijo mío, ahora ya sabes de tu amigo" (Henry se vuelve furioso hacia ellas y grita) "¡Salid! ¡Salid las dos! ¡Llevaos a vuestras reales alimañas con vosotras" (El rostro descompuesto de Henry no da contestación alguna al joven monje. No alcanza a comprender cómo es posible que Becket haya mandado ese mensaje. Y permanece en silencio totalmente fuera de sí) (John inquiere) "Vuestra Alteza ¿Hay respuesta para el Arzobispo" (Pero Henry permanece completamente mudo)

 



 
(Henry se dirige a caballo hacia Canterbury desde Londres, a fin de encontrarse cara a cara con Becket, y averiguar si realmente su Canciller le está traicionando) (Un monje llega hasta el aposento de Becket) "Su Ilustrisima"... "Sí"... "El Rey está aquí"... (Becket duda) "¿Estás seguro?"... "Ha venido a caballo y solo, pero estoy seguro de que es él" (Becket sorprendido, exclama) "Mi Príncipe"... (Henry le pregunta) "¿Por qué enviaste un mensajero?"
"Canterbury sólo está a cinco horas de Londres. Yo he llegado en cuatro,... estoy tieso de frío" (Becket) "¿Os apetece un poco de vino?... "No. Dame una razón. ¿Por qué enviaste un mensajero?" (Becket pregunta) "¿Qué respuesta le distéis? Habéis llegado antes que él"  (Henry imagina que Becket esconde alguna treta) "Detecto aquí al taimado Becket. ¿A qué estás jugando, Thomas"?... "A ningún juego, mi Príncipe"
 
"Lord Gilbert asesinó a un sacerdote. Quiero que se castigue al culpable"... "¿Al culpable de qué?" (Exclama Henry) "El sacerdote era un escándalo para su parroquia"... (Becket rebate)"Eso nunca se demostró. Gilbert debería haber entregado al  acusado a la iglesia para procesarlo según la ley. De ser culpable habríamos determinado el castigo" ...
 
"Yo soy la Ley. Gilbert recurrirá a mí. Yo le di permiso para arrestar al sacerdote"... (Becket se impone) "No puedo permitir que ninguno de mis clérigos sea llevado a prisión. Tampoco puedo quedarme quieto y dejar que mis sacerdotes sean asesinados"... "¿Tú?  Tú no puedes quedarte quieto. Tú no puedes permitirlo ¿En serio te tomas por un Arzobispo?"...

"Yo soy el Arzobispo, mi Príncipe"

(Henry grita exasperado)"¡Por mi Gracia!. Te has vuelto loco. Eres el Canciller de Inglaterra- ¡Eres mío!"... "También soy el Arzobispo, y vos me habéis puesto en obligaciones más profundas"... "¿Y si no acuso a Gilbert?"... "No puedo obligaros, pero siempre hay un juicio final más allá de la justicia del Rey"... "Oh, eso, Lord Gilbert afrontará su destino en el día del Juicio igual que todos. Estoy seguro que tiene mucho más de lo que responder, aparte de matar a un sacerdote criminal"
"(Becket) "Lord Gilbert llegará a ese juicio ya condenado, Sire. Tengo la intención de exscomulgarlo" (Henry fuera de sí) "¡Estás loco! ¿No comprendes que cuando atacas a mis nobles me atacas a mí, y cuando me atacas a mí atacas a Inglaterra?"
"(Becket)"Inglaterra es más que la corona. Debéis aprender a afrontar ese hecho, mi Príncipe" (Henry grita)"¡Maldito seas, no me sermonees! Una ve me dijiste que no sabías lo que era el honor, y me reí de ti. Pero ahora, al traicionarme, desafías mi poder" (Becket aclara) "No busco poder, mi Príncipe. Es sólo que por fin he descubierto un auténtico honor que defender" (Henry pregunta desconcertado) "¿El honor de quién? "De quién es un honor más grande que el del Rey?" (Becket afirma) "El honor de Dios" (Becket se desprende del anillo de Canciller y se lo devuelve a su Rey) "Perdonadme"
"(Henry, destrozado por la ruptura con Becket y la devolución del anillo de Canciller, toma asiento, y  manifiesta lo que en realidad es un desengaño amoroso por Becket) "Me devuelves los leones de Inglaterra como un niño que no quiere seguir jugando. Habría dio a una guerra con toda Inglaterra detrás de mí e incluso contra de los intereses de Inglaterra para defenderte Thomas"
 
 
 
 
 
 
 
                                                  "Sólo yo te amaba, y tú no me amaste. Esa es la diferencia" 
"(En una especie de conato de arrepentimiento, Becket intenta acercarse a su Rey, pero éste lo rechaza) (Henry exclama) "No te acerques. Pero gracias por este último regalo al abandonarme. Ahora aprenderé a estar solo" (Henry destrozado ser marcha de Canterbury, aunque naciendo en él la esperanza de vengarse de Becket)















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