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jueves, 29 de diciembre de 2016

Debbie Reynolds

Debbie Reynolds y Carrie Fisher

28 de Diciembre de 2016. Fallece en Los Ángeles a los 84 años Debbie Reynolds, un día más tarde que su hija Carrie Fisher, la inolvidable princesa Leia de "Stars Wars"


Debbie Reynolds dulce mito estelar de la comedia ligera. Hija de una época colorista llena de tiempos musicales, de estrellas cantarinas, de holgada vida hollywoodense, que excitaban nuestra emotividad cinéfila sin vacilación a través de cientos de films que, con una contagiosa convicción, ilustrados por el fascinante Technicolor, llenaron de esplendidez las grandes pantallas de nuestros viejos cines de barrio. 






 "Singing in the rain"

Y Debbie siempre nos aportaba su lado tierno, su mejor carácter histriónico, las locuras ordenadas de la Metro, todo lirismo, todo casitas de chocolate y bailes insuperables y deliciosos, especialmente en "Singing in the rain" junto a Gene Kelly y Donald O'Connor
 
 













En 1957, a sus 23 años, fue nuestra "Tammy and the bachelor" de cuento de hadas, y con su indeleble canción "Tammy... Tammy is in love..." nos dejó todas las emociones románticas dignas de ser vividas. 

"The Unsinkable Molly Brown"

Utilizó su espléndida belleza juvenil valiéndose de su burlón, cínico y mordaz sentido del humor para llegar hasta rozar el Oscar de la Academia cautivándonos en el mini biopic de su "Molly Brown, siempre a flote" ["The Unsinkable Molly Brown"], que milagrosamente sobreviviera al hundimiento del Titanic. 

También, apegada a los valores más tangibles, [séanse los de la vida real], frente a los del triunfo y el aplauso, no se libró de avatares y desdichas. Y todos conocimos los sinsabores que asolaron una parte de su estabilidad emocional, escarmentada por una turbia historia de adulterio al uso de Hollywood en la que junto a su antigua, caprichosa y ninfómana amiga Elizabeth Taylor se embarcaron ambas en unos odiosos "dimes y diretes", divorcio incluido, alrededor de la figura del cantante Eddie Fisher, envenando el romance juvenil de "Tammy".  

Pero Debbie, que parecía tener un corazón de cristal, nos siguió emocionando con su transparencia de sentimientos musicales y con sus interpretaciones temperamentales que casi siempre se sucedían entre marcos del más puro ingenio. Así sobrepasó el paradigma de lo que debe ser una gran comediante, etérea y fluorescente, y acabó ganando la batalla, despertando pasiones en gran cantidad de films a los que todos los cinéfilos respondimos con una fulgurante recepción popular. 

Debbie Reynolds, traspasada ya la línea de la madurez para adentrarse en la senda de la decadencia, nos sigue regalando aún, pese a su desaparición (R.I.P), muerte que hoy lloramos, la fascinación y la hermosura con que nos deslumbró en otros tiempos.

¡"Chapeau forever", 
irresistible 
y seductora Debbie!