Vistas de página en total

viernes, 4 de noviembre de 2022

Rocco e i Suoi Fratelli (Rocco y sus hermanos)

El genial Luchino Visconti no podía faltar a su cita con el neorrealismo. Dostoievsky está presente en su tratamiento dramático. Todo empieza con ese microcosmos tribal que conlleva la emigración, en este caso el de una familia siciliana, que lentamente se enfrenta a la nueva cultura urbana de un Milán hostil, frío y neblinoso. Empiezan los desarraigos. Una madre grandilocuente sujeta a su primitivismo, que trata de conservar los valores tradicionales de la familia. La intrusión de Nadia la prostituta que da lugar a una historia de amor tortuosa, y que desembocará en el crimen. Rocco es el resultado de una bondad irresponsable, dañina para todos. En especial para Nadia y su hermano mayor Simone. Pero como en el mundo de Dostoievsky es también una película sobre el invierno en la gran ciudad. La experiencia del frío que envuelve la lucha por la vida en ese Milán despiadado se va desvelando como una experiencia insoportable.  



Venidos del sur siciliano de Italia tras la muerte del padre con la esperanza de que el hermano mayor, Vincenzo, ya residente en Milán y con novia para casarse, los acoja, Simone, Rocco, Ciro y Luca, junto con su animosa madre, Rosaria Parondi, quieren encontrar en la gran urbe el lugar que han perdido en su tierra natal siciliana.



Sin embargo, el chasco inicial que se ha llevado toda la familia es que Vincenzo no está en condiciones de actuar como jefe de familia ni procurarles trabajo, ya que la misma noche de la llegada de su familia se halla celebrando su compromiso con Ginetta, su novia milanesa. La acogida de la familia es de contento, pero cuando Rosaria se entera de que su hijo Vincenzo está dispùesto a casarse antes que procurarles su socorro, se enfurece exigiendo a su hijo mayor que lo primero es ayudar a su madre y a sus hermanos.













 
 
Vincenzo, no obstante, carga momentáneamente con el peso familiar, y consigue un frío sótano donde poder refugiar a los recién llegados. Los Parondi despiertan en plena madrugada y ven que está nevando. Pero la nieve no es la que se asocia con la despreocupación sino con la posibilidad de trabajar, de empezar a ser miembros de la gran ciudad. "A los milaneses no les gusta ver nieve por las calles", afirma Vincenzo, que ha sido el primero en ver la nevada, y va despertando a sus hermanos. Pero la nieve exhibe, entonces, algo de providencial, como si Dios empezase a velar por el destino de los hermanos en Milán.  Rosaria, feliz, no se arredra, y les prepara su desayuno. Luego los conmina a que salgan a quitar la nieve, con la promesa de que se va a tratar de su primer trabajo. Abriga bien a sus varones. La mueve la firme resolución de que ella y sus hijos sean respetados en el extraño entorno al que han llegado. Y tras besarlos uno a uno, los bendice "¡Y por todos los santos del cielo, esta noche volver a casa con dinero en el bolsillo, que para eso sois hijos de Rosaria Parondi", sigue arengando a sus hijos en la puerta del sótano.

 
Pero el frío del hogar provisional de los Parondi (el helado sótano), que Visconti logra que el espectador sienta con toda su intensidad, transmite un inquietante augurio. Los hermanos se confunden cuando salen de la casa con otro emigrantes que acuden a la llamada de la nieve.. Y nada, salvo el frío, hace sospechar el grado de hostilidad de Milán hacia los pobres inmigrantes.
Precisamente, la primera amenaza residirá en la prostituta Nadia, que se cuela en el sótano huyendo de no se sabe quién o quizás resguardándose del frío exterior, y que actuará como ángel exterminador de la inicial armonía familiar.



Primero alentará en Simone y en Rocco las ambiciones violentas del boxeo. Ambos se presentarán en el gimnasio con su ropa interior siendo el hazmerrír de todos. 

   
Los primeros pasos de Simone como boxeador fracasan cuando el joven acaba por desistir definitivamente, y Rocco será quien recoja con éxito el guante abandonado por su hermano.
 
 
 










Nadia arrastrará a Simone, que se enamora perdidamente de ella, hasta las mareas más pecaminosas de la urbe milanesa. Se produce con la aparición de Nadia un trasfondo religioso, pues Simone se convierte en un pecador irredento.




Y Rocco en una especie de santo abnegado, cuando intima con Nadia, tras un encuentro con ella en un permiso de su servicio militar. Visconti no deja por ello de valerse de las convenciones del melodrama social, y por supuesto no renuncia a utilizar los recursos más desaforados de ese género, sin proponer con ello una llamada a la rebelión  contra la injusticia, sino que enfatiza desmesuradamente el aspecto psicológico y espiritual de los personajes. Se describe un camino de perdición que lleva no a los abismos del más bajo sector del proletariado, sino a la condena más oscura de los hermanos, al desasosiego existencial que les producirá la quiebra de los lazos que les unía.





"Rocco y sus hermanos" está estructurado en una secuencia de capítulos, encabezado cada uno de ellos con el nombre de uno de sus hermanos, por este orden: Vincenzo {Spiros Focas}, Simone {Renato Salvatori}, Rocco {Alain Delon}, Ciro {Max Cartier} y Luca {Rocco Vidolazzi}. Pero esta estructura multipolar no impide que las vidas de los hermanos se entrecrucen en cada episodio, aunque, finalmente, los dos que más interesan a Visconti y a los que privilegia en su tratamiento dramático sean los antagonistas Rocco (que representa a la bondad ingenua y a la postre irresponsable y dañina) y Simone (representante de los desencadenados instintos más brutales del hombre). 

Ambos son atraídos por la práctica del boxeo, que los seduce por su violencia, pero también por el prestigio social y el dinero fácil. Ambos tendrán la misma amante, la prostituta Nadia {Annie Girardot}, primero compañera de Simone, del que finge enamorarse, y que luego sustituye por Rocco, al que ama de verdad. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Este cambio de sentimientos amorosos en la joven suscita un violento ataque de celos en Simone, que le lleva, con la ayuda de unos compinches, a violar a Nadia en un descampado, ante su hermano, y luego a propinar una paliza a Rocco.


 



Rocco, demostrando su bondad irresponsable, cita a Nadia en la catedral de Milán, y pese a los ruegos llorosos de ella, renuncia a su amor, conminándola a que vuelva con Simone (al que ella detesta), porque la ama y la necesita. Dentro de estos planteamientos melodramáticos, Visconti, obviando la elipsis, ni siquiera renuncia a rodar escenas excesivas, como la violación de Nadia por Simone Precisamente, a partir de esta secuencia, la narración se vuelve bastante deforme, y es cuando los hermanos parecen poseídos por los demonios de la angustia existencial más insoportable. Asistimos a la deriva delictiva y -más tarde criminal- de Simone, y la mortificación de Rocco, que pasan a convertirse en una situación más cercana al drama bíblico que a una fábula neorrealista. Las sagas familiares de Dostoievsky, tan admiradas por Visconti, se imponen entonces como un referente imprescindible para entender el sentido que el culto cineasta quiere transmitir. El relato cobra una densidad  de gran desventura espiritual que se implanta sobre cualquier intención didáctica. Y su impresionante veracidad espiritual resulta extremadamente sencilla, conmovedora y lacerante.
 
 



 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Desde la alborozada salida de los hermanos Parondi a quitar la nieve, los hilos que van tejiendo la vida de cada uno de ellos, en particular Simone y Rocco, alcanzan la más admirable fluidez y elocuencia, precisa y armónica, poniéndose a la altura del mejor cine italiano de los 40 y 50. El sentimiento de culpa que invadirá a Rocco y la degradación imparable de Simone llevan a que el primero firme un pacto con el demonio para salvar al segundo cuantas veces sea necesario. Rocco pasa así a convertirse en el Myshkin de la gran novela "El idiota" ("Идиот") de Dostoievsky, Simone cobra toda la fisonomía convulsa de Rogozin, y Nadia es Nastasya Filippovnaya. Los sueños de Rosaria Parondi se cumplen por fin cuando consiguen una vivienda digna. Sin embargo, no es la ambición sino el sacrificio lo que ha hecho que Rocco se encadene al mundo despiadado del boxeo -al que un acobardado Simone ya había renunciado-  No vuelve a caer la nieve sobre Milán, pero da la sensación de que la nieve derretida se convierte en suciedad y alienta el desvalimiento de Rocco, también enamorado de Nadia a la que ya ha renunciado en favor de su hermano, y  de Simone, {porque son ellos los que han caído y se han perdido bajo el hechizo demoníaco de la prostituta}
 
 

La violencia física de Simone, que acaba asesinando salvajemente a Nadia, cuando ésta le expresa su desprecio más amargo: {"No tienes idea de cuanto te odio.Tú no eres un hombre, eres una bestia. Todo lo que tocas resulta sucio y vulgar. Eres carne de presidio. Has destruido  lo único bueno que había en mi vida. Por fin puedo escupirte en la cara todo el asco que me das. Espero no volver a verte nunca, ni oír hablar de ti de nuevo... Haz lo que quieras..."}  se acrecienta con la no menos violenta piedad de Rocco. De manera soterrada, el uno y el otro pugnan por destrozarse y en ese oscuro empeño ambos triunfan.
 







                                      KATINA PAXINOU 

[
Aikaterini Konstantopoulou, más conocida como Katina Paxinou {Κατίνα Παξινού}, nacida en El Pireo-Atenas-Grecia, el 17 de diciembre de 1900-Fallecida en Atenas, el 22 de febrero de 1973 de cáncer a la edad de 72 años]
Ganadora de un Oscar a la
"Mejor Intérprete Femenina de Reparto" en su primera película norteamericana "For Whom the Bell Tolls" ("Por quien doblan las campanas"), de 1944, dirigida por Sam Wood.


La gran trágica griega abandona las Américas y su forzado inglés, y Luchino Visconti la convierte en Anna Magnani. Su inspirado recital como la gran matriarca Rosaria Parondi será tan inmarcesible como inolvidable.
 

                                         ALAIN DELON

[
Alain Fabien Maurice Marcel Delon Arnold, nacido en Sceaux, Altos del Sena, Francia, el 8 de noviembre de 1935]
 
                                               Palma  de Oro Honorífica del Festival de Cannes de 2019
El por entonces joven actor francés recibe uno de sus mejores reconocimientos interpretativos de manos de Visconti, atrapado por una bondad irresponsable como Rocco Parondi, al tratar de conservar los valores familiares de su primitivismo siciliano frente a la pendiente delictiva de uno de sus hermanos. Visconti volvió a contar con Delon En "Il Gattopardo" ("El Gatopardo") de 1963.



                            

                                     ANNIE GIRARDOT


[Annie Suzanne Girardot, nacida en París, Francia, el 25 de octubre de 1931- Fallecida en París, el 28 de febrero de 2011 enferma de Alzheimer a la edad de 79 años-Casada con Renato Salvatori-1962-1988]


"Premio César"
a la "Mejor Actriz de Reparto" por su actuación en el film "The Piano Teacher" ("La pianista"), 2001, de Michael Haneke-
 
Nace una extraordinaria Annie Girardot. Su desesperada y desdichada Nadia pasará a la historia como una de sus interpretaciones más antológicas.

RENATO SALVATORI

[Renato Salvatori, nacido en Seravezza, provincia de Lucca, Italia, el 20 de marzo de 1933-Fallecido en Roma, Italia, el 27 de marzo de 1988 de cirrosis a la edad de 55 años-Casado con Annie Girardot-1962-1988] 
 
 
Su extraordinaria personalidad le convirtió en uno de los actores de personajes más fuertes de Italia.
Salvatori como Simone Parondi realiza el mejor ejercicio creativo del film. Degradado por su dependencia pasional hacia Nadia, hay en él una riqueza de detalles que van de la limpieza inocente de su mirada a la más afilada dureza. Puede ser brutal, pero, tras la tragedia final, su regreso nos estremece. Visconti nos extasia con el temblor de Renato Salvatori. Ese Simone desvalido, infortunado y autodestructivo jamás podrá ser olvidado. Es nuestro actor favorito. Hubiésemos deseado más Viscontis con él.
 
                    
         SPIROS FOCAS {Vincenzo Parondi} -CLAUDIA CARDINALE {Ginetta Giannelli}
                                         MAX CARTIER {Ciro Parondi}-ROCCO VIDOLAZZI {Luca Parondi} 
                                                ROGER HANIN {
Duilio Morini}-PAOLO STOPPA {Cerri}
 
Luchino Visconti, el aristócrata marxista milanés formado junto al director francés Jean Renoir, obtuvo el mayor éxito comercial de su carrera con "Rocco e i suoi fratelli" ("Rocco y sus hermanos"), en 1960. Un vasto fresco social y psicológico de casi tres horas de duración sobre la emigración de una familia siciliana típica al Milán norteño, burgués e industrial. En el trayecto entre estos dos mundos tan distintos, asistiremos, a veces con impostación grandilocuente a la desintegración de la familia, a la destrucción del clan matriarcal, a causa de la intromisión nefasta de una no menos desgraciada prostituta de la que se enamoran dos hermanos destrozando la convivencia maternal, a la descomposición de su microcosmos tribal, roto por el choque con la nueva cultura urbana y por la inadecuación de sus psicologías al nuevo contexto de la modernidad individualista que les acoge con indiferencia y hostilidad. 
 

                        

Entretanto, Simone, que ha abandonado el boxeo acobardado por las palizas que ha recibido pero que acepta una relación ambigua, por dinero, con el promotor homosexual Morini {Roger Hanin}, sigue deslizándose por la pendiente delictiva más implacable, alejado ya de su familia, hasta hundirse en un abismo de coloración dostoiewskiana.  Y cuando Morini trata de denunciarlo porque le ha robado dinero, Rocco no dudará en acudir a aquél para pagar el dinero sustraído por su hermano y evitar la denuncia.
 

 
El cruce simbólico del destino final de los dos hermanos es mostrado por Visconti en un intencionado montaje de acciones paralelas, en las que asistimos al brutal asesinato de Nadia a manos de un cada vez siniestro Simone, (al que ella lanza su odio más feroz, y el asco que su presencia le produce por haber destrozado su vida), y que es ofrecido en postura simbólica de crucifixión, a la vez que el genial realizador nos muestra una victoria pugilística de Rocco que tiene lugar al mismo tiempo. Y cuando Simone, destrozado y arrepentido, regresa junto a la familia reunida y feliz por el éxito de Rocco, Simone es acogido con amor por su madre y Rocco, a quien confiesa entre desgarradores sollozos, a los que también se une la matriarca Rosaria, el crimen que ha cometido. Rocco, de nuevo guiado por su benevolencia dañina, trata de impedir que Ciro acuda definitivamente a la policía para denunciar a Simone, causante ya de la desmembración familiar.


 

 
 
 
 

El contrapunto moral y psicológico que representan Simone y Rocco viene por tanto ofrecido por Visconti con el cuarto hermano, Ciro, que ha conseguido un  puesto de obrero especializado en la fábrica de Alfa Romeo, que representa la conciencia trabajadora,  lúcida y progresista, quien a la puerta de su fábrica asegura a su hermano pequeño, Luca, que el mundo cambiará y algún día será más justo. Es la voz del realizador, que critica además tanto la candorosa bondad de Rocco como el embrutecimiento amoral de Simone. Luca escucha en silencio. Es él quien representa el futuro y la esperanza. Pese a todo, Rocco había afirmado que le gustaría volver a su tierra, pero el lúcido Ciro, decidido a formar una familia con una dulce joven, Franca {Fulvia Mammi},  asegura al final que ya no volverá, aunque tal vez sea el pequeño Luca quien cumpla tal deseo y que retorne a la tierra natal de los Parondi, mitificada finalmente como el edén perdido, y que permite atisbar una luz de esperanza. La magnificación del pasado rural como posibilidad de abandonar la ciudad de los vicios es la última idea que Luchino Visconti nos propone. El pequeño Parondi vuelve a casa tras las palabras esperanzada de Ciro, mientras ojea en un kiosko los carteles que hablan del vencedor pugil Rocco, cuyo incierto futuro es el único que Visconti deja como testimonio secreto de un éxito quizás inconcreto y doloroso. 

 



 

                  RENATO SALVATORI  Y  ANNIE GIRARDOT




 
El contrapunto moral y psicológico que representan Simone y
 
 Rocco viene ofrecido por Visconti con Ciro