La exaltación cinematográfica de una biografía ofrece, por lo general,
un tentador viaje, muchas veces recargado y enfático, hacia la comprensión de
gran parte de las tragedias que asolan esa frontera misteriosa capaz de imponer
de modo definitivo su inesperado ocaso a las celebridades o al efímero valor
del éxito que una vez gozara de su gran momento histórico. Los políticos, los
escritores, músicos, actores, o artistas en general, como todo ser movido por
pasiones y sentimientos, tantean de forma postrera un camino nuevo al
entregarse a la composición de sus autobiografías. Y al expresar su propio
drama psicológico por medio de la literatura (casi siempre el obligado "best-seller")
están tratando de rehuir ese símbolo abstracto en que se basó la dinámica
visual de la época que los encumbró y los destruyó, y pretendiendo resistir la
carcoma del tiempo con nuevas ideas vivenciales, esta vez materializadas por el
significativo valor que concede la exposición literaria. Porque la literatura,
por lo general, siempre logra rebasar el más discreto nivel que posee la
llamémosle vidriosidad ideológica del "biopic", cuando éste
revive a través de la "cámara desencadenada" (expresión utilizada por
las críticas), que, al imponer sus imágenes al posible espectador de la
pantalla grande, suele aplicarle un subjetivismo en infinidad de ocasiones
equívoco, hasta violento y rayano en lo radical, distorsionador de la figura
que trata de retratar; y cuya autenticidad debería primar en la autobiografía
que adapta. Pero la excentricidad del mundo imaginativo que nos impone el cine,
necesariamente (es así por desgracia), no pretende, aunque duela, más que
transmitir al público que asiste a las salas de proyección su propia
interpretación ética e intelectual de lo que pudo ser la vida real de la
celebridad cuya biografía ha sido objeto de filmación; como si únicamente se tratasen
de "realidades puramente decorativas o armas para cazar imágenes", y
que van unidas a lo que verdaderamente es la sintaxis del cine: su panteísmo de
talentos creadores, compenetración casi mítica que nace de la actitud creadora
y antojadiza de guionistas y directores. Y dado que a la hora del balance tan
sólo importan los resultados, son estos artífices de tan desembarazado
experimento como el que imprimir pueda o no un sentido más o menos estricto a
los límites del realismo, los que tienden a falsear o modificar ese pretendido cinéma-vérité
que nos ofrendan a través de la seductora fusión audiovisual del Séptimo
Arte. Mas, (sin cuestionar los más o menos excelsos malabarismos que impone la
madurez creativa en cualquiera de las facetas artísticas en que aquélla pueda
expresarse), en lo que a la gran pantalla respecta, y como todo aficionado a la
misma sabe, la cinematografía y su artesanado siempre se valdrá de todos los
artificios puestos a su servicio (guión, actores, maquillaje, decorados,
iluminación y montaje final) para que el "cine-ojo", no obligadamente
el "cine-verdad", se encargue, por medio de la fascinante pupila de
cristal de la cámara, de proponernos una verdad muy sui generis,
deseablemente (aunque no sea así) en todas sus formas, e incluso, como han
añadido muchos grandes directores (y que el gran escritor Liev Tolstoi ya pidió
también en 1910) "de la manera más exacta posible".
La contemplación naturalista o neutra de la realidad biográfica posee, por tanto, sus dos estéticas y sus dos actitudes creadoras. Estéticas que a la hora de mostrarse más o menos eficaces quisieran valerse del más impresionante conjunto volumétrico de admiradores. Será la cinematografía, como gran cultura de masas, valiéndose de sus ingentes medios de comunicación e información, la que ya alimentó y seguirá alimentando (sea por medio de sus escenificaciones literarias, teatrales, pictóricas, etc.) el más gigantesco laboratorio experimental de dichas estéticas, y que todos conocemos por Séptimo Arte. Un arte que, en definitiva, se ha erigido desde su nacimiento en una hipnotizante, y no por ello menos deslumbradora, tiranía sociológica (a la que muchos llamaron y siguen llamando "de pacotilla"), dado que se permite y casi nadie se lo censura jugar con nosotros, su público, con suma habilidad prestidigitadora, tantas veces increíblemente pueril, a fin de llenar sus nunca satisfechas arcas (el tan cacareado "box office"). Como gran protagonista de un siglo, la cinematografía parece hallarse siempre animada por un flamante aliento renovador. Y como antes que ella lo hiciera la literatura y el teatro, no hace más que aplicar los recursos procedentes de todos los "manuales de cuanta técnica ha pretendido en todas las épocas anteriores levantar el siempre joven edificio del Arte". El decreto de nacionalización internacional de la cinematografía ha sido una de las ultimas grandes conquistas de poder de nuestra historia moderna. Ha conseguido, como sus predecesoras expresiones artísticas, seleccionar modelos e infundirnos cargas emocionales de diverso signo (artísticas, verídicas, tipificadoras de personajes, de propagandismo y documentalismo...), y ha tendido un monumental puente sobre ciertos exponentes característicos de nuestros más febriles climas existenciales colectivos: los que separaban períodos de configuración social y sus perspectivas estéticas radicalmente opuestas. Quizás por ello mismo la excentricidad vanguardista propuesta por el Séptimo Arte durante más de un siglo haya hecho también con el "biopic" su mejor pelicula.
La contemplación naturalista o neutra de la realidad biográfica posee, por tanto, sus dos estéticas y sus dos actitudes creadoras. Estéticas que a la hora de mostrarse más o menos eficaces quisieran valerse del más impresionante conjunto volumétrico de admiradores. Será la cinematografía, como gran cultura de masas, valiéndose de sus ingentes medios de comunicación e información, la que ya alimentó y seguirá alimentando (sea por medio de sus escenificaciones literarias, teatrales, pictóricas, etc.) el más gigantesco laboratorio experimental de dichas estéticas, y que todos conocemos por Séptimo Arte. Un arte que, en definitiva, se ha erigido desde su nacimiento en una hipnotizante, y no por ello menos deslumbradora, tiranía sociológica (a la que muchos llamaron y siguen llamando "de pacotilla"), dado que se permite y casi nadie se lo censura jugar con nosotros, su público, con suma habilidad prestidigitadora, tantas veces increíblemente pueril, a fin de llenar sus nunca satisfechas arcas (el tan cacareado "box office"). Como gran protagonista de un siglo, la cinematografía parece hallarse siempre animada por un flamante aliento renovador. Y como antes que ella lo hiciera la literatura y el teatro, no hace más que aplicar los recursos procedentes de todos los "manuales de cuanta técnica ha pretendido en todas las épocas anteriores levantar el siempre joven edificio del Arte". El decreto de nacionalización internacional de la cinematografía ha sido una de las ultimas grandes conquistas de poder de nuestra historia moderna. Ha conseguido, como sus predecesoras expresiones artísticas, seleccionar modelos e infundirnos cargas emocionales de diverso signo (artísticas, verídicas, tipificadoras de personajes, de propagandismo y documentalismo...), y ha tendido un monumental puente sobre ciertos exponentes característicos de nuestros más febriles climas existenciales colectivos: los que separaban períodos de configuración social y sus perspectivas estéticas radicalmente opuestas. Quizás por ello mismo la excentricidad vanguardista propuesta por el Séptimo Arte durante más de un siglo haya hecho también con el "biopic" su mejor pelicula.
"Biografías sí, biografías no"



"L


"... Hacia finales de la década de los años cincuenta, cuando llegué a la conclusión de que ya había acumulado notas suficientes, así como trivialidades y otros pequeños detalles, al igual que algunas páginas escritas, empecé a pasarle biografías de grandes figuras de la ciencia, la política y la literatura de los siglos XVIII y XIX. Deseaba mostrarle que sólo un libro podía captar el pasado y conservarlo a pesar del paso despiadado del tiempo. La Garbo pareció leer las biografías con placer. Creo que no llegó a sospechar mis verdaderas intenciones. A continuación le entregué biografías de mujeres famosas, poniendo un énfasis especial en aquellas que habían aparecido en el mundo europeo del espectáculo. Esperé su reacción. Estaba convencido de que mi plan terminaría por desmoronarse si empezaba a presionarla de nuevo acerca de escribir una biografía sobre ella. Esperó mucho tiempo antes de llamarme para decirme que había descubierto mi siniestro plan. "¿Qué clase de plan?", le pregunté. "Estás escribiendo un libro sobre mí. Y no quiero que se publique ningún libro sobre mí mientras esté con vida"... Al ver que yo guardaba silencio expresó un poco más las interioridades de su alma con un lenguaje más rudo. "Negaré que hablé contigo, negaré que te conozco, diré que ni siquiera he oído hablar de ti..." Esperó a que yo contestara y al ver que seguía sin decir nada, me preguntó con tono exigente: "¿Estás ahí?"... "Sí, estoy aquí"... "Nadie te creerá. ¿Quién eres tú?" Se sintió invadida por la crueldad y en ese momento supe lo que había tenido que sufrir. Hice un esfuerzo por recuperar la lógica de mis pensamientos y repliqué con paciencia: "Si te imaginas que siempre serás grande, debo advertirte ahora que te irás hundiendo poco a poco por debajo del horizonte del recuerdo hasta que desaparezcas para siempre"... De pronto, después de lo que me pareció una larga espera, escuche una voz débil preguntando: "¿Quiere eso decir que no quedará nada si no se deja escrito sobre el papel?"... "Bueno, quedarán tus películas, pero nada respecto a tu vida, y tu vida eres tú misma..., no lo que aparece en las pantallas."...
Resulta difícil creer que todo esto empezó sin que yo supiera nada sobre Greta Garbo, y que ahora, después de todos los años transcurridos, he logrado terminar el libro de ella, la historia de su vida, con sus propias palabras, tal y como me las dijo ella misma, con esa voz que jamás olvidaré. Después de que abandonara la pantalla, sus idas y venidas consumieron la mayor parte de sus años, y fueron unos años vacíos, no aliviados por el altruismo o por algún sentido de la obligación para con la cultura o la historia. Ciertamente, la suya fue una de las vidas más egoístas vividas por una persona pública en los tiempos modernos, tratándose además de una vida no redimida por ningún beneficio póstumo, aparte de mi libro, aceptado a regañadientes. No descarto que mi biografía posee a menudo un espíritu mezquino, y manchado por el hecho de que la Garbo lo repudiara mientras aún estaba con vida. Así, aunque ella evitó la lástima que a veces sentimos por los ídolos de nuestra juventud cuando los contemplamos en sus últimos achaques, seguía existiendo algo mágico en su presencia si uno la podía penetrar. Esta criatura medio de ficción medio de realidad fue en buena medida una invención de la propia Garbo, y por lo tanto, tenía perfecto derecho a hacer con ella lo que deseara para protegerla de los estragos del tiempo, para protegernos a nosotros de tener que ser testigos del inevitable declive.
(Antoni Gronowicz
nunca pretendió escribir un libro escándalo. Pese a ello, la diosa
Garbo se opuso a la publicación de un texto que demuestra que también
fue al fin y al cabo humana).
"Biografía versus biopic"



"Lady Day"


A finales de la década, Billie graba para Columbia la memorable "Strange Fruit", una canción basada en un poema sobre "los linchamientos que sufre calladamente el hombre de color" ("... southern trees bear strange fruit"-"... los árboles sureños dan extrañas frutas"-), escrito por Abel Meeropol, profesor judío del Bronx. "Don't Explain", "Big Stuff". "What is this Thing Called Love?", "God Bless the Child", "Good Morning Heartache", "My Man" "What a Little Moonlight y "All of Me, Why not Take..." se convertirán en algunos de sus mas prestigiosos e inolvidables éxitos.



En 1947, aparte de otras irrelevantes apariciones cinematográficas anteriores, intervino con Louis Armstrong en el film "New Orleans". En 1954 realiza un imborrable tour por Europa que promueve Leonard Feather, famoso pianista de jazz inglés.

Su autobiografía "Lady Sings the Blues", firmada por William Dufty ("ghostwritter"), fue publicada en 1956. El 31 de mayo ingresa en el Metropolitan Hospital de New York. Se le diagnostica graves problemas de hígado y corazón. Había sido hallada inconsciente por la policía en estado de shock por consumo de drogas. Permanece bajo vigilancia policial, y fallece por cirrosis de hígado el 17 de julio de 1959. En sus últimos años sus ingresos monetarios habían alcanzado tan progresivo derroche que a su muerte su cuenta bancaria arrojaba un saldo de 0'70 centavos. En su bolsillo se hallaron 750$ dólares y una nota: sus últimos honorarios percibidos. Su funeral, masivo y estremecedor, fue celebrado en St. Paul The Apostol Catholic Church de New York City.
















Espléndido florecer de una voz; irresistible calidad de belleza de una mujer ahora dichosa. Expectación y éxito. Una nueva diosa con su carne triunfal a cuestas. Mas, ¿cómo gobernar nuestros pensamientos y obras, mientras exista la inquietud siempre a merced de la divinidad; la tiniebla blanda de la gracia concedida que se desborda en el cansancio y el desencanto? Billie Holiday surge como una aurora de colores gozosos frente a los temporales segregacionistas. Su aura se enrosca en ráfagas raciales. Sus triunfos, aunque vitoreados por la calentura colectiva que la admira, la convierten en simple mercancía de feria. El escarnio de la segregación la ahoga en la congoja. Su canto es un gemido, sus pasiones cicatrices, su existencia una quemadura dolorosa que la desespera.


















"Good Morning Hertache"
"... Good morning heartache. You old gloomy sight. Thought we said goodbye last night. I turned and tossed until it seems you have gone. But here you are with the dawn. Wish I forget you, but you're here to stay. It seems I met you. When my love went away. Now everyday I stop. I'm saying to you. Good morning heartache, what's new? ... Stop haunting me now. Can't shake you nohow. Just leave me alone. I've got those monday blues. Straight to sunday blues. Good morning heartache. Sit down!"
La Intérprete Idónea




En 1959 descubre esa "primera formulación madura", aún balbuciente, de su voz, y con sus amigas y vecinas Mary Wilson, Florence Ballard y Betty McGlown forman un cuarteto juvenil conocido por "The Primettes".
"The Supremes"






En 1972 interpreta el biopic "Lady Sings the Blues", basado en la vida de Billie Holiday. Diana, que se incorpora brillantemente al arte de la interpretación cinematográfica, se convierte en un autentico fenómeno osmótico con la cantante biografiada. Al cantar como la inmortal "Lady Day" abre una nueva dimensión imaginativa, insólita, subjetivista, y una no menos inspiración realista a su grandiosa interpretación. Consigue el "Golden Globe" y es nominada al Oscar como "Mejor Actriz del Año" (el Premio de la Academia recayó, no obstante, en Liza Minnelli por "Cabaret").

Nuevo álbum en 1998 con Motow: "Workin'Overtime".
Se había divorciado de Silberstein en 1977, y en enero de 1985 se casa con el magnate naviero noruego Arne Naess. Nacen Ross Arne, 1987, y Evan Olav, 1988. En 2000 tiene lugar su nuevo divorcio. (Naess moriría en un accidente de montañismo en South Africa en 2004). Tras anunciar en 2000 que realizaría una gira con sus antiguas compañeras "The Supremes", Mary Wilson y Cindy Birdson renuncian a la misma por "diferencias considerables en los emolumentos".
En diciembre de 2002, Diana es arrestada en Tucson por conducir en estado de ebriedad.

A comienzos de 2007 aparece en diversos programas de Televisión en Estados Unidos y Europa. Afectada por la muerte de Michael Jackson, revela en 2009 su intención (promesa póstuma hecha al cantante) de hacerse con la custodia de los hijos del cantante en caso de fallecimiento o impedimento por enfermedad de Katherine, de 79 años, madre de Jackson. ("Michael Jackson's wills names his mother Katherine as the guardian for his three children; if she cannot serve as the guardian, it nominates Diana Ross")


Billy Dee Williams - Richard Pryor
(Louis McKay) - (Piano Man)
SIDNEY J. FURIE




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